Para aquellos que pudieron ir al aniversario de Hyperdub, hace poco más de un año, fue gratificante saber que el crew de Teklife volvería a tocar en México bajo el marco del primer festejo de Gold Frame Records. Recuerdo aquella noche, el Covadonga estaba a poco menos de la mitad de su capacidad, sin embargo esto no impidió a los integrantes de ambos rosters dar cátedra, dejar a unos cuantos boquiabiertos y poner a bailar a todo el mundo. Ésta sería una magnífica oportunidad de repetir o al menos, para evocar lo que fue.
Publicidad
Este jueves 27 de agosto, cuando llegué, patrones de capas rítmicas en onda expansiva inundaban el ambiente del Bronx Club -un pequeño lugar que desconocía, ubicado cerca de la plaza de la Cibeles -. Eran alrededor de las 11, y los ánimos se iban preparando para lo que vendría más tarde. Antes del plato principal, tuve la oportunidad de ver a varios proyectos que destacan en el espectro nacional desde hace un tiempo y que no había podido presenciar en vivo hasta el momento. Había escuchado hablar de Red Bro y No Light por parte de varios conocidos. El primero fue prendiendo de a poco a todos, con una buena selección de footwork entre otros sonidos para abrir el telón de la velada; el segundo con una densa aleación de techno frío y obscuro, dejó listos a todos para Earl, Spinn y Taso.A partir de este momento todo cambió; a lo largo de 3 horas (o más) sin parar, tocaron una mezcla de clásicos, nuevos sonidos, y tracks inéditos; bajos atronadores y líneas percusivas sobrepuestas se concentraban en un núcleo sonoro excelso. Uno de los elementos que le dio un toque especial a la noche, fue la participación de dos bailarines expertos en footwork del colectivo The Era, contagiando al público mucho más de lo que ya estaban. Recuerdo un momento en que sentí un período fugaz de éxtasis generalizado al punto de que todo el mundo bailaba; un micro segundo en que todo parecía suceder más lento; probablemente el mezcal haya tenido mucho que ver en esto, pero me gusta pensar que sí, que sí hubo un instante en que todos (incluídos los de Teklife) estaban disfrutando al máximo; en que el sonido era tan envolvente que hubo un bucle efímero en la realidad.
Publicidad
Lo que voy a decir, seguro no aplica para todos, pero en mi experiencia particular fue uno de los mejores eventos en lo que va del año a todos niveles. Aplaudo que más allá del aire de sencillez que se percibió en todo momento, la organización en general fue puntual y eficiente. Estoy seguro que muchos coinciden conmigo al decir que este tipo de alternativas, nos brindan una ráfaga de frescura al acontecer electrónico en la ciudad.Nuestro fotógrafo Teddy Williams nos trajo algunos testigos visuales de esta noche memorable:
