Nos fuimos hasta el Dekmantel 2016 y lo confirmamos...

Este pasado fin de semana fue la cuarta edición del Dekmantel, el festival holandés que en poco tiempo ha logrado posicionarse como uno de los de mejor curaduría en la inmensa oferta de festivales de verano en Europa. Tras varios años de organizar fiestas en la ciudad de Amsterdam, y de irrumpir en el escenario con uno de los sellos más consistentes en tiempos recientes, el colectivo Dekmantel decide lanzarse al ámbito de los festivales en el año 2013. Con una elaborada propuesta en la que la calidad y cantidad van de la mano –vínculo pocas veces visto por estos días–, el festival se ha convertido en un espacio de ensueño para cualquier artista del circuito electrónico no comercial.

Lo confirmamos: para cualquier seguidor de esta música, es la oportunidad de ver a gran parte de los actos más relevantes del panorama electrónico mundial. Por suerte, tuvimos la fortuna de asistir a la edición 2016 del festival Dekmantel, para experimentar en carne y hueso lo que se siente al bailar con lo más selecto de la movida.

Día 1

Rrose tuvo la tarea de abrir el stage UFO y sólo escuchado los últimos 15 minutos fue el rito de iniciación perfecto para todo lo que iba a pasar. Makam, que juega de local en Amsterdam y es favorito de la casa, hizo un set de calentamiento en su mejor definición. El momento cumbre de su sesión fue cuando "Seratonine" de Radio Slave sonó en el potente sistema Funktion One de este stage. Ricardo Villalobos, que el día después estaba de cumpleaños, llenó el Main stage en segundos con su selección ecléctica y su técnica controversial. Su canción "Hansup" marcó un momento especial en su sesión de más de dos horas.

Al otro lado del festival, el stage Selectors, uno de los que tenía mejor atmósfera ya que estaba completamente rodeado de arboles y estaba decorado con una colección de vinilos en el fondo, recibía un b2b de dos pesos pesados directamente desde Detroit. Theo Parrish y Marcellus Pittman demostraron que la ciudad motor no es solo techno, es también house y soul. Mientras tanto en el stage UFO, también desde Detroit, DJ Stingray y Helena Hauff hacían uno de los back to back más esperados. Techno, electro, acid y breaks.

Era el turno de Rødhåd, que ya se volvió un nombre recurrente en los carteles de los festivales de verano. Con precisión y contundencia, convirtió ese escenario en una noche de club, aún cuando afuera al sol le faltaba mucho por esconderse. Surgeon, modulando con la precisión de un cirujano pero sin anestesia, hizo un acto en vivo potente pero a la vez mental. Jeff Mills fue el encargado de pilotar el main stage al cierre. Cuando tiró "Electric" de DVS1, mientras armaba beats con su TR-909 sincronizadamente, demostró que es lejos el mejor DJ, no del planeta sino del universo. Blawan, al otro lado, transformó el stage UFO en un verdadero rave con techno digno de una bodega.

Día 2

Midland empezó la segunda jornada con su hit del verano "Final Credits". Las caras sonrientes del público en el Main stage fueron prueba de la efectividad de su canción. Daniel Avery con Roman Flügel, otro de los back to back más esperados. Daniel subiendo el BPM y Roman bajándolo, demostraron que no siempre se trata de estallarla y esta dualidad es necesaria en la pista.

Al otro lado en el UFO stage, Peter Van Hoesen, el nuevo integrante del sello de Dekmantel, hizo una sesión en vivo que más que techno, sonaba a banda sonora de una película sci-fi. Pero fue DJ Nobu, directamente desde Japón, el que se robó el protagonismo del día en este escenario y nos demostró que no importa el rincón del de donde vengamos, este movimiento es global. Matrixxman, con una sesión percusiva y de bajos gordos, le dio gusto a sus seguidores con "Protocol", pero el climax fue cuando al cierre dejó salir "Jaguar", clásico atemporal de DJ Rolando.

Al otro extremo del festival, Joey Anderson cerraba Green House, un stage que como su nombre lo sugiere, es un invernadero. El "Cosmic Penetration" de Developer hizo bailar hasta a DJ Bone, que estaba en el backstage. Al tiempo, Donato Dozzy cerraba el stage Selectors, que para esta hora estaba cubierto de neblina, y con los arboles alrededor, le daba una atmósfera mágica. En el Main stage, Dixon, el hombre de Innervisions cerraba con house melódico y su reciente obsesión de afro-house, repleto de unreleases como de costumbre.

_DJ Nobu. _Foto de Bart Heemskerk.__

_Nina Kraviz. _Foto de Bart Heemskerk.__

Día 3

El tercer y ultimo día, Palms Trax, revelación housera y también parte del sello, hizo una sesión certera para la tarde en el Main stage. "Music Sounds Better With You" fue un momento cumbre de su sesión. Voiski hizo un live tan enérgico, que ni él mismo podía quedarse quieto. Es refrescante ver un artista techno bailando y sonriendo de vez en cuando.

Continuó Randomer, que con su música nos hizo viajar en el tiempo a un rave británico de los años 90. En el Main stage, era el turno para que Fatima Yamaha presentara su live de house romántico. Al cierre "What's a Girl To Do" no podía faltar. Robert Hood fue el encargado de dar la misa dominical. Con solo 15 minutos de sesión, "Never Grow Old" nos recordó que el techno es nuestra religión. Al mismo tiempo, la mente detrás de Pampa Records, DJ Koze, logró que todos en el Main stage bailaran introspectivamente con los ojos cerrados. Al cierre en el stage UFO, Ben Klock sacó toda su artillería pesada. No fue nada similar a lo que tocó minutos antes en su Boiler Room, eso fue solo el calentamiento. Momento para nunca olvidar, cuando tiró el remix de Christian Smith del clásico "At Les" de Carl Craig.

Veronica Vasicka. Foto de Bart Heemskerk.

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