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Música

Stuart Price habla de su experiencia produciendo el Confessions on a Dance Floor de Madonna

Para este productor, trabajar con junto a esta diva fue una experiencia reveladora.

Stuart Price tiene un currículum impresionante y varios alias sin precedentes. También se une a la corta lista de colaboradores regulares de Madonna, trabajando por primera vez con el ícono pop en la gira Drowned World de 2000, y produciendo posteriormente su aclamado álbum de 2005Confessions on a Dance Floor. Price nos habló recientemente acerca de la experiencia de haber hecho el álbum hace casi una década. 

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Justo antes de que hiciéramos Confessions on a Dance Floor, había hecho un álbum con una chica llamada Juliet [Random Order en 2005]. Lo habíamos hecho durante Acción de Gracias en Nueva York, cuando la ciudad estaba completamente muerta, y sólo estábamos nosotros dos concentrándonos en trabajar en él. [Pasé] directamente de ahí a Madonna, y asumí que sería una experiencia muy distinta, pero ella me sorprendió por completo.

Lo que realmente me abrió los ojos fue lo enfocada que estaba evitando el tipo de ambiente desmesurado, excesivo y aglomerado que se crea en los estudios, y que yo esperaba. Fue totalmente opuesto, en verdad. Ayudó a crear un ambiente donde éramos como dos niños pequeños trabajando juntos en el estudio. Fue exactamente lo mismo que sentí cuando estaba trabajando con Juliet. Ella era muy… no quiero decir “inteligente”, pero era muy honesta con respecto a la música. Es muy instintiva entendiendo que la música proviene de una forma muy minimalista de trabajo. No proviene de lanzarle montones de dinero a una producción espléndida.

Pasamos cinco o seis semanas en mi apartamento. El estudio solía estar arriba en el loft. Yo trabajaba en algún track por la noche, luego ella llegaba y comenzábamos a trabajar juntos. Ella trabajaba en las melodías vocales y yo en las ideas, luego ella decía “OK, voy a casa a pensar al respecto”. Luego regresaba al día siguiente con el gancho para “Hung Up” o el coro para “Sorry”. Luego seguía trabajando en más tracks para seguir con el ritmo. Era un ambiente más fluido, casi infantil, que cualquier otra cosa que pareciera muy seria.

Dicen que un álbum suena a cómo la pasaste cuando lo hiciste. Eso lo aprendí con ese álbum, fue una época súper productiva, pero también fue muy divertida y natural. Y creo que eso se manifiesta en el sonido.

Es sorprendente que Madonna tenga una forma de trabajo tan simple. Yo hubiera esperado que llegara con un séquito y se hiciera la diva, al menos de alguna forma. No me malentiendan. Creo que en muchos otros aspectos de su vida, lo es.