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Dentro del repulsivo mundo del 'hurtcore': el porno extremo y criminal

Extorsiones, chantajes, abusos de menores, torturas y violaciones forman parte de las prácticas comunes del género.
Max Daly
London, GB

ADVERTENCIA: el contenido de este artículo puede resultar ofensivo para algunas personas.

Hubo un tiempo en que el tormento y la humillación eran un espectáculo público. Pero en el mundo moderno hay nuevas formas de ser crueles, y muchas se llevan a cabo detrás de una pantalla.

Para la “Víctima 5” todo comenzó en 2013, cuando puso un anuncio en Gumtree diciendo que quería comprar un perro. Uno de los correos electrónicos que recibió la chica de 15 años parecía sospechoso. Era de Liz, una artista que le prometió pagar por cualquier perro que escogiera. A cambio, Liz quería que le mandara un selfi sin sujetador que le serviría como inspiración para dibujar. Hablaron por mail.

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La chica le confió a Liz que vivía en un orfanato en el que las demás chicas la intimidaban y tenía un hermano menor discapacitado que "significaba todo" para ella. Encontró un perro que costaba 275 libras (311 euros), y Liz le dijo que se lo compraría a cambio de una foto que "absolutamente nadie más que yo la vería". La chica le mandó una foto por mail. En cuanto lo hizo, Liz se puso agresiva.

Le dijo que si no le mandaba más fotos de inmediato, le enviaría su foto a las chicas que la molestaban. Y así fueron aumentando los chantajes: cuantas más fotos mandaba la Víctima 5, más la chantajeaban y más explícitas eran las exigencias de Liz. "Haré todo lo que pueda para hacer tu vida horrible", le dijo Liz.

La amenazó con mandar sus fotos a todos los de su calle y de su escuela. Le decía que hablaría con los de servicios sociales y haría que a su hermano discapacitado lo mandaran a otra casa, a menos que se hiciera fotos desnuda en varias posturas degradantes y sosteniendo cartulinas con mensajes como "Soy una puta" y “Cuido a mi hermano discapacitado, y ahora me obligan a desnudarme". La chica le dijo a Liz que quería suicidarse, pero Liz siguió exigiendo fotos. La chica terminó en el hospital por una sobredosis.

Todo era compartido en Hurt2theCore, el sitio de hurtcore más destacado de la dark web, con miles de miembros, cientos de los cuales participaron en el intercambio de material de abuso

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Al mismo tiempo, Liz chantajeaba a otras: a otra la obligó a mandarle vídeos comiendo pienso para perros desnuda en el suelo, lamiendo un cepillo de inodoro sucio y un tampón usado, y fotos con las piernas abiertas, exponiendo sus genitales, y sosteniendo un letrero escrito a mano con las palabras "Odio a los negros".

Pero Liz no era ninguna adolescente; tras su identidad se escondía Matthew Falder, un graduado de clase media de Cambridge de veintitantos años que vivía una doble vida. Cuando no estaba investigando sobre geofísica, con amigos de la universidad o con su novia, Falder, de 29 años, usaba direcciones de correo electrónico encriptadas para chantajear a personas vulnerables para que se hicieran fotos y vídeos haciendo cosas humillantes, que luego circulaban por los rincones más oscuros de internet.

Según los abogados, Falder, que creció en una zona adinerada de Cheshire, trató a sus víctimas "como objetos sexuales y de burla". En la dark web, su pasatiempo favorito era ver a niños en situaciones degradantes y dolorosas. En un foro de porno extremo, en una parte titulada "100 cosas que queremos ver al menos una vez en la vida", sugirió "Niña usada como tablero de dardos", un vídeo que muestre cómo le rompen los huesos a un niño "lenta y deliberadamente" y la violación de "un niño paralítico".

Falder bromeó con los detectives cuando lo arrestaron, en junio de 2017, dijo que los cargos en su contra sonaban "como la hoja de antecedentes penales del infierno", fue sentenciado a 32 años de cárcel por el Tribunal de Birmingham. Admitió haber cometido más de 100 delitos entre 2009 y 2017, actos sádicos por internet contra 48 personas de edades comprendidas entre la adolescencia y los 30.

