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Música

El #SpeakerGate de Richie Hawtin no fue lo único que ocurrió en Time Warp

Lo que ocurrió en realidad dentro del festival de techno más grande de Nueva York.
El diseño de la "Cueva" de Time Warp (Foto por Jeff Thibodeau Photography) 

Durante el fin de semana, un DJ conocido por su impecable gusto en el minimal techno y una igualmente impecable melena hizo algo estúpido en medio de su set estelar: empujo una pila de bocinas hacia una fan porque pensó que había filmado su set durante "mucho tiempo". Un video de este acto de cretinismo se disipó pronto por el Internet de la música dance. El DJ procedió a disculparse a través de una publicación en Facebook, y un comentario aconsejándole que "creciera con una chingada" tiene más de mil likes. Este sándwich viral de desastre de RP envuelto con LOLs ha sido rápidamente llamado #SpeakerGate. Estoy hablando acerca de Richie Hawtin en Time Warp, por supuesto, y si anduviste por la red el día de ayer, probablemente ya hayas visto la muy bien distribuida grabación de este incidente:

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Post by Pat Curran.

¡Richie Hawtin hace lo que su chingada gana le de! Incluyendo (de forma enunciativa, más no limitativa) emborracharse y empujar una bocina hacia una pobre mujer de pie a lado de él ¡jajajajajaja!

Speakergate podría ser el resultado más comentado de Time Warp, pero ciertamente no fue el único evento notable ocurrido en el debut de festival alemán de techno en Norteamérica. El hecho de que Time Warp haya ocurrido fue todo un evento. Muchas cosas más podrían haber salido mal – de hecho, así fue.

Hace no mucho tiempo, el futuro del festival estaba colgando de un hilo. El problema fue el mismo de siempre en Nueva York: problemas con el casero. Su primera elección para la locación, Pier 94, no quería comprometerse con tanta anticipación. Su próxima elección – una armería de 100 años en el Bronx – parecía como mandada del cielo, el tipo de lugar que fue puesto en la tierra para ser la sede de un festín techno-amoroso de varios días. Pero mientras que esta locación quijótica comenzó a crear conmoción, se anunció que los oficiales de la ciudad le habían negado los permisos al festival. Time Warp se había quedado sin hogar. Finalmente, justo dos semanas antes de la noche de apertura, se anunció el recinto definitivo para el festival: el muelle de la calle 39, una bodega que es propiedad de la ciudad en el Sunset Park de Brooklyn.

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La armería de Kingsbridge, donde Time Warp tenía planeado ocurrir antes de que los problemas con la ciudad forzaran a los organizadores a encontrar una locación nueva. 

En medio de un complejo industrial desierto, esta bodega cavernosa estaba tan jodida que parecía estar en un mundo distinto al de los brillantes edificios de Manhattan; estar tan adentro de Brooklyn fue una decisión muy atrevida para un festival de la escala de Time Warp. La bodega ha sido utilizada para diversos fines – el fin de semana anterior, albergó a 5,000 rabinos judíos para una reunión anual. Pero resultó ser exactamente lo que los organizadores de Time Warp estaban buscando desde el comienzo: un refugio de concreto donde la estética underground del techno se sintiera como en casa. Resultó estar bajo la axila de Brooklyn, de esa reforma requiriendo una flota de camionetas libres para transportar a los asistentes al festival desde y hacia el resto de la civilización.

Los problemas logísticos plagaron otras partes del festival – específicamente, la seguridad y las filas de registro, ambas de las cuáles se convirtieron en cúmulos de caras ansiosas, personal preocupado y preguntas como, "¿Dónde encuentro el servicio VIP?" realizadas en una variedad de acentos vagamente europeos. Pero una vez que atravesaste el caos, podías verlo resplandecer: un enorme fuerte del techno temblando bajo las fuerzas de los tambores que retumbaban adentro.

