Cosas importantes sobre las drogas que deberían enseñar en la escuela

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Cosas importantes sobre las drogas que deberían enseñar en la escuela

Los adultos siempre le mienten a los niños para protegerlos de sí mismos.

*Este artículo se publicó originalmente en Vice.

En la secundaria muchos tienen sus primeros jugueteos con las drogas. El primer contacto con ellas dependía de tu procedencia: desde una inyección del inhalador para en enfisema de tu hermano, hasta una raya de cocaína que alguien te ofrecía en una fiesta en la que no debías estar (sobre todo en el caso de los más populares del salón). O, si eras de los que frecuentaba amistades de mala calaña, una inyección rápida de alguna droga fuerte.

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La postura de cualquier centro educativo respecto a las drogas es la misma que la de tus padres: no las consumas o morirás. Pasarás tanto tiempo luchando contra el sistema que la tensión provocará que tu piel, saludable y rosada, se marchite y termines un centro de ayuda social.

Pero los adultos siempre le mienten a los niños para protegerlos de sí mismos. Una vez, alguien que trabajaba en la entidad de transportes de Londres me dijo que a un hombre se le quedó atorado el abrigo en las puertas del metro y que, cuando éste arrancó, arrastró al pobre hombre, lo aplastó contra una pared y lo mató. Por supuesto, nada de eso pasó ni podría pasar, por razones obvias. El punto es que los adultos no respetan su inteligencia, chavos.

Por eso, quiero llevar a cabo una buena acción y derribar algunos de los mitos sobre las drogas que se divulgan en las escuelas, además de ofrecer unos cuantos consejos gratuitos de mi cosecha. A mi modo de ver, las drogas no van a dejar de consumirse, por muchas miles de horas que se pase la policía deteniendo y registrando a la gente. Así que me parece razonable ofrecer algunos consejos realistas para los que decidan ignorar todo lo que les enseñaron sobre las drogas.

Foto por Ben Shapiro.

Tomarte un ácido no va a hacer que quieras arrancarte la piel

Puede sonar muy paternalista, pero lo mejor es que no tomes ácido si no estás completamente seguro de que quieres hacerlo y de que tu cerebro va a soportarlo. Si no se te antoja, no lo hagas. Si te pica la curiosidad, adelante. Si alguien te lo echó en la bebida, dale un puñetazo en la cara con todas tus fuerzas y después busca un lugar tranquilo para sentarte y beber una botella de agua fría.

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En términos generales, una sola dosis no tiene demasiados efectos. No te inducirá a cortarte con un cuchillo ni a tirarte por la ventana porque crees que puedes volar. Simplemente hará que veas los colores más brillantes y que te rías mucho. En cualquier caso, siempre ten mucho cuidado con las dosis. Si vas a tomar más de una, haz tiempo y no las consumas de golpe, porque entonces sí corres el riesgo de tener un mal viaje y de que te entren ganas de meterte en un contenedor de agujas pensando que es un castillo inflable.

Por otro lado, el consumo de LSD a largo plazo puede provocar depresión, ansiedad y la visión de flashbacks hasta por un año. Nada recomendable.

La Ketamina es una pérdida de tiempo

No quiero sonar fascista con el tema de las drogas; muchas de ellas tienen cosas geniales, pero todas tienen un lado oscuro. Dicho eso, la ketamina es una droga de lo más estúpida. Aspirar tranquilizante para caballos no sólo es tremendamente malo para tu salud —se la considera una de las peores drogas recreativas por el daño que causan al consumidor—, sino que se ha vuelto muy popular entre los locos del electro-swing que se pasan la vida intentando dibujarte corazones de brillantina en la cara y convencerte de que dejes de utilizar champús que contengan productos químicos, para luego aspirar medio gramo de otro producto químico supertóxico.

En la escuela les dirán que la ketamina es como los otros narcóticos en polvo: dañino y para fracasados que no tienen trabajo, pero lo cierto es que se quedan cortos, porque en realidad es horrible. Mucha gente acaba enganchada, y el consumo excesivo provoca problemas en la vejiga, lo que significa que tendrás que hacer los exámenes de admisión con una bolsa de colostomía goteando sobre los zapatos de uno de los profesores.

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Algunas pueden matarte, pero la mayoría no lo harán a menos que seas un idiota

La mayoría de las cosas que cuentan en las escuelas sobre las drogas tienen que ver con lo rápido que te llevan a la muerte. Estás metiéndote un poquito de MDMA al ritmo de "Where Are Ü Now" y un minuto después estás en la portada del periódico con las palabras "MUERTE A CAUSA DE LAS DROGAS" escritas bajo tu foto escolar más reciente.

¿No te hace gracia imaginar a tu madre llorando mientras incineran tu cadáver? Entonces ten un poco de sensatez. Con las drogas recreativas, la moderación lo es todo. Tomemos como ejemplo el éxtasis: alguien podría venderte pastillas que contengan PMA en lugar de MDMA. La curva de respuesta a la dosis de PMA es mucho más pronunciada que la del MDMA, lo que implica que tardas más en notar los efectos, por lo que mucha gente se toma otra dosis antes de tiempo y todo termina mal.

