Top 5 festivales electrónicos colombianos

*Este mes de agosto celebramos un año explorando la cultura de la música electrónica. Por ello, comenzaremos una serie de tops anuales que serán un reconocimiento para diferentes actores de la escena colombiana, desde DJs, lives y productores, pasando por colectivos, clubes y festivales. Gracias por acompañarnos en la pista de baile, y desde THUMP esperamos seguir enfiestándonos con cada uno de ustedes hasta el año 3.000.

Si queremos una muestra fehaciente y palpable del desarrollo que ha tenido el escenario electrónico nacional en los últimos años, podemos remitirnos a los festivales. Los eventos a gran escala de música electrónica realizados a lo largo del país evidencian el balance positivo que se vive por estos días en dicho círculo, pasando de un puñado de propuestas a más de una decena de festivales gestados en torno al techno, house y drum 'n' bass principalmente.

Si bien en el país aún faltan iniciativas que arriesguen un poco más en términos de géneros, curaduría y experiencia, y también un público que esté dispuesto a pagar por propuestas más frescas e innovadoras, cada vez hay más demanda y oferta de fiesta electrónica en el Colombia. Es por eso que grandes festivales colombianos que contienen una cuota ancha de géneros electrónicos en su line-up, como Estéreo Picnic en Bogotá, Breakfest en Medellín o Estereo Beach en el Caribe colombiano, están dedicando una buena parte de su cartel a artistas netamente electrónicos, dejando entrever que estos géneros ya son esenciales en la rumba colombiana.

Para lograr esta selección, el equipo de THUMP analizó en conjunto criterios como calidad de sonido, espacio, locaciones, energía, curaduría, aforo, montajes y feedback del público. Aunque también aplaudimos varias propuestas e iniciativas que reafirman la evolución de nuestra escena, elegimos cinco iniciativas que merecen un reconocimiento especial por estar cautivando y empapando cada vez más a las nuevas generaciones con música y cultura electrónica.

Estos son los cinco festivales exclusivamente de música electrónica más destacados en el último año en Colombia:

Retomando las bases que habían sentado festivales como el UltraMar o el Summer Dance Festival en Cartagena, el Storyland entró al ruedo con la clara intención de convertirse en uno de los eventos electrónicos más importantes de Colombia. Realizado del 2 al 4 de enero en la cálidas playas de la ciudad amurallada, el festival reunió a estrellas del universo EDM como Hardwell, Dannic y Fedde Le Grand, con talento nacional como Julio Victoria, Mitú y El Freaky. Tres mil espectadores disfrutaron cada día de una diversidad de sonidos en donde no tenía cabida la exclusión. Partiendo de una organización seria, el Storyland busca plantarse como el festival masivo estandarte del Caribe colombiano.

A mediados de febrero de este año, la resistencia y el aguante volvían a tomarse la capital. La versión número 19 del Radikal Styles, el festival insignia de la movida drum and bass, hardtechno y hardcore en el país, reunía a más de 2.000 personas en una locación de La Calera donde se contemplaba toda la ciudad iluminada a pleno. Ocho horas en donde el frío, el humo y el baile se conjugaban en torno al amor a la música, concientizando a diferentes generaciones bajo el lema: "no hay que vivir de esto, sino vivir para esto". Noise Area, Big up Area y Playground Area eran los nombres de los escenarios en donde cabezas y parlantes se sincronizaban al unísono, con el pie de lucha bien puesto. Momentos de la noche para resaltar: la explosiva presentación de Audio y ver cómo se iluminaban de a pocos las montañas cuando la mañana nos fue cayendo.

El 7 de diciembre de 2015 cayó lunes. A las 5 de la tarde Corferías abría sus puertas para recibir la primera edición del prolífico y respetado festival de música, creatividad y tecnología Sónar, esta vez aterrizando en Bogotá. Y desde su estreno el cartel fue de alto calibre, incluyendo finos actos colombianos como Frente Cumbiero, Las Hermanas o Dany F, o internacionales como Pional, Recondite o Evian Christ, dándole así la oportunidad a los capitalinos de vivir un festival más experiencial a lo que se suele tener en el país. En general se destacó la impecable organización, los visuales de muchas presentaciones y sobre todo la euforia que desataron los Chemical Brothers con su música y su montaje. Sin embargo, fue desalentador ver cómo el mismísimo Dixon, capo máximo del sello Innervisions y mejor DJ del mundo según el portal Resident Advisor, comenzaba su sesión con un pabellón absolutamente vacío, pues al mismo tiempo los Chemical Brothers tocaban en otro escenario. El hecho demostró que quizá el público colombiano aún le falta más preparación, sobre todo cuando tenemos grandes nombres y múltiples escenarios.

Foto por Julián Gallo.

Que a nadie le quepa la duda: el Freedom Festival se ha convertido en el evento de música electrónica masivo más representativo de la ciudad de Medellín. Apoderándose por casi 15 horas del Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor, el público paisa logró disfrutar de cuatro escenarios y una treintena de artistas nacionales e internacionales, con nombres de peso como Antigone, Zadig, Vril, Eduardo de la Calle o los Zenker Brothers. MedellinStyle, promotora y colectivo que ha venido trabajando de manera independiente por casi dos décadas en el Valle de Aburrá, logró que la liberación electrónica masiva de la ciudad se convirtiera en su principal consigna, reuniendo en un ambiente enérgico y caliente a miles de paisas cobijados por un aura de respeto y paz. Ese es quizá uno de los grandes méritos del festival: que casi sin ninguna marca o patrocinador detrás, ha logrado que los ravers de Medellín saquen sus demonios una vez al año con techno beligerante, recargándose espiritualmente al mismo tiempo. Por el crecimiento que ha tenido en los últimos años y los riesgos que toma en la curaduría, el Freedom se postula para los próximos años como un festival de vanguardia no solo en Colombia, sino en la región latina.

El pasado 21 de mayo, Bogotá se encontró por segunda vez con el Baum Festival, una reunión de 8.000 personas que congregó a gran parte de la escena capitalina, convirtiéndolo en el festival de música electrónica de Colombia con mayor asistencia. Con el techno como común denominador, ravers del país bailaron al ritmo de 34 artistas durante más de 14 horas, avasallados por un imponente sistema de sonido distribuido a lo largo de tres escenarios con montajes imponentes. En tan solo dos años de vida, el Baum Festival se ha convertido en un fenómeno revelador que celebra la escena technera de Bogotá, principalmente aquella que se ha cultivado y formado en su club madre homónimo, el cual, desde hace más de tres años, sigue una línea que tira menos hacia lo experimental y lo groovero, y más hacia artistas como Len Faki, Marcel Dettmann o Scuba, cumpliendo con liberar a centenares a punta de techno. Ante los problemas logísticos que en algunos eventos del país se presentan, los promotores normalmente sacan como excusa ante los artistas nacionales e internacionales esta perla: "es que esto es Suramérica, esto es Colombia". El Baum Festival es la antítesis de esa frase, y ha venido demostrando que, en términos de organización, en Colombia se puede estar a la altura de muchos festivales europeos.

Bonus: The Zoo

The Zoo podría catalogarse como el resultado de una sumatoria de grandes iniciativas. Unificando las diferentes escenas del suroccidente colombiano, el festival ha logrado compaginar los paisajes tradicionales de la región, con un marco al aire libre donde se reivindican los valores de respeto entre humanos y animales. Con esta nueva versión, The Zoo dejó más que convencidos a todos los asistentes del mágico potencial que lo rodea de cara al futuro.

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