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Música

España redujo los impuestos a discotecas y salas de fiesta

Mientras en otros países el Estado le baja los impuestos a las expresiones culturales, en Colombia estos espacios para la cultura están cerrando sus puertas por falta de apoyo.

Dicen que no es muy bueno mirar en el patio del vecino para darse cuenta que su pasto es más verde. Pero en las últimas semanas pasó algo en España que significa una razonable ventaja para el sector cultural y que no podemos dejar de envidiar.

El pasado 31 de marzo se aprobó una norma que autoriza la disminución de lo que allá se conoce como "IVA Cultural" sobre la venta de entradas a un evento de un 21% a un 10%. Esta norma cobija a "los servicios de hostelería, campamento y balneario, los de restaurantes y, en general, el suministro de comidas y bebidas para consumir en el acto, incluso si se confeccionan por encargo". En un momento se habló de excluir  "los servicios mixtos de hostelería, espectáculos, discotecas, salas de fiesta, barbacoas u otros análogos", pero esta extensión fue eliminada.

En la práctica, esta medida significa que antes, por cada boleta de ingreso comprada (cover pagado, reserva hecha, etc) los propietarios de los establecimientos culturales debían darle el 21% al Estado. Con la reducción, el impuesto correspondiente será del 10% por entrada, dejándole desde su implementación un 11% de ganancias extras a los establecimientos.

Ahora atravesemos el charco y volvamos a Colombia, en donde lugares que le apostaron a la diversidad cultural han cerrado precisamente por problemas económicos. A finales de diciembre de 2016, en conjunto con Noisey anunciamos que Casa 969 cerraría sus puertas definitivamente, y el argumento de Javier Bulla, booker del venue, fue que "la falta de consumo cultural, así como el poco apoyo del Estado para estas dinámicas sociales, donde no se tiene en cuenta la inversión que hacen estos sitios y lo que representan para la economía local, versus los ingresos que genera esta escena de nichos". Agregó también que "esto tiene como repercusión que seguir en pie de lucha sea insostenible, y por eso el cierre de este venue/restaurante finalmente se da por la venta del local a otro grupo de restaurantes".

Otra de las víctimas fue Mikasa en Cali. Al momento de cerrar sus puertas, Alex Jaramillo, socio y fundador del sitio le dijo a Noisey que "es necesario que la ciudad también se plantee reflexiones frente a los espacios de circulación de la música independiente y emergente. Creemos que ese vacío que va a dejar Mikasa, va a ser provechoso para la ciudad, sentimos que va a poner a reflexionar a promotores, al sector público y privado, porque creemos que la ausencia va a pesar mucho entre los que no valoraron la propuesta, por decirlo de alguna manera".

En Colombia los bares y clubes deben pagar impuesto de renta, retención en la fuente, industria y comercio, pagarle a Sayco, valores que se determinan dependiendo de la capacidad cada bar. El solo impuesto a los licores es del 30% sobre las ganancias. ¿se imaginan lo que un IVA del 10% le ahorraría a los establecimientos culturales y cómo eso se vería reflejado en mejoras para los asistentes? ¿Cuantos Casa 969 y Mi Kasa salvaría esa rebaja de impuestos?