No es ningún secreto que la industria musical está pasando por un proceso de reestructuración. Desde que la internet se metió con la repartición de fonogramas (el nombre que se le da legalmente a las grabaciones), el aparataje que desarrollaron las grandes disqueras se vino abajo. Ya tener el monopolio de la producción del medio físico (CDs, casetes o vinilos) no asegura que la gente va a comprar lo que tienes para ofrecer en la tienda de siempre, el "consumidor" puede ahora acceder a todo este contenido a través de varios medios desde la comodidad de su casa.¿La razón de esto? Pues nada más ni nada menos que los computadores y la infinidad del Internet. Existen varias plataformas para escuchar música a lo largo y ancho de la web. Se puede encontrar bibliotecas "generales" (dónde la música de los grandes selloses la más popular), cómo ocurre en Deezer o Spotify y las plataformas de Apple. Otras más especializadas cómo Beatport, Bleep o Juno, o también están las que terminan siendo más de músicos para músicos, como es el caso de Soundcloud y Bandcamp.A Discogs, por su parte, se le puede considerar la biblioteca más completa, pero aunque en este texto las ediciones físicas no van a cobrar tanta relevancia, sí recomendamos utilizar Discogs pues le va a ayudar a hacerse buenos mapas de géneros respecto a sellos y artistas, así mucho de lo que tengan en el registro no esté digitalizado.Youtube termina siendo un universo por si mismo, al contener catálogos enteros, varias veces, en muchos videos de diferentes origenes. Mejor dicho: mucho de todo repetido.*Alguien levanta la mano en el salón*-Sí, tú, el de atrás.-¿Y quién guarda control de los derechos de autor en esta explosión de contenido repetido?-Esa es una buena pregunta.Pues es ahí cuando entran las distribuidoras digitales y/o agregadoras musicales (no todas ofrecen los dos servicios, pero tienen funciones muy similares). Una distribuidora se encarga de mediar el acceso a artistas, y a veces de los sellos, a las diferentes plataformas y mercados. Les ayuda a subir su contenido y hacerlo disponible en las tiendas y plataformas mencionadas anteriormente. Esto le salva tiempo al músico, pues puede desde ahí mirar todas las estadísticas e ingresos que se generen en las diferentes plataformas y mercados en linea. A la plataforma también le resulta funcional, porque les ahorra tener que trabajar directamente con todos los miles de artistas que hay inscritos, cada uno con su caso particular.De ahí el nombre distribuidora digital.Las tiendas logran generar ingresos por ventas directas, las de streaming por reproducciones (tema que causa mucha controversia todavía) y Youtube gracias a la pauta que se logre hacer sobre el video, si está monetizado, claro. Son ingresos desde muchas fuentes, algunos son tan pequeños que, incluso, es más costoso hacer la transacción que el valor a mover.Lo que hacen las páginas cómo ONErpm, CD Baby, TuneCore, o The Orchard es agregar los diferentes ingresos a una sola cuenta. Algunas cobran por distribución, por lo que puede salir más costoso inscribirse que las regalías que uno recibe. Otras proponen crecimiento por porcentajes, los servicios que ofrecen varían según cada una.Si usted tiene algún proyecto musical la recomendación es que investigue cual de estas plataformas le sirve más.
Publicidad