LaserDisc, la nueva planta de vinilos en Latinoamérica

Este texto se publicó originalmente en THUMP Colombia.

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Aunque en los últimos meses las historias sobre el auge de vinilo continúan con titulares como: 'Las ventas de vinilo repuntan en relación con los servicios de streaming' y 'El vinilo muestra sus ventas más altas en 25 años', la popularidad del formato no sirve de mucho sin la existencia de una planta prensadora que pueda mantener la nueva demanda. Frente a este fenómeno, el año pasado en Argentina, Sony Music reeditó en vinilo quince discos de artistas nacionales de culto de rock en español como Almendra, Pescado Rabioso, Invisible, Soda Stereo, Virus y de las duplas Gustavo Cerati-Daniel Melero y Charly García-Pedro Aznar, cuyas 30 mil unidades se agotaron apenas unas semanas después de su publicación.

Hasta a fecha, Polysom y Vinyl Brasil eran las únicas fábricas de vinilos en Sudamérica. Después de ser la única planta existente en Latinoamérica y después permanecer cerrada por varios años, Polysom, ubicada en Río de Janeiro, fue adquirida por Deckdisc, uno de los sellos independientes más poderosos del Brasil. La segunda, ubicada en Sao Paulo y dirigida por el músico y productor Michel Nath, comenzará a trabajar a mediados de este año, anticipando poder fabricar hasta 140.000 unidades mensuales, convirtiéndola así en la más grande de América latina.

LaserDisc contará con la misma capacidad de la planta Polysom. Sus primeros clientes serán, en un principio, las tres grandes casas discográficas que lideran el mercado mundial y tienen operaciones en el país: Sony, Warner y Universal. Las dos primeras ya prometieron empezar con la producción de títulos locales para luego empezar con los extranjeros.

Hablamos con Nicolás Musco, gerente comercial de LaserDisc, sobre cómo este negocio va a influenciar la escena en América Latina.

¿En qué momento LaserDisc decide volver a abrir una fabrica de vinilos?

En el mundo existe y se habla del boom en la demanda del vinilo, tanto para los viejos consumidores que ya conocían el formato como para los jóvenes que están empezando a conocerlo. Desde hace 30 años LaserDisc ya tenía experiencia haciendo vinilos. Nosotros ahora fabricamos CDs, que son mucho más difíciles de fabricar que el vinilo. Además, ya tenemos relación con los grandes sellos discográficos, y en Latinoamérica como no muchos hacen esto. En Argentina seríamos los primeros.

¿Qué tipo de relación mantienen con los grandes sellos discográficos (Sony, Warner, etc)?

Yo trabajaba en Warner antes que en LaserDisc y en el 94 hicimos las últimas reposiciones de vinilo. En los ochenta hubo un gran cambió en estos sellos, tanto en Argentina como en el mundo en general, y es que comenzaron a tercerizar la fabricación de los productos, primero de vinilo y después la de cassetes, para dedicarse a manejar el producto, el marketing y las finanzas. Luego, con la introducción del CD, se acabó la producción de vinilos y cassetes. Con Warner traíamos los CDs desde Alemania, pero siempre ha existido inconvenientes con la importación por temas como la demora en los tiempos, impuestos y aduanas.

¿Cree que el reciente crecimiento en las ventas de vinilos es por moda o es una tendencia que se va a instalar por un tiempo?

Me parece que es una tendencia creciente porque se trata de una experiencia distinta con la música. La gente parece cogerle cada vez más cariño a esta forma de apreciar la música de manera distinta, con algo más físico que trasciende las actuales tendencias digitales. También pasa que por el formato la gente lo ve más como una obra de arte. Muchos artistas, diseñadores e ilustradores se dedican sólo a hacer caratulas, y en este caso qué mejor que tener el vinilo. Conozco a algunas personas que tienen los vinilos enmarcados porque los consideran verdaderas obras de arte. Todo esto siento que tiene ver con la ceremonia de escuchar la música de una forma diferente. Escuchar más profundo y de manera atenta qué es lo que pasa con el vinilo. En casa se vuelve un tipo de meditación. Por otra parte también está el fenómeno de la música electrónica y los DJs que prefieren el formato.

¿Sus productos están destinados a un público especializado?

Hoy en el tema del vinilo ya no solemos hablar de nichos porque esto ya es una tendencia masiva y mundial. Están claramente establecidos los públicos de los coleccionistas de géneros concretos tipo tango, rock sinfónico y ahora, con la música electrónica, los DJs. Sin embargo, el formato del vinilo es transversal a todos los géneros desde folklore, tango, rock, electrónica y hasta música clásica, y creemos que le interesa a todo el mundo. Por lo pronto nosotros nos dedicaremos a suplir la necesidad de producción para grandes y pequeños sellos acá en la Argentina.

¿Cómo ven a sus competidores directos más cercanos, los brasileros (Polysom y Vinyl Brasil)? ¿Cómo se diferencian de ellos?

Yo estuve en Polysom y realmente su producto no es muy superior. Hacer vinilos no tiene mucho secreto, pero hay cosas con las cuales diferenciarse. Las maquinas de Polysom son viejas, porque las conozco, y considero que trabajan de una manera muy precaria. De Vinyl Brasil no lo sabemos aún porque son nuevos y no han empezado producción, pero ellos parece que vienen serios. Algunas empresas argentinas traen discos de países como República Checa, que son muy buenos, y de Irlanda, pero Irlanda es pésimo pues usa materiales de poca calidad y no controlan bien sus procesos productivos, lo que resulta en un pésimo producto. Son cosas realmente muy básicas, como revisar las temperaturas, pero no lo hacen. Igual, por lo pronto sólo buscamos suplir la demanda existente en Argentina y un poco de Chile. Tenemos nuevas maquinas y todas las autorizaciones y controles que nos obligan a tener los grandes sellos, por esto sentimos que estamos al nivel de competir con la más alta calidad.

