Por qué el disco de Carlos Vives apesta, y otras reseñas de VICE Colombia

Sí… ya sabemos lo que van a decir. Que estamos trasnochados. ¿Que hasta ahora descubriendo a Kelela? ¿Cómo así que en pleno marzo y reseñando el Virgin de TIm Hecker? En fin… digan lo que quieran. El cuento es que sacamos un par de reseñitas que teníamos archivadas y dijimos: ¿por qué no compartirlas con nuestra querida y agradecida audiencia?

Menos llanto y más lectura muchachos. Pónganse al día y a disfrutar, que la música, como dicen, "es para siempre". 

¡Adelante!

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KELELA

Cut 4 Me

Fade to Mind

Con mano quirúrgica, en este disco se juntan los nervios del grime, el dubstep y el R&B contemporáneo en un delicado tejido que sugiere, en tonos oscuros y confesionales y en la voz sublime de una chica que no ha de pasar desapercibida, más que fragilidad, afirmación. La afirmación de un cuerpo de mujer, inmigrante etíope de segunda generación criado en Estados Unidos, que trasciende el código común del trasero sabrosongo para describir, a partir quizá de la pura confusión, el puro desengaño. Todas las mentiras que nos hemos creído y que nos hacen miserables. Con una asombrosa producción futurista (trabajo a cargo de los parches de Night Slugs y Fade to Mind), el trabajo llama la atención por varias razones, pero principalmente quizás por esa misma que hizo que proyectos como The XX coronaran: porque a partir de una estética 100% under se creó un perfecto pop. Un pop consecuente con los cuerpos de la época. El pop de la desilusión.

KALI MÍO

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MULA

De carga pesada y patada fina

Independiente

Esperaría uno un relinche más salvaje de una agrupación colombiana que se hace llamar Mula, pero no. Su expresión, aunque cruda, es sofisticada. Y aunque sofisticada, no es precisamente virtuosa. Y creería que ese es el chiste: un ensamble de académicos que le apuesta a algo medio trash. En todo caso, desde la cúpula de la escena de la música libre (o experimental o contemporánea o como coños quieran llamarla) bogotana, sale este disco (y de la mano del siempre fino sello local Festina Lente Discos) que se aleja del formato canción para envolvernos, más bien, con algo más tirado hacia lo incidental. Si uno lo escucha entre dormido y despierto, porque a ese estado de letargo alegre es al que conduce, este narra la historia de un saxofón inocente que emprende un viaje nocturno y solitario por la ciudad, topándose en su camino con personajes más o menos malandros: punkeros, metaleros, ruidistas, jazzeros y abstractos. ¿Y qué pasa después? Pues después pasa lo de siempre: que copulan y engendran nuevos hijos bastardos. A manera de joya: el segundo corte, Martillo y puñal, incluye una gran improvisación, a la Naranjas, de Edson Velandia.

BOÑI GA

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Zoé

Programatón

Universal

Después de haberse convertido en la banda favorita de tu primita con el MTV Unplugged Música de Fondo, los manitos decidieron que era hora de que su público más “maduro” se los volviera a tomar en serio, con tan mala suerte de que, víctima del inevitable sopor que le produjo esa colección de canciones de cuna, este apenas entreabrió los ojos ante el anuncio del nuevo disco pero solo para volverlos a cerrar con los primeros compases de su primera canción, llamada justamente 10 am. ¿Para esto nos hicieron madrugar cabrones? Plano, ligero y vaciado ya de todo el venenito que alguna vez caracterizó a los Zoé, Programatón es una completa modorra.

LAURENCIO THOMAS

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J. BALVIN

La familia

EMI

Oh, J. Es un placer reconocer que, contrario a todos los medios de comunicación en Colombia, nosotros no necesitamos de ti ni de tu público de millares. Y que por lo mismo podemos ahorrarnos el deber de arrodillarnos para decirte que, aparte de que nos cautivas, tu música es la mejor, porque la verdad sea dicha: no lo es. Simplemente: ¡así el negocio, socio!, y como buen vendedor de pinchos, pues los sabes hacer. A medio camino entre el reggaetón de Lamborghini y el EDM de balneario y hasta con ciertas licencias en lo acústico para demostrar que eres un hombre sensible que ama a la mujer, tu disco está bueno para aquello de la pedofilia en una disco de Ibagué. Es decir: le atina al zeitgesit. Pero, por demás, es un producto completamente desechable. Aunque esto para nada signifique que Yo te lo dije no nos excite. De hecho, la escuchamos mientras nos bañamos y recorremos nuestro cuerpo, sensualmente, con la esponjilla. ¡Es una pieza maestra de reggaetón minimalista! Es más: deberías continuar por esa senda y verás que coronas dos o tres mansiones adicionales en Medellín.

