Estéreo Picnic día uno: Justice tu papá

Anoche estuvimos poniendo el pecho contra la baranda, viviendo de principio a fin el primer día de una nueva versión del Estéreo Picnic, que cada vez se siente más grande: hay más artistas, hay una mejor logística y la vibra por parte del público es cada vez más eufórica. Eso sí, la lluvia y el frío, que ya son constantes en el festival, nos recordaron que después de ocho años ya tenemos que acostumbrarnos, nada que hacer.

Ayer, a pesar de que muchos artistas y bandas como Rancid o The Weekend visitaban por primera vez nuestro país, o a pesar de que hubo shows de sinestesia máxima como The xx, nuestro papá indiscutible de la noche fue Justice.

Parecía algo predecible, incluso antes de ver su presentación. La publicación de su nuevo álbum "Woman" el año pasado, junto con su gira mundial para presentarlo, que incluye un rediseño meticuloso de cada detalle de su show. Esta era suficiente información para suponer que Justice iba a ser, de lejos, uno de los mejores actos de este festival.

Sin embargo, toda predicción hecha se quedó corta para describir lo que presenciamos anoche. Un diseño de luces y de bafles con iluminación led integrada, siempre moviéndose en cuadrados y círculos, para hacer alucinar a cualquiera. La combinación totalmente afinada y trabajada entre los temas de su nuevo álbum y los clásicos de siempre, y esa teatralidad por las que se caracterizan este par de franceses arriba del escenario fueron una mezcla difícil de digerir durante la hora larguita en la que tocaron.

Abriendo con "Safe and Sound", el recorrido sonoro del dúo nos llevó de ida y vuelta con temas viejos y nuevos como "Fire", "Genesis", "Randy", "Love SOS", "Civilization" y "Waters of Nazareth". Para lo último, el gran final con "Audio, Video, Disco", mientras un Gaspard aguerrido miraba al público a los ojos, pidiendo más ovaciones, más energía, más estalle.

Y se lo dimos. Le dimos todo a estos dos. Lo que vimos y sentimos anoche arriba del escenario Budweiser fue el trasegar, la maduración y finalmente la adultez de un dúo que se bajó del pedestal de rockstars para asumir su lado más adulto, honesto y femenino al mismo tiempo, convirtiendo las canciones de amor en un producto digno del heavy metal. Y eso solo puede lograrse con tiempo y con una creación meticulosa, bien pensada, capaz de presentar algo simple a partir de lo complejo. El show de anoche fue una representación de todo esto.

Cinco años estuvimos esperando para que Justice volviera a partir en dos las noches bogotanas, desde su primera presentación en 2012, y la espera, como siempre con esta banda, valió totalmente la pena. En imágenes les dejamos la presentación de los papás de la primera noche del festival, y de un show que va a ser difícil de superar.

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