Seguramente son muchas las personas que montadas en una bicicleta estática o sudando la gota gorda en una clase de aeróbicos, han mojado toalla al ritmo de Eric Prydz o Madonna. La música y el ejercicio, con el paso del tiempo, han creado una sinergia infalible para el beneficio del cuerpo, una receta fundamental dentro del levantamiento atlético que atraviesa esta generación. Desde hace aproximadamente cinco años la llamada cultura fitness entró abruptamente al país del Sagrado Corazón, al diario vivir de los colombianos, revolucionando la forma de amar y realizar ejercicio.
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