JACINTO BUENAVENTURA

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ART MELODY

Wogdog Blues

Akwaaba Music

Nativo de Burkina Faso y respaldado por nombres grandes liga del lado B del hip hop global como Antipop Consortium o Fishbone, se nota que este muchachito está bravo. Aunque la ignorancia de su idioma nos impida entrar en su poética o comprender la razón de su ira (aunque Google nos confirma que habla de la situación del África), vocablos propios de su dialecto que a nuestros tímpanos criollos suenan más o menos como “mondongo” cortan los tiempos con sílabas fornidas que, contrapuestas a los beats, suenan como ráfagas de metralla. Una lírica combativa y perentoria que aviva cualquier fuego popular. Muy a la vieja escuela, los samples están elaborados en su mayoría por fragmentos de rituales nativos, resultando en una atmósfera oscura, brutal y tribal. El canto de batalla de un gueto que no es de asfalto, sino de adobe, que no se mata por crack sino por los diamantes de tu mamá.

JAIDER VILLA

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FÜETE BILLETE

Música de capsulón

Independiente

Después de años enteros de enviar enlatados de boñiga en esta dirección, ya era hora de que Puerto Rico se resarciera del daño que le hizo a nuestras más jóvenes caderitas con una entrega que hiciera que valiera la pena para volver a pararle oreja. Compuesto por Beibi Johnson y Pepper Kilo (cabeza de Dávila 666), Füete Billete introduce un sonido incitador que, a medio camino entre A$AP Rocky y El Chombo, invita a un perreo en cámara lenta, a un twerking drogadicto, oscuro y subliminal repleto de verborrea degenerada y efectista que burla y a la vez celebra los lugares comunes del rap y del reggaetón (fumada, rifles, barrio bajo, pari y misoginia hardcore). Su mixtape Música de Capsulón, que reúne en una secuencia de pesadilla algunas entregas pasadas, se ubica definitivamente a la delantera de un movimiento Hopper hispano que, sin descartar las lecciones de su malquerido hermanito latino, se proyecta hacia el futuro de manera justa y necesaria introduciendo una onda que bien podríamos bautizar “post reggaetón”… ¡por favor!

NICOLÁS VALLEJO-CANO

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CHOCQUIBTOWN

Behind the Machine

Sony

Es natural que frente a horrores como el EDM, el hombre contemporáneo se tome la cabeza y grite: “¿Qué monstruo he creado?”. Y con razón. Pero no porque el noble robot haya evolucionado en los hijo de putas Black Eyed Peas se justifica la acelerada imposición de una tendencia que bien podríamos llamar el fetichismo de lo análogo y cuyos principales abanderados hayan resultado ser, curiosamente, los Daft Punk. ¿Quién dice que porque la toque una orquesta de borrachos costeños la música más “humana”? ¿O que porque la haga un niño de 14 años en un computador esta carezca de expresión? En fin… todos reniegan de su trasero, tenga este circuitos o no. Todo lo cual nos lleva al Chocó y a que su grupo insignia haya decidido demostrar que, detrás de su maquinita de éxito, lo suyo es puro corazón. Producido por Juancho Valencia, de fama Puerto Candelaria, el disco visita la vieja escuela de la banda en vivo para poner, en versiones casi soul del Pacífico o hip hop acústico a la The Roots, sus viejos hits al desnudo y revelar en su estado más embrionario su potencial pop. Como si quisieran decir: “lo nuestro no es un algoritmo: estos niños ya eran hermosos desde que estaban en pelota”. Gran disco. Pero no había por qué justificarse. No porque ahora sean “mainstream” significa que hayan vendido su alma al diablo.