(Foto por Jeff Thibodeau Photography) 

Los Time Warps previos, en ciudades como Mannheim – donde se inauguró el festival en 1994 – han albergado hasta seis caóticos salones, pero la versión de Nueva York fue finamente dividida en dos escenarios. Ambos pisos eran cajas de concreto con muros cubiertos por tela negra, aunque las similitudes visuales terminan ahí. El salón principal fue llamado "La Cueva", un concepto de diseño total cuyos componentes fueron enviados directamente desde Alemania. Centrado en filas de telas cortadas para parecerse a las estalactitas que colgaban desde el techno, estas sábanas colgantes desafortunadamente parecían un proyecto artesanal amateur si las veías de cerca. ¡Pero no importa! De lejos, eran superficies dinámicas para una caleidoscópica ensalada para las proyecciones de luces.

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En esta cámara sepulcral, hordas de hombres barbados bebían botellas de agua de 6 dólares, mientras gruñían en aprobación de neandertales como Sven Väth, que presidió un set de tres horas la noche de sábado antes del show de Richie Hawtin. Ondeando su colección de viniles – fresca desde el verano en Ibiza – Väth mantuvo la energía con un arsenal de bombas para el big-room de productores como los regulares de Drumcode, Alan Fitzpatrick y Harry Romero Mientras se desarrollaba el set de Väth, el escenario se hinchó con pilas de DJs, amigos y fiesteros – convirtióndose en un chismerío que oscureció lo que luego implosionó para convertirse en #Speakergate.

(Foto por Jeff Thibodeau Photography) 

En una especie de llamado primitivo, Väth tocó "Talking To You" momentos antes de que Wink mismo – que estaba en el salón contiguo – tocara el mismo track para cerrar su propio set repleto de acid. Ese segundo salón pequeño también albergó al favorito de Berlín, DJ Tennis, quien envolvió dos horas de hits para el club como el brillante edit de Midland a "Sun" de Caribou antes de soltar casualmente "Blue Monday" de New Order – un sorprendente y emocionante movimiento que fue el equivalente sónico de que una chica desnuda saltara de un pastel de cumpleaños.

Dubfire estrenó su show en vivo HYBRID por primera vez en Norteamérica (Foto por Jeff Thibodeau Photography) 

La noche anterior, Dubfire estrenó su nuevo show en vivo, HYBRID, donde el productor iraní-americano creó una experiencia inmersiva y cinemática con una escala espectacular. El juego de la música dance ha estado repleto con DJs intentando de elevarse con cualquier tipo de magia audiovisual – que van desde los hologramas monumentales de Eric Prydz en el Madison Square Garden hasta las impresionantes videoproyecciones de ZHU en una anónima boda en el este de Williamsburg. La versión de Dubfire optó por una estrategia tipo "todo va por el lavabo" combinada con una mezcla de animaciones en 2D y 3D para probar la antigua teoría de que si los bombardeas con lasers y estrobos los ravers se van a venir.

El cofundador de Time Warp, Steffen Charles citó a la creciente escena underground de Nueva York como la razón principal de por qué decidió traer el prestigiado festival techno a este lado del mundo. Luego de visitar fiestas techno locales como Blkmarket y ReSolute el año pasado durante su primer viaje hacia la ciudad, Charles decidió que a él "simplemente le encantó la vibra" y que iba a darle una oportunidad. De esta forma, la llegada de Time Warp a Nueva York fue más que una simple combinación de llamativos visuales y sonido de última generación. También fue una alegre reunión para los fans del techno en las áreas vecinas y más allá. Esto especialmente luego de que Hawtin y Dixon tocaran sus últimas canciones, y que la muchedumbre se amontonara hacia las salidas. Pero la noche fue no había terminado – los afterparties continuaron hasta el amanecer en clubes nuevos como Space Ibiza y Open (en donde estaba el antiguo Sankeys Brooklyn). Todo en un testamento del glorioso renacimiento de la música dance en la Ciudad de Nueva York en 2014, donde una fiesta termina, la otra comienza.

@MichelleLhooq