Familia de devotos
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"Secuestradores, prostitutas, policías, son devotos de la Santa, pero no quiere decir que la Niña sea mala como dice la iglesia católica. San Judas Tadeo es reconocido por la iglesia y los narcos lo veneran y ahí no dicen nada, y a él sí lo canonizaron", sentencia la sacerdotisa antes de iniciar una pureada con ayuda de su esposo, Juan Carlos.Una "pureada" es el nombre que recibe el ritual de purificación en el que se sumergen y lavan en un balde con agua, pétalos de rosa y ruda, las figuras de la Santa Muerte; posteriormnete se secan con una toalla y se cubren con nutridas bocanadas de humo de un puro. "Este ritual que hacemos sirve para arrasar con la brujería, sacar la sal y abrir caminos; también funciona para descargar toda la energía que cargaron las Niñas. Después las revestimos de gala y las asentamos en su altar", dice, Juan Carlos, manteniendo un habano, Cohiba, encendido entre los dedos.Un sudoroso grupo compuesto por doñas, niños, hombres y un perro, han seguido con atención el ping pong verbal que he mantenido con la pareja durante la liturgia de purificación. Un lánguido ladrido del perro parece la señal de inicio de la misa, porque a partir de éste todos se sientan en una silla y adoptan el gesto impaciente de quienes esperan se abra el telón. Para provocar suspenso se ha colocado debajo de una mesa un sartén con carbones encendidos; el ambiente se torna sofocante. La retahíla de la noche consiste en agradecimientos a la Santa Muerte, cantos y oraciones a la virtud, el hogar y a los devotos presentes; todo enmarcado por fúnebres melodías con órgano operadas desde una laptop conectada a una bocina con llantas.
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La ceremonia ha llegado a su fin. Karla apaga el micrófono y enciende un cigarro. Una devota se levanta de su silla y pasa al frente cargando a su sobrino de un año. Juan Carlos se acerca a la mujer e intercambian algunas palabras. Ella coloca una de sus manos sobre los ojos del infante y él prende su Cohiba y descarga cinco nutridas bolas de humo sobre el rostro del bebé. "La limpia que estás presenciando es necesaria porque el niño padece una infección en la garganta. Está debilitado en salud, tiene una secuela de situaciones porque su madre lleva una vida mala, aun así él es un milagro grande", dice Karla, mientras se da un manotazo en un brazo para matar un sancudo. Cuando termina de matarse dos sancudos más una madre de familia y su hijo enfermo de ocho años la abordan; Karla lo examina y posteriormente da su diagnóstico."Mire, señora, el niño está cargando aire, independientemente de que esté enfermo está cargando aire ―el niño las ve con mirada suplicante―, pero no se preocupe, eso sucede mucho por aquí porque hay mucho monte. Tiene una bacteria; como cargó aire su cuerpo quedó más propenso a enfermarse de una bacteria. Mañana, en su casa, consiga un huevo fresco de gallina de patio y páseselo al niño por la cabeza. Eso le servirá para descargar el mal aire que agarró; lo hará tres veces al día durante un lapso de nueve días", explica la sibila con autoridad médica. "Voy a acechar quién de los vecinos tiene gallinas", responde la madre del enfermo dando pequeños tragos a una Coca Cola de litro.
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La Santa Muerte: "Hagalo usted mismo"
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Farfán, propietario de un puesto de sandalias
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Magaly, cajera de Bodega Aurrerá
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En el trabajo no me discriminan, pero sí murmuraban. Tenían la idea de que les iba a pasar algo por no llevarse conmigo, por no obedecerme, pero ya se acostumbraron y se calmaron las aguas. Soy cajera en un mercado Soriana. Algunos clientes reconocen la oración que tengo tatuada y me enseñan su tatuaje o su dije para que vea que también ellos son devotos de la Niña. Ya es más común que las personas hagan alarde de su devoción.
Cintia, cajera de farmacia
Alberto, diligenciero en motocicleta
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Pedro, mecánico automotriz
Carmen, ama de casa
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Gerardo, cajero de Soriana, 25 años
Tequila, conductor de un carro de sonido
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Miriam, treinta años, desempleada
Armando, comerciante de accesorios de la Santa Muerte
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A todos les gustó mi grito, porque a la Santa Muerte la llevamos en la carne y en el alma.