GREGORIO MATAMOROS

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LOS MACUANOS

El origen

Nacional Record

Luego de hacer ruidito durante casi cuatro años a lo largo y ancho de la alterlatina, ya era hora de los manitos de Tijuana salieran con un disquito. Y también, que la electrónica que de dicha zona fuera firmada por alguien diferente a Nortec. En todo caos, de la mano de la poderosísima Nacional Records, el disco debut del trío recopila canciones viejas con algunas nuevas, siendo en últimas un statement de sonido. A través de tracks como Alma, Pasado y Presente (en el que colaboran con la paisa Lucrecia Dalt) y Ritmo de Amor, lo suyo es un rumor de boleros, cumbias y paseos tradicionales, pasado por un filtro fantasma que es tanto vinilo rebajado como presencia de viejos espectros cantineros, y tratado con fineza por una producción electrónica que, al añadirle capas de profundidad a la narrativa y desacelerar el ansia de baile,sí que le viene bien al paisaje neocumbiero Latinoamericano. Su disco, que suena al Pedro Páramo, es celebración y nostalgia de un pueblo. Y está manchado de sangre.

NIKLAUS BIERHOF

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MERIDIAN BROTHERS

Devoción: Works 2005 - 2011 

Staubgold

Aprovechando el creciente interés que en el Universo está despertando la música de Eblis Álvarez, cabeza creadora de los Meridian Brothers, el sello alemán Staubgold no dejó escapar la oportunidad de editar su primera antología, una que introduce a los terrícolas, a partir de 12 cortes pertenecientes a sus últimos tres trabajos publicados, a la obra de un marciano que, desde su estudio en el barrio Palermo de Bogotá, lleva algunos años cociendo algunos de los sonidos más dementes que la Humanidad ha escuchado desde que a la Cicciolina le dio por aparearse con un jamelgo. Un compendio de canciones deformes, derretidas y surreales, compuesto, interpretado, producido, grabado y masterizado en su totalidad por este extraterrestre que, sin duda, está pintando el lienzo más sensato del hombre tropical en la actualidad. Suena como una transmisión de Melodía Estéreo desde Marte.

SALVADOR PUEYO

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THE FIELD

Cupid’s Head

Kompakt

El gran cut’n’paster sueco regresa con un trabajo muy a la altura de su reputación. Haciendo gala de su técnica de electrónica de microscopio, este paisajista vikingo pone sobre la mesa una cartita que,como siempre, escapa de toda categorización. Un juego de electrónica fractal que, sirviéndose de texturas metafísicas y samples fantasma, es el equivalente musical del mise en abyme: una imagen que contiene la misma imagen, ad infinitum. Hipnosis en 3D. Un viaje en espiral hacia el fondo de algún misterio bonito. Si con su clásico From Here We Go Sublime (Kompakt, 2007) el viejo Axel Willner se instaló como intocable en el universo de la electrónica, en tiempos de horrendos hiperbeats y tecno feo de Mayami, con este disco se ratifica que el artesano siempre será el papá de la fábrica. Los teutones de Kompakt la siguen sacando del estadio.

ALAN MODULAR

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LOS ANIMALES BLANCOS

Ciervo de dos cabezas

Independiente

Lo que este combo logra en su segundo trabajo discográfico es serio. Y denso. Y también natural, a decir porque su cabeza, el yonqui musical Andrés Gualdrón, ha llevado el hábito de inyectarse severas dosis de vanguardia musical colombiana a tal extremo que incluso ha tomado por hogar el segundo piso de Matik Matik (base de operaciones de la experimental local). Aunque distorsionada (o quizá precisamente por esa virtud), la suya resulta en una alucinación consecuente con el momento y el lugar. Basta escuchar las piezas que abren el disco, Braulio y Larvas, para comprender que no solo se trata de un pastiche o un collage. Lo que hay es una verborrea sónica que, entre la nueva tropicalia y el free jazz, con un par de brillantes deformaciones de lo andino y muchas concesiones en el ruido, resulta en una intoxicación intensa, un vómito de puro sonido colombiano de nueva ola. Y una ola que, gracias a experimentos como este, avanza. Por lo mismo, las colaboraciones/improvisaciones en vivo con Los Pirañas que Gualdrón incluyó en su disco, esa venia a la realeza de la contra local, resultan innecesarias. La mordida de sus animales ya es lo suficientemente letal.

