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Para todos los que nos gusta bailar hasta que el cuerpo no aguante más, un festival como el Bahidorá resulta una delicia y una perfecta excusa para apagar el celular y dejarse arrastrar por los diversos ritmos que te jalan de un universo a otro sin parar.La oferta de música, activaciones, espacios, albercas, áreas naturales y comida era tan amplia que definitivamente fue muy difícil abarcar todo. Sin embargo, esto mismo te invitaba a simplemente dejar de pensar en otros espacios y disfrutar el momento que te toco vivir.
Para todos los que nos gusta bailar hasta que el cuerpo no aguante más, un festival como el Bahidorá resulta una delicia y una perfecta excusa para apagar el celular y dejarse arrastrar por los diversos ritmos que te jalan de un universo a otro sin parar.La oferta de música, activaciones, espacios, albercas, áreas naturales y comida era tan amplia que definitivamente fue muy difícil abarcar todo. Sin embargo, esto mismo te invitaba a simplemente dejar de pensar en otros espacios y disfrutar el momento que te toco vivir.
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Para nosotros, los amantes de la electrónica, hubo bastantes highlights durante el evento pero Audion sin duda fue uno de los actos más impresionantes (y lamentablemente también de los más cortos).¡Que manera de jugar con nuestro cerebro la del señor Audion! Cuando menos nos dimos cuenta ya estábamos poseídos por los espíritus digitales del techno bailando como si fuéramos títeres cuyas cuerdas salían directamente de las tornamesas.Rroxymore, Lawrence, Kornél Kovács y NU fueron otros actos electrónicos que, gracias a una curaduría buenísima, ambientaron perfectamente durante el horario que les correspondía. NU, especialmente, cuyo acto fue planeado para el amanecer, fue un perfecto maestro de ceremonias para recibir el sol del segundo día del festival.El parque de Las Estacas se llenó de pequeños y grandes rincones con diferentes ambientaciones para que el viaje no parara. Uno de los spots más escondidos e íntimos que ofrecía el festival fue La Isla B, un área apartada del festival donde destacaba "La Madriguera" un pequeño stage bohemio donde el rock psicodélico se apoderó del ambiente.Y claro que no vamos a dejar pasar la oportunidad para resaltar la sublime presencia de esos baños tan perfectamente limpios que durante todo el festival nos dieron servicio. Los baños de Bahidorá 2017 definitivamente se merecen un poema.A continuación nuestra serie fotográfica que engloba un poco de la energía que se vivió durante el pasado fin de semana:
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**Fotografías por: Iván Bocanegra