Si entras en el territorio de la metanfetamina, el crack, el GHB y la heroína, empezarás a notar los daños mucho más rápido; según un estudio, nueve de cada diez intoxicaciones en EU se deben a sobredosis de algún tipo de droga, así que mi consejo es: no te metas en el territorio del crack, la metanfetamina, el GHB ni la heroína. Sembrar el miedo sobre las drogas suele ser contraproducente, pero tampoco hay que olvidar que el miedo existe por una razón, y si eso sirve para evitar que te llenes la sangre con una dosis fatal de opiáceos, tal vez no está tan mal. Utiliza tu ingenio, tu experiencia en la calle. ¡Confía en tus instintos!

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Foto por Chris Bethell.

Es más fácil desarrollar una adicción a la cocaína si la consumes con alcohol

A no ser que seas un capo multimillonario que aspira cocaína de la punta de un cuchillo en su casa de las Islas Caimán, lo más probable es que, cuando consumas cocaína, también estés bebiendo alcohol. Empiezas a sentirte cansado y mareado y le compras un levantón a un tipo con cara de pocos amigos apoyado junto a su flamante coche.

Pero cuidado: la mezcla de ambas sustancias genera una nueva droga llamada cocaetileno que, aunque produce una sensación de euforia, puede ser muy perjudicial para el corazón, según algunos estudios. Además, la broma te sale bastante cara: dos mil pesos y la nariz tapada cada vez que sales a tomarte una cerveza no es precisamente un hábito muy sostenible.

Por otro lado, hace falta meterse mucha coca para destrozarse el tabique nasal (varios gramos al día durante meses), así que, a menos que tengas un puesto importante en HBO, no tienes que preocuparte demasiado por acabar como Danniella Westbrook.

No te volverás adicto a la heroína por probarla una vez

Aproximadamente el 23 por ciento de las personas que consumen heroína acaban desarrollando dependencia de esta droga. Pero como ya he dicho, lo mejor es mantenerse alejado de ella a no ser que te guste mucho sudar como puerco y vender hasta las chanclas para conseguir dinero para una dosis.

Los drogadictos no son malas personas

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El estereotipo de drogadicto es el de un tipo andrajoso y lleno de pus que vaga por las calles y mea en la vía pública sin ningún pudor. Pero lo cierto es que la adicción puede adoptar múltiples formas. Los borrachos son adictos, la gente que se fuma 30 gramos de mariguana a la semana es adicta. La mayoría de los artistas musicales que más te gustan también lo son.

Lo que quiero decir es que en la escuela te enseñarán a considerar las adicciones de un modo despectivo, lo que a su vez te llevará a tratar a los adictos como basura. Esas personas son extremadamente vulnerables y no conviene burlarse de ellas por las malas decisiones que tomaron en algún momento de sus vidas. Quizá hasta podrías preguntarles si están bien o cómo va su día.

Hablar sobre drogas nunca ha sido ni será extraordinario

Cuando estás en la escuela, tus ansias de impresionar son desproporcionadas. Quieres que la gente sepa que eres #lomás, el que tiene más seguidores en Snapchat que todos los de la clase juntos.

Hacerte el gallito diciendo que tu hermano mayor te dio un porro cuando tienes catorce años está bien, pero si sigues obsesionado con ser #lomás cuando llegas a la edad adulta, acabarás intentando impresionar a la gente en Tinder diciendo que puedes meterte un gramo entero de cocaína de un jalón. Obviamente, a nadie le gusta un tipo así. No hay nadie que quede como un campeón por alardear sobre cuántas drogas se mete. Nadie.

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También cuídate de la mota

Con el cannabis, la moderación también es esencial. Empieza con algo de hierba floja: un poco de Thai o de Rasta. Esa madre te va a poner ligeramente.

Si empiezas con algo muy fuerte, quizá te de un bajón intenso que te impida tragar sin la ayuda de algún líquido y te haga quedar como un tonto delante de tus amigos.

Y ya que estamos en esto, deja que te cuente algo sobre ese rollo de que la mariguana es una droga de iniciación: en un estudio realizado en el Reino Unido, el 93 por ciento de los consumidores de droga encuestados habían fumado mota. Pero, ¿significa eso que el 93 por ciento de los consumidores de droga del Reino Unido están rebuscando entre las fibras de la alfombra una piedra de crack? Claro que no. La mota es tan droga de iniciación como lo pueden ser el alcohol o el tabaco.

Las pastillas tienen la mejor relación riesgo-recompensa

El éxtasis no crea agujeros en el cerebro. La mayor parte de las muertes causadas por éxtasis realmente han sido provocadas por la PMA, esa sustancia de combustión lenta de la que hablé antes. En la escala de peligrosidad creada por el profesor David Nutt, exasesor sobre drogas del gobierno británico, el éxtasis estaba en uno de los puestos más bajos (por debajo incluso del alcohol y la nicotina), superando solo al LSD y los hongos.

Con esto no los estoy animando a que prueben éxtasis. No tomarlas sigue siendo más saludable que hacerlo, y en cualquier caso, existen ciertos riesgos. Lo cierto es que mucha gente va a probar esta droga y experimentará una hermosa sensación de euforia que no se consigue con ningún otro estimulante químico.

Es muy importante ir con mucha precaución a la hora de tomar cualquier tipo de droga, ser responsable con las dosis y asegurarse de no hacer ninguna tontería, como beber mucho alcohol, no hidratarte lo suficiente, o intentar ponerte a nadar con la ropa puesta.

En cualquier caso, conviene recordar que a veces el gobierno y los medios de comunicación —dos instituciones que no siempre saben de lo que hablan— hacen un retrato desproporcionado de algunas drogas.