¿Cómo saber si eres demasiado viejo para salir de fiesta?

Artículo publicado originalmente en THUMP Alemania.

¿Recuerdas a la amorosa pareja de ancianos que recientemente visitó fabric? Por un día o dos se sintió como que todo el mundo estaba encaprichado con un par de octogenarios que se movió por uno de los clubes más famosos del Reino Unido. Una bonita historia en una era donde reina la negatividad. Miramos al par y de forma colectiva soltamos un "¡AWWWW!". Y se sintió bien.

Tan pronto como llegas a mediados de tus 20s, comienzas a sentir dolores y quejarte y no puedes hacer otra cosa sino preguntarte si tú, sí tú, estás empezando a ponerte un poco viejo. Quizá es momento de dejar eso de salir de club. Claro, no hay nada realmente deteniéndote para que salgas tres días seguidos a cinco clubes diferentes a ver a 21 DJs, te fumes todas las cajetillas que puedas e ingieras al menos seis latas de la bebida energizante más barata que encuentres. Es sólo que… Ponlo de esta forma: cuando eres joven piensas que tus noches pueden ser eternas. Entonces dejas de ser joven y te das cuenta que no lo son. La mayoria de la gente acepta gradualmente eso y cambian el baile por un club de domino. Otros continúan, quizá por demasiado tiempo.

Con ello en mente, reunimos una lista de señales que te harán saber cuándo es momento de perder la esperanza, según nuestros colegas alemanes.

1. El cadenero te preguntará si de verdad quieres ingresar.

2. El cadenero te preguntará si vas a aguantar el desmadre.

3. Tú le dirás al cadenero, "¿Qué? ¿Puedes repetir? No logro escucharte".

4. Pones un pie en el club y te das cuenta que podrías haber cometido un terrible error.

5. Has asistido a tantos funerales recientemente que te has quedado sin camisas negras y tus jeans acampanados deslavados y tus tenis Nike se ven fuera de lugar.

6. No puedes dejar de pensar en las reparaciones que debes hacer mañana en casa.

7. Encuentras un sofá y tomas un buen y largo descanso para pensar en las reparaciones que debes hacer mañana en casa.

8. Te quedas dormido en ese sofá y sueñas sobre las reparaciones que debes hacer en casa mañana.

9. Te das cuenta que le pides al barman una cerveza ligera.

10. Momentáneamente olvidas dónde estás y te preguntas por qué tanta gente está parada increíblemente cerca de ti.

11. No puedes dejar de pensar como las cosas eran mejores en tus días.

12. Estás increíblemente confundido por todo lo que todos gritan en tu oído. Suena como un largo y lento zumbido de corneta.

13. Invades la cabina para decirle al DJ que baje un poco el volumen.

14. Se poncha una llanta de tu andadera por todos los vidrios de botellas rotas que hay en el piso.

15. Debes rechazar la oferta del dealer porque no se va a llevar bien con las pastillas para el corazón que recientemente te prescribió el doctor.

16. Te entra el pánico porque podrías cruzarte con tus hijos. O con tus nietos.

17. Pasas tres días con cruda como resultado de la cerveza ligera que tomaste en el club.

Alternativamente: Ignora todos estos puntos y disfruta del club mientras te haga feliz.