NICOLÁS VALLEJO-CANO

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WILLIAM ONYEABOR

Who is William Onyeabor?

Luaka Bop

En tiempos de revisionismo cultural, en los que todo tipo de Indiana Jones con audífonos Beats andan desenterrando tesoros musicales que brillaron a la sombra del centro comercial, se han redescubierto algunas piezas cuya altura nos obliga a aceptar, una vez más, que a lo largo de la historia los Illuminati nos han estado metiendo los dedos en el conducto rectal. Ha resultado entonces sorprendente comprender que que el punk se inventó en Perú, que también hay champeta en Angola  o que, al lado de Fuentes, La Fania es una sopa de pan. Ahora, si bien hace rato estaba claro que Nigera podía ser más psicodélico que el Parque Jaime Duque, synth pop africano y en los 70 era algo que pocos, muy pocos, nos podíamos imaginar. En este contexto y a la luz de la reedición de su obra de la mano del sello niuyorkino Luaka Bop, la mitología de William Onyeabor adquiere relevancia por una simple razón: a un ritual musical nigeriano, típicamente afrobeat y sobradamente funky, este enigmático sujeto del cual hoy no se sabe mucho aparte de que no quiere saber nada de nosotros, Occidentales vulgares, le sumó máquinas de ritmos y sintetizadores análogos, componiendo en el camino un soundtrack de un filme que bienpodríamos titular: Sci Fi Vudu.

SEGISMUNDO SUDASUELDOS

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TRIÁNGULO DEAMOR BIZARRO

Victoria Mística

Mushroom Pillow

Justo cuando el rock, en su presentación más básica de batería, bajo, guitarra y voz, parece languidecer en todos los hemisferios del planeta gracias a aquellos “rockeros” que probablemente jamás escucharon el Kid A, aparece una banda españoleta con un disco que se siente como una terapia de electroshock. Un trabajo al que le viene bien el adjetivo HIJODEPUTA. Y en mayúsculas. Estilo, cojones, melodías super pop, letras tipo “vamos a pudrirnos en el mismo ataúd” y un sonido agresivo que le agrega algo de anfetamina al shoegaze implacable de los Jesus and Mary Chain y lo corona con la voz de una nena que todos, chicos y chicas, nos querremos follar de inmediato, hacen de esta, la cuarta entrega de los gallegos, una patada necesaria. Hipnótico, sicodélico y hasta gótico en su temática de muerte romántica, es un disco para despertar momias. Como para clavarle, a manera de supositorio, a los programadores del llamado “Planeta Rock”.

PACHO GAÑÁN

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CARLOS VIVES

Corazón Profundo

Sony

¿Qué delicioso platillo nos preparó Charlie Alives esta vez? ¿Acaso algo de noise moombahtón? Mmm… nada de eso. Lo que el cincuentenario nos trajo a la mesa es el mismo huevo revuelto de siempre: tropipop para bailar en Andrés Carne de Res. Lo cual no está tan mal si lo pensamos bien: ¿acaso quién necesita cambiar de piel cuando tiene de su lado a todo el establishment?, ¿por qué alterar una fórmula que uno mismo “inventó” (aunque por hacerle justicia a la verdad hemos de decir que el cerebro creador fue, en gran medida, Iván Benavides), que no solo funcionó sino que cambió la música colombiana para siempre? Sin embargo, resulta natural esperar más argumentos de alguien que se ha autoproclamado “El Patrón” de la nueva música colombiana y que se llena la boca describiendo la genealogía de nuestro fértil árbol musical. Algo más de incomodidad, de repente. Y no hablamos de esa tibia fusión que intentaste perpetrar, viejo Charlie, pero que no consumaste, en Amanecer. No por meterle autotune a tu voz o un par de beats electrónicos al típico pam tum pam tum pam vamos a salvarte de decirte que a lo mejor debes volver a lo de los culebrones. ¿Y qué pasa con esas letras, poeta? ¿“La vida es un animal / Lo tienes que defender / A veces nos trata mal / A veces nos trata bien”? ¡No jodás, Charlie!

