A lo largo de la historia siempre han existido personajes o plataformas que, no conformes con los cánones sonoros de determinado momento o movimiento, contribuyen a la creación o a la noción de esquemas que provienen de las entrañas más profundas, tanto de su propia creatividad como de la de otros. Nombres de personajes contemporáneos como Autechre, Arpanet o incluso Radiq me vienen a la mente para ejemplificar; unos llegaron a convertirse en personajes legendarios considerados pilares fundamentales de la música electrónica ante la opinión generalizada, otros siguieron trabajando desde las sombras, maravillando a quienes dieran con ellos, aunque para nada menos importantes.
Una plataforma relativamente actual que se adapta a lo anterior mencionado es Tri Angle Records; es considerada por muchos como uno de los sellos más eclécticos del espectro electrónico de los últimos años; congrega entre sus filas a varios de los productores más enigmáticos que hay, los cuales más allá de su estilo, han sabido, a través de dosis altamente cargadas de misticismo, conjuras melancólicas y oscuras, así como patrones disruptivos, crear un modelo sonoro bastante particular.
Evian Christ es el ente creativo de Joshua Leary, un productor de origen británico que, desde 2012 le llenó el ojo a los mandamases de Tri Angle, y seguramente no habría encontrado un mejor lugar para trabajar y desarrollarse. Es sabido que Leary, pasó años experimentando y desafiándose a sí mismo en pos de llegar a un resultado que definiera su estilo. Probablemente fueron tiempos duros, pero lo logró, y logró mucho más de lo que uno se puede imaginar en tan sólo 3 años, al punto de que el mismo Kanye lo contactó para que ayudara en el área de producción de Yeezus, incluso fue invitado a colaborar con productores de la talla de Actress, Four Tet o Ben Frost.
Evian tiene una maestría impecable en el manejo de las rítmicas fracturadas, las cuales generalmente convergen en tonadas ambientales y lúgubres, así como potentes bajos que emergen bajo patrones erráticos. Producto de esta continua experimentación, en algunos de sus tracks se ha aventurado a sobreponer con precisión quirúrgica rimas y versos como buen amante del hip hop que ha confesado ser.
Actualmente, se puede decir que Joshua está listo para dar uno de los pasos más grandes de su carrera y entrar a las ligas mayores en el paraje electrónico: Warp Records. Y no es para menos, a todos aquellos a los que les ha tocado seguir de cerca su recorrido, no les queda duda que tiene eso que se necesita para hacer cosas diferentes. Recientemente se dio a conocer que debutará de la mano de una instalación titulada Trance War, que concibió junto con el artista visual David Rudnick; la presentación se llevará a cabo en el ICA (Institute Of Contemporary Arts) de Londres. Ésta, hace alusión -a través de panfletos, posters y más elementos visuales/sonoros- a un hecho meramente simbólico denominado The Trance War, conflicto que se llevó a cabo en Europa en 1998 y que se llevó la vida de 30000 perros. David comenta que, en un mundo tan banal y predecible, una alegoría que roza en lo absurdo como la que se plantea, funge como un punto de partida transgresor, que permea de vitalidad la realidad actual.
Extrañas sensaciones engloban a la figura de Evian Christ, más allá de su talento o capacidades; parece que esta filosofía nihilista que pregona - de la cual sólo conocemos la punta del iceberg- estuviera emergiendo de manera calma y por momentos precipitada. No queda más que sentarse a observar, y escuchar.
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Yann es parte de la sangre nueva que llegó al equipo de THUMP, síguelo en–@Yannn__