Aún en la desescalada del confinamiento por coronavirus y en dos de las ciudades que más han sufrido la pandemia, Madrid y Barcelona, miles de personas se concentraron para protestar por la muerte de George Floyd en el estado norteamericano de Minessota.La convocatoria de la Ciudad Condal acogió a unas 2000 personas y la de Madrid, convocada y aprobada en principio para 200 por el Ayuntamiento considerando la emergencia sanitaria sobrepasó con creces la asistencia autorizada.
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Entre las consignas coreadas por los asistentes se denunciaba el racismo histórico y estructural que sufren las comunidades migrantes y racializadas en nuestro país, con lemas como "Donald Trump es un criminal", "Ninguna persona es ilegal", "Papeles para todos", "Fuera racistas de nuestros barrios", "La ley de extranjería mata gente cada día" o "Basta ya de violencia policial".