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Durante su juicio, el juez Philip Parker QC describió los crímenes de Falder como "una historia de depravación in crescendo". El juez le dijo: "Querías tener el control total de tus víctimas. Tu comportamiento fue persistente, manipulador y cruel".

El caso es el primer enjuiciamiento exitoso del Reino Unido por crímenes vinculados al hurtcore, una forma extrema de pornografía que se centra en infligir dolor no simulado, la tortura y la humillación, principalmente en niños, incluyendo bebés. A pesar de su prolífica actividad, Falder no fue más que un actor secundario en un mundo tan oscuro como uno pueda imaginar.

Falder visitaba regularmente el sitio, que tenía foros de discusión como "Producción de pornografía infantil para principiantes", "Bebé estrella del porno infantil", "Tres hombres y un bebé", "Perras masacradas", "Jóvenes atados", " Violación con gritos" y su propia sección llamada, “Necesito ideas para chantajear a una chica"

La policía británica supo por primera vez de Falder, o al menos de sus identidades en internet, "Inthegarden", "666devil" y "evilmind", gracias al FBI durante la investigación de un sitio llamado Hurt2theCore en 2013. Por aquel entonces era el sitio de hurtcore más destacado de la dark web, con miles de miembros, cientos de los cuales participaron en el intercambio de material de abuso.

Falder visitaba regularmente el sitio, que tenía foros de discusión como "Producción de pornografía infantil para principiantes", "Bebé estrella del porno infantil", "Tres hombres y un bebé", "Perras masacradas", "Jóvenes atados", " Violación con gritos" y su propia sección llamada, “Necesito ideas para chantajear a una chica".

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También aquí fue donde Falder publicó muchas de las imágenes y vídeos que le había sacado a sus víctimas. Explica por qué las obligó a escribir cartulinas de Hurt2theCore, no solo como una broma enferma para sus compañeros de hurtcore, sino también como una forma de marcar y autenticar su contenido como "chantajista original" .

"El hurtcore es un fetiche para las personas que se excitan con el dolor, o incluso con torturar a otra persona contra su voluntad", explica Eileen Ormsby, que investigó el fenómeno del hurtcore para su próximo libro, The Darkest Web. "Llega a ser tan sádica que hasta la mayoría de los pedófilos la rechazan. Los vídeos y las fotos generalmente salen de países afectados por la pobreza, pero es un mercado mundial".

Matthew Graham. Foto: cesión

La misteriosa figura detrás de Hurt2theCore, y gran parte de la dark web, fue una persona llamada Lux, que se dio a conocer como el "Rey del Hurtcore". Cuando la policía finalmente lo identificó en 2014, resultó ser el estudiante de nanotecnología de 22 años Matthew Graham, que había estado administrando una serie de sitios de hurtcore bajo su "PedoEmpire" desde su cuarto en casa de sus padres, en las afueras de Melbourne.

Graham admitió haber alentado a un pedófilo ruso a secuestrar, violar, torturar y asesinar a una niña de cinco años, aunque nadie sabe si el ruso realmente lo hizo. Graham también compartió un vídeo tan fuerte que muchos en internet supusieron que era un mito urbano.

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"Daisy's Destruction" mostraba a una niña de 18 meses gritando, atada de las piernas boca abajo, sometida a una espantosa prueba de violación y tortura por parte de una mujer enmascarada. La película se vendió a pedófilos y fans del hurtcore en la dark web por 10.000 dólares antes de que Graham la comprara y, en nombre de la libertad, como dijo tiempo después, la pusiera en Hurt2theCore.

"El hurtcore es un fetiche para las personas que se excitan con el dolor, o incluso con torturar a otra persona contra su voluntad"

"Al principio me daba vergüenza que me atrajeran estas cosas", declaró al Daily Dot antes de que lo arrestaran. "Pero a medida que pasaba el tiempo, poco a poco me fui aceptando. No fue hasta que encontré a la comunidad pedófila de Tor que empecé a sentirme cómodo con mis gustos".

En 2016, Graham fue sentenciado a 15 años de prisión por crímenes que el juez describió como "maldad pura".

