Por qué el Italo Disco debe regresar

Imaginen un universo paralelo donde Disclosure no hubiera ganado un disco de platino. Donde no fueran tocados en Radio 1 de la BBC y 6Music, y donde no le gustaran DJ EZ. Donde Daft Punk se separó luego de Discovery, Martin Garrix nunca salió de los Países Bajos y Skrillex tuviera el mismo atractivo que Adam Lazzara – anónimo para cualquiera arriba de los 16 años. En vez de ser adoradores del drop, levantaríamos un altar a Ken Laszlo, mientras que los saltarines y eufóricos sintetizadores europeos son el recurso para los productores caseros. A Steve Aoki no se le otorga una visa de trabajo europea y Heartbreak sigue siendo relevante en 2015. Este es un mundo donde, en vez de excesos de garage house y EDM, la gente hace sonar a todo volumen Italo-disco desde los estéreos de sus Ford Fiesta. Johnny Jewel es más grande que Calvin Harris y Chase & Status nunca fundan su escuela gratuita. Rihanna acaba de ganar el internet con una selfie en estudio con The-Dream, Valerie Dore y Den Harrow.

Todo esto suena muy distante, considerando que incluso a mediados de los 80s, el Italo nunca produjo ninguna estrella perdurable en estos pasillos, ni siquiera lo suficientemente fuerte para contar con influencia en el mainstream de hoy en día.  Además de algunos seguidores de culto en círculos con la aprobación de Pitchfork en Canadá y Escandinavia, los pioneros del Italo-disco rara vez aparecen en la lista de "influencias cruciales" entre artistas angloparlantes. Aún tiene una audiencia en Europa, pero eso únicamente reduce sus posibilidades de éxito por este lado del mundo, y ser desechado como "Euro trash" e indigno de la atención crítica y comercial.

Sin embargo, si observas los datos fríos, sin ser afectado por el prejuicio contra nuestros vecinos continentales y las distorsionadas perspectivas con respecto al "gusto", es muy difícil apuntar hacia el por qué el Italo no es algo enorme. Claro, la popularidad es casi completamente manufacturada, así que el sonido o estética de un movimiento musical es completamente irrelevante si Universal no le ha dado su sello de aprobación. Pero incluso si aplicamos esta lógica, parece que los equipos de marketing simplemente están saltándose un truco, ya que el Italo tiene un enorme potencial para el tipo de ubicuidad que actualmente disfruta el macho-trap y el house aburrido que produce la clase media-alta. Ha habido indicios de un renacimiento, con Lady Gaga sumergiendo los pies en las brillantes aguas del Italo con "Do What U Want" en 2013, aunque considerándolo, sólo llegó al noveno lugar de las listas de popularidad, y eso implicó un relativo fracaso para un artista con siete sencillos con el número 1. Pero aunque los monstruos podrían no haber disfrutado la incursión de Gaga hacia el reino de los ominosos sintetizadores para bajeo, eso no significa que debemos darnos por vencidos. De hecho, viendo el horizonte general de la cultura pop en 2015, nunca existido una época más idónea para que resurja de nuevo y nos salve a todos.

El Italo es un coctel para la catarsis musical, lleno de elementos gratificantes que la gente ha buscado en la música pop en vano durante mucho tiempo, combinándolo en cuatro minutos de lagrimeo hedonista que harán que bailes hasta que olvides tu dolor. Por ejemplo, las letras para "Don't Cry Tonight"  son tan histriónicas como lo mejor que el pop punk tiene para ofrecer, llena de complicadas metáforas y frases hiperbólicas, proporcionando el mismo desfogue emocional pero sin las vocales susurrantes. Esto también ha ayudado por la confusión del inglés mal formulado, lo cual únicamente contribuye a la angustia existencial – él no entiende el dolor, ni tampoco nosotros. Y no son únicamente con las letras que el Italo triunfa sobre todo lo que ha querido ganarse un legítimo lugar en la cima de las listas de popularidad. Es muy fácil ver lo que la gente busca en Skrillex y Swedish House Mafia, es más fácil, de lo que se cree. Esa búsqueda por el momento de tener las manos arriba en un festival, lo que se representa muy acertadamente en los anuncios de telefonía celular, es en realidad, muy entendible.