Yaneri, 20 años, ama de casa
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Lo que sí es que la Santa ya no quiere estar con mi tío, porque muchas veces ocupo a la Niña en su beneficio, la uso y no le dio nada a cambio; ni un rezo. Por eso, si tiene a la Niña, le va peor, aquí también lo encarcelaron por robar; la Niña ya no le ayuda.
Juan Carlos, payaso de fiestas infantiles
¿Cómo nació, Rosita? Comenzó como un sueño mío. Amor, ¿qué pasaría si armamos una Niña? ―le pregunté a mi esposa una noche que ella estaba lavando ropa a mano. No Juan Carlos, todo a su tiempo ―me contestó; pero soy muy desesperado, se me mete algo en la cabeza y ya lo quiero tener. Entonces me salí al patio y con un palo, una base y alambre, armé la estructura, lo que viene siendo el cuerpo de Rosita. Al otro día fuimos a compra tela para hacer su ropa y una máscara de calavera. No me convenció la máscara y nos estancamos. Pasaron los días y fuimos a otra tienda a comprar su peluca y sus manos. Estábamos viendo las cosas en la tienda y de repente me dice mi esposa ―señalando hacia arriba―: mira amor. Volteo y está una máscara de cerámica, sólida, dura, como si fuera un cráneo. Fue como si Rosita nos dijera, "hey, aquí, arriba"; fue cuando supe esa debería ser la cara de Rosita.
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¿Qué pasa? Pasa que uno nunca elige, es ella la que se impone, jamás la vamos a armar como nosotros digamos. Rosita es muy mañosa y caprichosa, muy de: "haz la cosas bien o te aplaco". Cuando llegamos a la casa le pusimos su nuevo rostro y costuré su ropa con hilo y aguja. Decidí que no llevaría guadaña, sino espada. Comencé a tallar un trozo de madera a las doce del día y terminé a las doce de la noche; me dolía mucho el brazo y mi esposa me lo sobó. En la mañana tenía un dolor muy feo. Fui hasta donde estaba, Rosita. Madre, ayúdame a terminarte tu espada, por favor ―le pedí. En cosa de diez minutos se me quitó el dolor; pero terminé de tallar la espada y me regresó el dolor.Hace un tiempo llevaba una mala racha, había sido un año pésimo. No había shows infantiles y hasta en los camiones me iba fatal. Estuve mal, a tal grado, que estuve a punto de buscar trabajo de lo que fuera. Después de diez años quedaría en el olvido mi personaje, Tres Patines.Pídele ayuda a Rosita, pídele ―me dijo mi esposa. Mi amor, le pido pero, siento que ya fue mi oportunidad ―le contesté; de todos modos le pedí a Rosita que me ayudara. A los dos días me hablan al celular. ¿Cuánto cobran ―me preguntan― por un show infantil? Mil pesos ―contesto. Todo salió bien. A la semana cae otro trabajo, ahora de mil ochocientos. Desde ahí comienzo a generar mi trabajo, comienza a haber trabajo. Hasta el día de hoy me respalda.
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Fue una prueba difícil de superar. Rosita me puso una prueba para saber si mi fe era real o sólo la quería para algo. Yo estaba caído y ella me levantó y hasta ahorita sigo con ella en pie. De hecho trabajo en un parque, y no me va bien a veces, tenemos problemas, pero ella por delante. Es increíble, pero mi esposa hace una oración y nos va bien. Yo le pido a ella: "madre cúbrenos, condúcenos, porque vamos con todo, tú adelante y nosotros atrás" ―le decimos a Rosita.Cada fin de semana viajamos a Motul a dejar a mis hijas, que tengo con otra mujer. Hace dos meses cuando apenas íbamos me vino a la mente que se me iba a ponchar mi llanta. Dicen que tengo un gran don de ver lo que va a pasar en un futuro. No dije nada, nomás lo pensé. Toqué a una de mis Niñas, en el carro tengo tres, y le dije: "madre bendíceme, cuídame en la carretera". Y nos fuimos a Motul. Cuando veníamos de regreso, al agarrar un entronque, comienza mi llanta a fallar, hasta que se ponchó. Pasó una patrulla y nos dijo que tuviéramos muchos cuidado, porque estábamos en una zona despoblada. "Es una zona de maleantes, asaltan cuídense", no avisó. Afortunadamente Rosita nos ayudó. No nos pasó nada y logramos avisarles a unos hermanos del santuario y fueron por nosotros. Volvimos a agarrar carretera y entre la neblina pude ver a Rosita, nos fue abriendo camino todo el trayecto.