Otro australiano, el empresario Peter Scully, acusado de haber grabado "Daisy's Destruction" con su asistente Liezyl Margallo, está en la cárcel en Filipinas por asesinato, tortura y abuso infantil, y lo vincularon con vídeos que realizó para su productora, No Limits Fun.

La crueldad es implacable. Desde que se cerró PedoEmpire de Graham, han surgido nuevos sitios y se sigue chantajeando y abusando de los niños para divertir a una multitud sin rostro de internautas enfermos que utilizan las nuevas tecnologías para satisfacer sus deseos.

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Un informe publicado en noviembre de 2016 por el Australian National University Cybercrime Observatory expresó su preocupación por que el aumento en el uso de la realidad virtual y la robótica sexual podría motivar a los delincuentes a buscar víctimas fuera de internet y a tratar de "mejorar su experiencia incorporando transmisiones en vivo de abusos sexuales infantiles con las facilidades que proporcionan esas tecnologías".

Matthew Falmer. Foto: NCA

La vigilancia de las partes más impactantes de la dark web es una tarea abrumadora, dice Ormsby: "Es difícil aplicar la ley en la dark web porque no se puede hacer un seguimiento de los usuarios mediante métodos informáticos normales. Se debe recurrir a un trabajo de investigación tradicional, identificando a los usuarios por datos en imágenes y vídeos, o mediante ingeniería social (engañar a las personas para que divulguen información confidencial o personal)".

Ormsby dice que a diferencia de otros mercados oscuros, como el de las armas y las drogas, la mayor parte del porno ilegal se comparte entre los participantes de forma gratuita, por eso no hay dinero o criptomoneda que se pueda seguir. Entrar de incógnito muchas veces es el mejor método, pero, como dice Ormsby, "para tener acceso a los sitios más extremos, los miembros tienen que proporcionar material original que represente el abuso infantil, y obviamente la policía no puede participar de eso".

Tanto Falder como Graham apenas habían salido de la adolescencia cuando se involucraron en este macabro mundo

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Uno de los elementos más difíciles de entender cuando se trata de crímenes hurtcore es la razón por la que lo hacen. Tanto Falder como Graham apenas habían salido de la adolescencia cuando se involucraron en este macabro mundo. En ninguno de los dos juicios se mencionó que hubieran sufrido algún trauma o una humillación importante durante su niñez que pudiera haber provocado tanto placer al ver a otros heridos y humillados. También es sorprendente que Falder, en particular, fuera capaz de mantener ese lado oscuro completamente aislado de su vida cotidiana.

Los detectives del caso Falder dijeron que, si bien la mayoría de los delitos se cometen por sexo, pasión, dinero, venganza u odio, la motivación principal de Falder era causar sufrimiento y humillación a los demás. "En 30 años, nunca me encontré con algo tan horrible; el único objetivo del delincuente era causar dolor y angustia", dijo Matt Sutton, jefe de investigación de la NCA.

"Creo que todo se reduce al sadismo", dice Ormsby. "La crueldad que se necesita para participar en el hurtcore es simplemente inimaginable para la mayoría de nosotros. La dark web ha proporcionado un lugar a personas de ideas afines para que puedan reunirse de forma segura, y el hecho de que haya una 'comunidad', a falta de una palabra mejor, podría normalizar sus impulsos y actos, hasta cierto punto. Tienen esa idea de tratar de superarse unos a otros para ver quién es más depravado".

La crueldad moderna se lleva a cabo de forma remota, pero tiene el poder de poner a sus víctimas en un infierno. Los responsables están ocultos en una red de cifrado en línea, mientras que las víctimas sufren en silencio. Muchas de las personas a las que Falder hizo sufrir, a pesar de haber sido humilladas, mostraron una valentía increíble al denunciarlo. Expresaron su alivio al saber que lo habían capturado y castigado, pero también comentaron cómo este tipo de crueldad, hecha por alguien que nunca habían visto en la vida real, les había dejado una cicatriz mental imborrable.

En palabras de una de las víctimas de 15 años de Falder: "Todos los días pienso en lo que me pasó. Creo que siempre lo haré".

@Narcomania

Este artículo apareció originalmente en VICE UK.