Siempre nos ha distinguido la calidad en lo que hacemos, en CDs también ya que en realidad al momento existen cuatro fabricas que hacen CDs: Argentina, Chile, Brasil y Perú. Existían en Costa Rica, pero no dio resultado porque estaba muy cerca a México, y Colombia con Giorgio Discos.

¿Considera que parte del incremento en las ventas del vinilo proviene del crecimiento de sellos y artistas independientes?

Claro que sí. Acá en Argentina, y en todo el mundo en general, estos actores han crecido mucho. Algunos hasta llegar a competir con los grandes sellos, y es un formato con el cual se sienten identificados también.

¿Cuál es su relación con estos actores?

Por lo pronto recibo cotizaciones de toda clase de artistas y sellos, tanto de los grandes sellos con los cuales ya tenemos relación como con aquellos más pequeños que están interesados en sacar vinilos.

¿Será posible para los sellos y artistas independientes prensar vinilos con LaserDisc ?

Hasta el momento sólo hay pedidos de presupuestos, entonces no podría hablar de la factibilidad. Pero la posibilidad está y sin lugar a dudas estos sellos y artistas independientes prefieren el vinilo antes que cualquier otro formato porque es más visible y les da mucha más presencia.

¿Cuánto el pedido mínimo que reciben en LaserDisc ?

El pedido mínimo son 300 unidades.

¿Cuánto le costaría a un sello o artista independiente argentino prensar vinilos en LaserDisc?

El precio al público son aproximadamente $3 dólares por vinilo. Es decir el mínimo pedido son $900 dólares. Y esto sale sólo el vinilo con el sobre blanco, faltaría sumarle a eso la parte gráfica, que no hacemos, y el sobre que le quieran poner después.

En República Checa sale aproximadamente $1.8 dólares pero con todos los gastos extras: arte, sobre, marketing, coordinación y además el transporte. Traerlo a Argentina sale mucho más caro.

¿Cuánto le costaría a un sello o artista independiente colombiano prensar vinilos en LaserDisc?

Sale a los mismos $3 dólares por vinilo, Pero creo que no sería un buen negocio para Colombia, sobre todo por el tema de la distancia y la nacionalización, ya que tienen una mayor facilidad de prensar en México, Estados Unidos o Canadá.

¿Qué tipo de servicio creen que proveen para la escena cultural, tanto argentina como latinoamericana ? ¿Cómo cree que se va enriquecer la industria, más allá de difusión web? Sobre todo ahora en la era digital donde los costos de subir un material para el consumidor final son mínimos.

Como empresa en Argentina somos la única que le está apostando a esto y siempre trabajamos de la mano a las industrias culturales y del entretenimiento. Ahora apostamos a tener licencias de los tres grandes sellos para continuar brindando apoyo a la industria, haciendo un poco el frente a la actual falta de rentabilidad de los formatos físicos como el CD y el vinilo. También tenemos otros clientes institucionales que forman cerca del 30% de lo que hacemos, pero nuestra gran apuesta es fortalecer estos formatos y así a la industria y la cultura. Por el lado web nos movemos, pero para fines de promoción del lo físico. En algún momento pensamos meternos en la distribución digital, pero decidimos no hacerlo por apostarle a lo físico, que creemos que todavía le queda tiempo. Hoy hay que encontrar formas en la industria para encontrar convergencias entre lo físico y lo digital. Todos los formatos son y van a ser válidos, pero creemos que todavía existe la necesidad de dejar de ser tan digitales. Es como el libro, a veces voy a querer leer en el metro y es más conveniente leer en el celular, pero otras veces voy a querer tener el libro. Todo se resume a que son experiencias distintas.

¿Cómo ve el panorama de este formato a nivel latinoamericano? ¿Para dónde cree que va el continente al respecto de este tema?

El boom de los CDs, a finales de los ochenta y principios de los noventa, ¿por qué fue un boom? Porque todo lo que había sido editado en vinilo o en cassette se pasó a CD y de ahí en adelante se empezó a hacer en CD. Ahora tenemos un panorama donde no se hicieron vinilos durante muchos años, entonces todo este material se va a re-editar y re-masterizar. Yodo este material que viene desde el 93-94 hasta la fecha hay que hacerlo, porque no se hizo. Pero entonces ahí va la complicación, del CD hay que modificarlo porque sino estarías escuchando lo mismo que en CD, entonces hay que conseguir el formato en un WAV de 24 bits, tratar de simular muchos de los armónicos que le faltan, en fin, todo el proceso. Y está además todo lo que va a salir nuevo. En Latinoamérica actualmente se está creando mucha música, y los artistas cada vez más quieren sacar su música en vinilos, se les ha vuelto un fetiche. En resumen, mucho de lo que ya se había hecho en vinilo se va a volver a hacer, luego está todo lo que se hizo lo últimos 20 años que se sacó en CD, más todo lo que nace ahora. En algunos géneros va a llegar más fuerte que a otros, pero esto es transversal al género. Desde Shakira hasta lo más desconocido del Folklore Argentino va a querer sacar su música en vinilo y seguro también va a haber demanda de estos. Acá en Argentina ya tengo presupuestos para sacar desde Almendra hasta música tropical-cumbia independiente. Entonces en este sentido, el continente tiene mucho para donde crecer.