A / VISIONS: creatividad digital en su máximo esplendor
Fotos por Cinthia Franco.

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Música

A / VISIONS: creatividad digital en su máximo esplendor

Las primeras fechas de MUTEK México 2017 se han conformado de fabulosos actos que nos dejaron ahogados en un mar de olas digitales atmosféricas.

La segunda noche de A/Visions comenzó con el suave ambient de Steve Hauschildt, quien en la primera parte de su set, exploró sonidos que representaban al espacio y al aire, con acompañamiento de visuales construidos a partir de líneas y colores pastel. Muy gradualmente introdujo sonidos que parecían pequeñas explosiones de agua, llevando a la audiencia hacia un ambiente mucho más orgánico, que se hacía tangible a través de las imágenes en movimiento que simulaban gotas de lluvia, expandiéndose en un universo de psicodelia rosada. Este paisaje sonoro fue mutando por medio de un beat intenso, hasta que asomó por completo un elegante episodio de micro techno y a la pantalla regresaron las líneas en tonos monocromáticos. La participación del productor originario de Cleveland concluyó con otro acercamiento al ambient etéreo, el más relajante que te puedas imaginar. Excelente warm up para lo que habría de venir por parte del alemán Alva Noto.

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Ya sobre el escenario, con los dígitos de un reloj (obviamente digital) en la pantalla detrás de él, Alva Noto hizo que los asistentes brincaran sorprendidos, cuando soltó un potente beat de tono muy bajo, al mismo tiempo que un estrobo explotaba en todos los sentidos de la audiencia. El mar digital de luces y sonido fue avanzando progresivamente hasta crear un ambiente de dancefloor tan oscuro como el más underground en el que hayas estado. Pero las imágenes y luces bailaban frenéticamente al ritmo del fino techno, entrelazándose como un arcoíris encontrado en alguna ciudad del futuro. Desafortunadamente el agradable estado de total inmersión fue muy breve…

El cierre de la noche corrió a cargo del italiano Lorenzo Senni, promesa del sello de inglés Warp. Su propuesta fue un reflejo perfecto de estos tiempos en los que para ser "original", hay que recurrir a la deconstrucción y a lo "post". El set se presentó en forma de fragmentos, como si cada elemento que compone el trance fuera llevado al extremo de la provocación, como si el productor pretendiera que nos quedara claro qué se necesita para hacer una buena pieza de ése género, por medio de la repetición.

El tercer día de la jornada de MUTEK México en la capital del país tuvo lugar en el ya conocido Auditorio Blackberry, entre luces, un audio cuadrafónico y cientos de asistentes que acudieron al llamado, lo ánimos comenzaros desde las 21:00 horas y no pararon hasta la ultima nota evocada por The Orb.

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El primer acto fue un gran esperado de los amantes de la música contemplativa y la inmersión; Rafael Anton Irisarri, originario de Estados Unidos, curador y productor de texturas ambientales con residencia en Nueva York. Nos dio un cátedra de cómo emparentar con el sonido ambiental, con un set bastante interesante dio la patada de inicio para esta jordana llena de sonidos celestiales y mensajes ocultos.

Su set abrió la noche con grabaciones de campo y frecuencias extra normales, para comenzar moldear la noche con su guitarra y su arco, las cuales recordaron a la audiencia la sutil pero contundente energía de las cuerdas amplificadas electromagnéticamente. Su acto nos llevo por rincones oscuros y llenos de niebla que demostraron porque es una de las cartas fuertes de Umor Rex en MUTEK este año.

La noche continuo con el ya esperado Tim Hecker, un prodigio impecable del la música experimental, que se haya entre géneros como el noise, el drone pero sobre todo el ambient. Un ambiente de total oscuridad cubrió la sala, para hacernos más conscientes del sonido, y darle toda nuestra atención a éste. El canadiense comenzó con piezas llenas de poder que poco a poco subían el ritmo de la noche, cosas nuevas y también gran parte de su última producción fueron las guías sónicas que necesitábamos para entrar en un momento de reflexión guiado por la estética de sus sonidos ásperos y estruendosos.

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Tim Hecker, uno de los actos más esperados del festival, dio paso a frecuencias que alteraban los estados del público que lo presenciamos. Con ayuda de tres amplificadores de bulbos para guitarra, este gran artista demostró porque su ambient es tan reconocido y valorado en un mundo donde ya casi cualquier persona puede hacer música.

Para terminar la noche se estabilizaron los ánimos y el recinto en silencio total para recibir a dos personajes enormes de la música electrónica contemporánea. The Orb comenzó con un set sumamente experimental que nos llevó paso a paso a recordar grandes épocas de la música y a vislumbrar nuevos horizontes que iban emergiendo de el bello acto de este par de músicos ingleses.

Foto tomada de cyclicdefrost.

No hay fecha que no llegue y plazo que no se cumpla, y así llego esta gran jornada de música para la contemplación, la cual fue un gran recordatorio de que el festival no sólo es fiesta y muchedumbre, sino también, un gran compromiso y valores orientados hacia el arte que transgrede sin tener que ser agresivo. Al mismo tiempo tiene una enorme reflexión detrás, y que sin duda nos deja con un gran sabor de boca y listos para continuar en esta gran semana que apenas va a la mitad de su total éxtasis.


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