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Música

Que les den por culo a los vecinos

Dos puntos de vista sobre el problema del ruido nocturno (parte I).

Últimamente se habla mucho sobre el futuro de la escena musical independiente de este país. Que si el IVA, que si el aforo de las salas, que si las ayudas, que si las leyes cívicas, etc… Para un pequeño sector de la población esto supone un golpe terrible a su forma de vida, pero he querido plantearme la situación desde dos puntos de vista distintos. El primero es el de la gente que está metida en estos asuntos musicales, ya sean bandas, promotores, salas o público. Pero también he querido intentar entender a esos vecinos que no pueden aguantar de ningún modo el ruidal que desprenden los conciertos en directo. Digo yo que todos tendrán sus razones para apoyar sus distintos puntos de vista sobre el tema. Quizás, en el fondo, todos tenemos razón y todo es completamente lícito. Empecemos.

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De verdad, que les den por el culo. Hace tiempo que a los vecinos se les ha subido la moral con el apoyo que han recibido de ciertos ayuntamientos a través de ciertas leyes cívicas y excesos administrativos. Supongo que se alegran de la subida del IVA en los conciertos y de todas las restricciones que hay a la hora de abrir un local que ofrezca música en directo a los ciudadanos. Entiendo perfectamente todo el tema del descanso y esas tonterías pero eso no tiene punto de comparación con lo que se está perdiendo: una escena musical nacional digna y reconocible.

Tenemos que ser conscientes de que España tiene un problema. Aquí no quiero ponerme didáctico ni nada pero tengo una teoría que siento que arde dentro de mis pelotas. Cuando en los años 50 y 60 surgió el boom de la cultura popular (apareció un nuevo segmento de la población –los jóvenes- que se convertían en consumidores y estaban interesados por el cine, la música, los cómics, etc…) aquí estábamos totalmente paralizados (caudillo). Básicamente nos perdimos la creación y solidificación de la industria cultural. Aquí casi nadie sabe nada de la historia de la música popular y esto es una gran vergüenza porque está directamente relacionado con la inexistente solidaridad que recibe la música en directo.

No es que el resto de Europa o del mundo sea mejor que esta llanura ibérica, pero solamente hace falta darse una vuelta por el continente para ver que aquí la música se menosprecia. La música tiene que existir en la ciudad y lo que se está haciendo aquí es aniquilarla o trasladarla a los extrarradios. Esto no tendría que ser del todo malo si se generasen sitios de reunión interesantes fuera de las ciudades pero sí se convierte en un problema cuando se saca la música de los pequeños locales y se traslada a las grandes salas de conciertos o estadios. Estos espacios no son lo que necesitan los cientos y miles de pequeñas bandas que quieren tocar cada fin de semana.

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Es como si no fuera importante pero las pequeñas bandas generan grupúsculos de gente que se reúne y a la larga pueden crear escenas identificables como la movida de K Records en Olympia, Flying Nun en Nueva Zelanda o el sello Goner en Memphis. De las pequeñas semillas surgen las grandes joyas de la música. Siguiendo con estos dos ejemplos, gracias al esfuerzo de toda esta gente surgieron grandes bandas como Beat Happening, The Clean o Jay Reatard, auténticos referentes del pop guitarrero y el garaje destartalado. Referentes de los cuales yo me sentiría totalmente orgulloso de poder decir que surgieron en nuestro país. De todos modos en España han surgido movimientos de los que tendríamos que estar mucho más orgullosos, como el punk y hardcore ibérico de los 80’s, la escena mod y skin, el pop ese chicletero de los 90’s por no hablar de lo más conocido como la Movida madrileña, la nova cançó o la Ona Laietana. Todo eso fue posible gracias a la música en directo y a la gran cantidad de espacios donde se podían organizar eventos, espacios que hoy en día no paran de cerrarse.

Los pequeños locales dan oportunidades a muchas bandas a poder tocar en directo. Bandas que pueden generar una escena, que pueden generar una industria que finalmente pueda ser un sello para el país a nivel internacional (hola #marcaespaña). ¿En qué coño piensas cuando te dicen Liverpool? Joder, a eso me refiero. La ignorancia de todos los órganos oficiales culturales hacia las pequeñas iniciativas musicales no es lo peor de todo. De hecho las pequeñas bandas y escenas nunca han necesitado dinero para seguir adelante, solamente necesitan cajas de cervezas y pequeños locales para tocar. Y eso es exactamente con lo que se está terminando. Que lo ignoren los políticos es más o menos aceptable, pero que esta ignorancia venga dada por los ciudadanos es una auténtica barbaridad.

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Luego se sienten orgullosos de que grupos de aquí sean reconocidos fuera de nuestras fronteras, pero ¿de dónde creen que salen estas bandas? Estos grupos llevan años y años tocando en antros, haciendo distintos proyectos, ensayando en locales, enviando demos a sellos, fanzines y blogs, etc… Esto no surge de la nada. Y me refiero a grupos desde El Gincho, Talabot o Delorean a pequeñísimas bandas ignoradas (por suerte) por las instituciones que venden discos, giran y son muy reconocidas fuera del territorio español como fueron Omega 5, Invasión, Glam o Venerans. Por decir unos pocos.

De hecho es curioso que las bandas que triunfan a nivel nacional y son apoyadas a nivel institucional no forman parte de ninguna escena reconocible. Lo que el estado apoya son iniciativas como Manel y Mishima (perdón, escribo desde Cataluña y los primeros nombres que me salen son estos – y son grupos con las que, por otra parte, no tengo ningún tipo de problema-), bandas que triunfan a nivel local pero totalmente desconocidas a nivel internacional. La idea que tengo yo de empezar un grupo es la siguiente: primero hay que  fanatizarse con un movimiento cultural concreto, ya sea el punk, el hardcore, el garaje o lo que sea. Luego se estudian las distintas escenas internacionales, se leen fanzines, revistas y, en definitiva, uno se empapa de información sobre el tema. Joder, incluso puedes empezar a vestirte como lo hace toda la peña de esa escena, pero yo nunca he sido mucho de disfraces. Luego descubres que en tu ciudad ya hay grupos que tocan ese asunto que tanto te gusta y gente que organiza conciertos.

Sales cada fin de semana por las mismas salas y conoces a la gente que integra esa, digamos, escena. Te emborrachas y alzas el dedo en los conciertos y te largas a casa con algunos discos que te has comprado. Tocas con tu grupo como si no hubiera futuro y cuando tienes la primera demo contactas con personas que hacen fanzines o sellos de aquí o de fuera que editan discos y se va tejiendo una red por la que de algún modo, das a conocer a tu banda, sin ni siquiera haber tocado en más de 4 salas de tu ciudad. Joder, a los pocos años puede ser que te conozca más gente fuera que dentro de España. Eso es así. Bandas como las catalanas que he citado al principio no funcionan para nada de este modo y es por eso que no tienen tanta repercusión internacional, ya que no tienen tanta conciencia de la música que están tocando ni de su valor histórico.

No puedo entender como se defiende a nivel popular y institucional la amputación de un eje cultural tan importante como es la música y sigo creyendo que el problema principal fue la educación. la gente no vivió la explosión del rock and roll, la gente nunca ha visto la música como algo serio. Lo serio aquí es trabajar en el taller, ganar dinero y morir. Estamos dentro de la cultura de la tristeza.

¿No estás de acuerdo? Pincha aquí: Que les den por culo a los grupos