Dadas sus maniobras que desafían a la muerte, y con hazañas casi sobrehumanas, no es de extrañar que en el vasto mundo de los deportes extremos, los artistas a menudo encuentran sus perfectos sujetos y fuentes de inspiración. En el caso del fotógrafo esloveno Samo Vidic, las acrobacias de alto vuelo en el snowboarding de montaña ofrecen el escenario perfecto para probar nuevas e innovadoras técnicas fotográficas, resultando en el proyecto Frozen Motion.
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