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Los ruidos fuertes están dañando lentamente tu salud

Resulta que el taladro con el que estuvieron trabajando toda la semana frente a la oficina no solo estaba perforando el pavimento sino que también le estaba dando en la madre a tu presión sanguínea.

Los aviones suelen ser muy ruidosos. Foto vía Bill Abbott.

La contaminación del ruido es mucho peor de lo que creías. Según la Organización Mundial de la Salud, es la segunda causa ambiental de problemas de salud después de la contaminación del aire. Estudios de 2012 indican que contribuye a otros 910 mil casos de hipertensión en Europa cada año y 10 mil muertes prematuras relacionadas con enfermedades cardiacas coronarias o derrames cerebrales. Otro estudio de 15 años de duración reveló que la tasa de muertes relacionadas con problemas cardiovasculares o derrames cerebrales era más alta entre la gente que vive cerca del alboroto del aeropuerto británico de Heathrow.

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¿Entonces por qué nadie habla de eso?

"El ruido es invisible", dijo Poppy Szkiler de Quiet Mark. "Creo que por eso hemos ignorado muchos de los problemas que tienen que ver con él, hasta ahora".

Quiet Mark ofrece un sello universal de aprobación para productos y empresas que reconocen la importancia de reducir su huella acústica. Nacieron de la Noise Abatement Society (Asociación para la Reducción del Ruido), establecida en 1959 cuando John Connell —el abuelo de Szkiler— escribió una carta al Daily Telegraph para quejarse de los niveles de ruido cada vez más invasivos en el mundo que lo rodeaba.

Quedó impresionado con la respuesta —"bolsas llenas de cartas donde la gente me mostraba su apoyo", dijo Poppy— y presionó al Parlamento hasta que se aprobó la Ley de reducción del ruido en 1960. Desde entonces, Noise Abatement Society y Quiet Mark han luchado por una sociedad más callada. La semana pasada se estrenó su película financiada colectivamente llamada In Pursuit of Silence, que analiza la forma en que el ruido excesivo ha permeado cada aspecto de nuestra vida y por qué las vidas humanas dependen en nuestra capacidad de combatirlo.


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"La reducción del ruido es como el cigarro", dijo Szkiler. "Es un problema de salud pública. Un día, la gente simplemente se dio cuenta de que no debía fumar en interiores. Creo que todos ya llevamos mucho tiempo luchando con el ruido pero la gente está empezando a reconocer el valor de una vida más silenciosa". Como prueba, Szkiler mencionó la colaboración con John Lewis, que decidió unirse a Quiet Mark después de que una investigación de clientes reveló que el 65 por ciento de sus clientes deseaba más paz y tranquilidad.

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Entonces, ¿exactamente cómo es que el ruido daña nuestros cuerpos? Igual que mayoría de las cosas, es un problema de cuerpo y mente. El estudio realizado por The Lancet en 2013 sobre los "efectos auditivos y no auditivos del ruido en la salud" reveló que "la exposición al ruido aumenta la presión arterial sistólica y diastólica, altera el ritmo cardíaco y libera hormonas de estrés". Esto significa que el taladro con el que estuvieron trabajando toda la semana frente a la oficina no solo estaba perforando el pavimento sino que también le estaba dando en la madre a tu presión arterial.

Del mismo modo, si vives al lado de una calle muy transitada de la ciudad, es muy probable que estés expuesto a un nivel de decibeles alrededor de 60 y si vives junto a una avenida principal puede ser de hasta 70. El mismo artículo de The Lancet afirmó que estar expuesto por un largo periodo de tiempo a un nivel promedio de ruido de tan sólo 55 dB "es considerado un riesgo para la salud".

La otra forma en que el ruido te hace daño es un poco más prosaica: el ruido es una patada en las bolas. Puede causar molestia, frustración, ira e irritación. Tal vez suene exagerado pelearte con un vecino porque insiste en poner discos de Juanga a todo volumen cada domingo por la mañana pero, según ese mismo informe de The Lancet, se estima que 640,000 AVAD (años de vida ajustados por la discapacidad) se pierden cada año en Europa por "las molestias del ruido". Un año de vida ajustado por la discapacidad se refiere a un año humano perdido por enfermedad, discapacidad o muerte prematura, así que claramente no es ningún asunto trivial.

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Como era de esperarse, los más afectados por las molestias del ruido son las personas que viven cerca de los aeropuertos. "Por lo visto, el ruido de los aviones molesta a la mayoría de la gente", dijo Charlotte Clark, profesor de epidemiología ambiental y salud mental en la Universidad Queen Mary. "Hay una teoría que dice que es más fácil adaptarse al ruido de la carretera porque es continuo. Con los aviones, el ruido se hace más fuerte y llega hasta los 100 o 120dbs".

Para poner esto en contexto, los 140 dbs generalmente se considera el umbral del dolor.

"Las personas sienten que no pueden controlar la aeronave ", dijo Clark." Y es un factor de estrés. Algunas investigaciones sugieren que es más probable que reacciones más negativamente al ruido si tu salud mental no es buena".

Todos los expertos con los que platiqué al respecto mencionaron la ansiedad que produce el ruido no deseado y aunque hay poca evidencia de que el ruido mismo puede causar depresión o un trastorno de ansiedad, con lo ruidosa que es la vida en 2016 (las notificaciones de Whatsapp y Facebook también cuentan), no ayuda mucho si eres propenso las enfermedades mentales.

Lo más obvio y más preocupante de todo esto es el efecto del ruido en el sueño. The Lancet calcula que se pierden 903.000 AVADs por "la alteración del sueño." En un nivel más directo, esto puede referirse al ruido que te despierta o te quita el sueño, lo cual provoca que te sientas cansado y estresado al día siguiente (y para una persona que sufre problemas de ansiedad, esto podría agravar su condición). Pero lo más escalofriante es que incluso cuando estás dormido, cuando las ovejas ya dejaron bailar frente a sus ojos y por fin dejaste de contar likes en Instagram por siete dulces horas, el ruido va a seguir jugando dominadas con tu corazón. "Las respuestas cardiovasculares a los ruidos fuertes ocurren estés consciente o no", dijo Clark.

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Por supuesto, debe haber un grado de pragmatismo en todo esto. En primer lugar: dichas tensiones cardiovasculares sólo se consideran problemáticas después de una exposición al ruido a largo plazo, como vivir 20 años junto a un aeropuerto. En segundo lugar: las cosas chidas pasan en ciudades. ¿Qué opción tenemos? "En la sicología se habla de la restauración sicológica", señaló Clark. "Esto significa ir a un lugar verde, un lugar tranquilo, y tener tiempo para descansar y recuperarte del estrés".

Una de las partes más reveladoras de _In _Pursuit of Silence__es un segmento sobre el doctor Yoshifumi Miyazaki, que es el padre de la "terapia de bosques" en Japón. Ésta consiste llevar a los "pacientes" a los bosques como una especie de medicina preventiva contra futuros problemas físicos y mentales. Miyazaki incluso afirma haber registrado un incremento de 56 por ciento en la actividad de células anticancerosas en las personas que se relajan en los helechos.

Independientemente de si esa afirmación tiene tintes de hipérbole, el mensaje es claro: Tal vez no seas capaz de acabar con el tráfico pero tienes la opción de ir al parque. Y apagar el teléfono en el camino.

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