Rodrigo Luviano es un chico tijuanense que cuando no está diseñando o trabajando en un café hace música. Odia, y lo dice así, las películas de Wes Anderson.“Comencé a hacer música más o menos en el 2011. Usaba samples que encontraba en Internet y les metía beats simples. Después compré un teclado Midi y comencé a experimentar con él”, comenta Rodrigo. “Fue a principios del año pasado cuando empecé haciendo unas canciones que salieron en el EP de WAX. Pasó un rato y conocí a Miguel Órnelas y juntos fundamos Siberium. Ya en octubre se unió el tercer integrante, Braulio Lam”.Este proyecto norteño e independienteexhibe la constante experimentación de un ocaso Krautrock, ambient, darkwave y electrónico, similar a la esencia de antiguas bandas como Cluster o Tangerine Dream. Siberium describe su música así:“Suena a estar muriendo por una herida de laser balístico, en una selva nevada en la futura revolución mexicana del 2420.”Sus canciones son sensibles. A veces pueden llegar a ser erizantes. Fusionando el conjunto de instrumentos da como resultado la expresión nostálgica de memorias ficticias, “tengo una memoria medio distorsionada, entonces, lo que hago a la hora del proceso de creación es conectar los recuerdos que tengo con otros y así invento una historia, la cual no es real. Me creo mis propias mentiras y altero cosas de la realidad de otras versiones que me gustarían más ”, enfatiza Luviano.No deja de mencionar las colaboraciones que tiene con proyectos de la escena tijuanense, como Luis Aguilar a.k.a Inkjet con las vocales de rolas como Feit o WAX (juntos son geniales).Sobre sus influencias, las enlista como un catálogo de bienes de consumo: Talk Talk (especificando los últimos tres discos), Boards of Canada, Panda Bear, Mazzy Star, El-P y Cliff Martinez han sido su influencia más marcada.Actualmente, se encuentra terminando su primer album, Dystopia, que saldrá al público en marzo, él mismo comenta que es totalmente diferente a lo que hemos escuchado anteriormente.
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