Sin embargo, la gente lo ha entendido de una manera muy horrible, esperando tres minutos para que David Guetta llene todo de snares y lo abrume todo con un drop enorme, cuando simplemente podrían escuchar "Another Life" de Kano, lo cual es mucho más eficiente, tomándole únicamente 37 segundos para levantar las manos y dejándolas así durante sus 7 minutos de duración.

No son sólo las listas de popularidad y los estudiantes del deporte los que han anhelado al Italo. Dentro de nuestra obsesión colectiva con PC Music nos hemos olvidado que la estética de sacarina mostrada por el colectivo, es en realidad distintiva del Italo-disco. La "diversidad" de la música del sello discográfico fue muy mencionada en las reseñas de fin de año, mostrada como una calidad positiva en un mundo de apagados consensos y programación de radio uniforme. Sin embargo, una resurrección del Italo reconciliaría al mundo, no lo separaría. Nos convirtiría en uno mismo, no en una resignación unificada hacia el "Uptown Funk", sino con la misma energía y emoción que pusimos al bailar con SOPHIE durante el año pasado. En vez de ensayos de 3000 palabras sobre "Broken Flowers" de Danny L Harle, los periodistas musicales podrían cumplir sus pulidas necesidades pop con  "Flowers in the Rain" de Thai Break. Sería una transición justamente cómoda ua que el Italo, es igual cursi y está lleno de emoción, con la ventaja de sonar completamente liberado, como si todo fuera tocado con los ojos cerrados, en vez de ser construido bajo un microscopio por estudiantes de escuelas de arte con conocimiento. Así que mientras que el Italo a menudo se encuentra en la cima, existe un confort con su sinceridad y desenfrenada alegría, algo que no puedes decir acerca de PC Music, ya que siempre estás consciente de ser objeto de alguna compleja broma.

Además de simplemente sonar mejor que todo lo demás, el Italo tiene sentido como el soundtrack para la era de los blogs narcisistas y selfies en los baños. El hecho de que la música electrónica no-descriptiva y segura sea esencialmente el soundtrack para la era de las redes sociales parece estar en pugna con el tipo de cosas que han convertido a sitios como Tumblr en algo tan popular. Todos los días los bloggers adolescentes toman sus smartphones y publican una cita inspiradora, husmean en la página de su crush secreto y tristemente tuitean "SÓLO … ESTO", con el link a un video de un gran tiburón blanco haciéndose cariñitos con la nariz de un oso koala. Es una cultura definida por la inseguridad, así que ¿por qué el sonido de la música pop es tan seguro y petulante?

La gente pasa gran parte de sus días en la internet, y mucha de su actividad representa buscar validación y catarsis a través de videos virales melodramáticos y "Sabes que eres un adolescente cuando …" listicles. Podría aparecer en una forma distinta actualmente, pero esta búsqueda constante de todas las cosas relacionables con racimos del eterno deseo adolescente por encontrar solidaridad en tu angustia, saber que no eres el único en sentirse deprimido porque no le gustas a Chantelle. Ahora escucha "The Night" de Valerie Dore y dime que no es un himno para cada una de las publicaciones de adolescentes tristes en Tumblr. En 1984, un track acerca de un amor no correspondido incluyendo estas líneas "I'm trying to discover you [and] all my friends are talking to me"  (no intento descubrirte [y] todos mis amigos hablan conmigo), podría no haber tenido mayor significado más allá de ser una canción pop muy triste y muy grandiosa. Pero en 2015, esas palabras toman un nuevo significado, y son el soundtrack perfecto para una persona joven solitaria sentada en su computadora con ventanas de chat de FB abiertas, solando un romance imposible. Es duro chicos, pero no se preocupen, Valerie está aquí para ser el soundtrack de su holgazanería.

Con eso en mente, en general, los seres humanos no son muy buenos para ser buenos el uno con el otro, probablemente tenemos la música pop que merecemos. Nuestra intolerancia, periodos de atención cortos y la interminable aceptación por las emociones baratas nos han dejado con un mainstream muy homogenizado y mediocre, y underground que es a veces emocionante y divertido, pero muy a menudo exclusivo y forzado. Pero entonces, vivimos en un mundo imperfecto, tal vez el Italo será el soundtrack para un futuro distante y utópico.