Comenzando el año, la interminable oleada de particularidades que brotan a diario de la red nos trajo una página de Facebook que apareció de manera anónima con un manifiesto serio y contundente: "la escena electrónica colombiana está muy seria, hay que empezar a reírnos de nosotros mismos". A través de memes, la página logró plasmar situaciones cotidianas del entorno electrónico criollo con una fina dosis de humor y sarcasmo.
Publicidad
Un par de meses después, esta galaxia informática nos ha arrojado otra tendencia igual de peculiar, con menos tinte chistoso y más condimento "picante". Esta vez, la base de operaciones es Instagram, en donde varias cuentas han venido mostrando una cierta inclinación a revelar abiertamente paisajes y elementos distintivos de las profundidades del agujero negro que existe en el universo electrónico colombiano.Lea también: Los 14 videos más extraños de la música electrónica
Rumbas en piscinas, fincas, playas y yates con mujeres voluptuosas, además de botellas de licores costosos, partituras hechas a partir de 2CB e inclusive armas son los componentes principales de cuentas como #QUERUMBITAMIJA y TUSILANDIA97. Entre ambas, suman más de 22.000 seguidores, convirtiéndose en un rincón predilecto para los fiesteros más fogosos.
Siendo la "guaracha" su carburante natural, #QUERUMBITAMIJA se centra, principalmente, en retratar la diversidad de farras y remates que giran en torno al zapateo con que amanece gran parte del territorio natural. TUSILANDIA97, por su parte, se ha convertido en el álbum Panini del "tusibí", una especie de agenda diaria que incluye todo tipo de contenido alrededor de este polvito color rosa psicoactivo, pasando por dedicaciones manuscritas a amores platónicos, homenajes a los colores patrios y fantásticas tomas de nuestra cordillera montañosa.
Lea también: Camila Gil: "Quiero que me admiren por ser la primer DJ transexual de Colombia"
Una tendencia tan polémica como llamativa. Sí, puede ser muy chistosa, puede formar parte del entorno que nos rodea a diario, pero fuera de charla, nos lleva a plantearnos varias preguntas: ¿dónde están pasando estas fiestas? ¿Cómo y por qué se llegó hasta este punto? ¿Es esta la cara de la escena que muchos quieren ocultar? ¿Qué más está pasando en esas fiestas que los contenidos de Instagram no nos muestran? ¿Se han percatado las autoridades del exceso de drogas y armas en estos entornos?Esperen pronto desde THUMP una investigación más amplia con respecto a este particular fenómeno.