GREGORIO MATAMOROS

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JUAN PABLO VEGA

Nada Personal

Art House

Aunque suena mejor en aquellos cuerpos que menstrúan, el disco de Vega es un aire fresco para una escena local de balada romántica masculina atascada aún en los Ricarditos. Aunque joven, este muchachito ha colado arreglos para algunos artistas grandes ligas que incluso a él le daría vergüenza confesar, como Chayanne, y para otros que no tanto, como Sáenz. Por lo mismo, quizás, su disco debut es una fantasía de arreglista repleta de vientos y cuerdas de todo tipo, melotrones a la Strawberry Fields, microfonía vintage y técnicas de producción análogas en un tejido minucioso con aires de R&B, soul, reggae, bolero y hasta algunos ecos de dub. Un revuelto que, aunque en ocasiones, quizás inevitablemente, niega aquello de que menos es más y peca por excesos en su filigrana, cumple como una pieza íntima y personal (a pesar del título) de un romántico empedernido que musa obsesivamente y no siempre en tonos melancólicos en torno a un maldito amor que ya no es. Cuenta con varias apariciones de Catalina García (Monsieur Periné).

HANS SOLO

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Tim Hecker

Virgin

Kranky

A riesgo de cometer sacrilegio contra alguna Iglesia radical, diremos que Hecker es uno de esos manes que, cada tanto, generalmente cuando está mal de plata, sale a grabar hormigas, se da en la cabeza contra un piano, registra la transmisión de alguna emisora en Islandia o se toma un galón entero de agua para capturar el rumor de una meada torrencial, para luego recoger todos estos sonidillos y procesarlos en alguna catedral abandonada sirviéndose de alguna vetusta máquina de cinta que no sabe muy bien cómo utilizar, compilarlos en un disco al que pondrá un nombre críptico y alguna portada aún más velada y finalmente sacarlo este al mercado bajo la etiqueta de “noise” o “ambient”. Sorprendentemente, este canadiense se sale con la suya y para algunos, sus “paisajes sonoros” (recomendamos Radio Amor, del 2003) describen el ruido del cosmos, misterioso y latente, haciendo presión contra la humanidad. Hermosos y desgarradores, sublimes e insoportables, sus trabajos producen escalofríos certeros en nuestra espina dorsal. Y Virgin, que suena a miedo, no falla a la hora de recordarnos el tormento fundamental.

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Systema Solar

La revancha del burro

Independiente

Ya era hora de que el picó más contundente de Colombia entregara al respetable nuevo material, ya que su debut homónimo, sin duda milagroso, cercaba ya casi los 5 años de edad. Pero la espera valió y cual virus, su revancha se coló en los playlist nacionales de fin de año con algunos cortes épicos para la pista (Yo voy ganao,Nite Nine, La esquina del movimiento) y sobre todo: necesarios para la agitación (Indio guerrero, Machete, Antena). Frente a un sistema que no hace sino darle palo al burro, el Systema convierte la felicidad en una manifestación de resistencia. Y en su nuevo disco, se asegura de recordarnos este flow que es a la vez un manifiesto. Electrocaribe brioso y por momentos, agresivo, con esta revancha el kombo se ubica en la primera línea de la soberanía independiente.  Y manera de bono, para el respetable que gusta de la polla anglosajona: una bachatica cantada por la Blondie, Debbie Harry, llamada Artificial.

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Omar Souleyman

Wenu Wenu

Ribbon Music

Aunque su música se llama “dabke” y su prolífica carrera lo ha convertido en el músico matrimonial más codiciado de Siria, lo de este sujeto, que por demás parece el enemigo de Rambo, es, para ponerlo en contexto, algo así como una champeta del Medio Oriente. Tal cual. Un trance delirante que, como cualquier otro folk tribalista y mántrico, al guardar cierta semejanza con la electrónica actual, algunos oportunistas (o visionarios, según desde donde se le mire) como Kieran Hebden, más conocido como el alias de Four Tet, han detectado como su próxima  gallinita de oro para capitalizar en esta tendencia neocolonialista de convertir cualquier sonido primitivo, con algunos toques de producción contemporánea, en el último techno del verano (Diplo: ¿oíste bien? Esa bala va directo a tu frente). Lo cual para nada significa que el experimento sea mediocre o vano. Al contrario, con un poco de facelift EDM, el sonido resultante de Soulyeman es como imaginarse a Madonna saludando a la Nariz del Diablo de camino a Melgar. Divertido… pero como raro.