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Cultură

¿Podrá encontrar la ciencia un reemplazo seguro para el alcohol?

La meta es crear una droga menos dañina, menos adictiva, que no te ponga agresivo ni te dé cruda.

“El borracho”, litografía del pintor estadunidense George Bellow. Foto vía Wikimedia Commons.

Hay un nudo de dolor justo detrás de mi ojo derecho que palpita al mismo tiempo que mi pulso. Mis ojos están irritados. Mi boca está seca. Los actos heroicos inducidos por el alcohol son un recuerdo distante. En la molesta luz del día, simplemente me siento terrible y aún así, el siguiente fin de semana, estoy dispuesto a volverlo a hacer.

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Cuando se trata de estupefacientes legales, el alcohol es básicamente la única opción disponible. Es la droga más usada en el mundo y con certeza se puede considerar tóxica, adictiva y relacionada al comportamiento violento. Como se demostró en el experimento fallido de la prohibición del alcohol en EU en las décadas de 1920 y 1930, el deseo de embriagarse fácilmente al parecer siempre será parte de nuestra sociedad. Pero con una farmacopea masiva y una infraestructura científica a nuestra disposición, ¿por qué aún dependemos de un medio tan imperfecto de lograr esa meta?

Esa imperfección se demostró en un estudio realizado la semana pasada en el Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Sus investigadores determinaron que tomar de manera excesiva causa la muerte de uno de cada diez adultos en edad productiva en EU. En total, 88 mil estadounidenses mueren a causa del alcohol cada año.

La investigación de CDC complementa un estudio realizado en 2010 para el gobierno del Reino Unido que cuantifica los daños que provoca el alcohol en comparación con otros estupefacientes. Se reunieron 29 psiquiatras que se especializan en adicciones (al igual que expertos en química, farmacología, ciencia forense y servicios policiacos). La orden era examinar de manera rigurosa 20 drogas legales e ilegales que son dañinas para el consumidor y para la sociedad. El alcohol obtuvo 72 de 100 como puntuación de daño, la más alta del estudio. El segundo fue la heroína con una puntuación de 55.

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Fui con un hombre cuyo trabajo es despachar la bebida para entender más sobre por qué es atractivo el alcohol. El bartender Maxime Giordani tiene 15 años de experiencia mezclando tragos en algunos de los mejores establecimientos de la ciudad de Nueva York.

“Creo que muchas personas beben por que es una manera de socializar” me dijo. “Es algo que haces con otras personas. A menudo es lo que se espera. Por ejemplo, cuando pregunto: “¿Le gustaría otra bebida?” en general las personas que están en un grupo se voltean a ver entre sí antes de responder”.

“Pero más que nada” continuó Giordani, “el alcohol es un escape de la realidad. Escucho toda clase de historias: malos empleos, matrimonios rotos o sólo aburrimiento de la rutina diaria. Un par de tragos te alivianan. Te relajan. Algunas personas se vuelven graciosas o más animadas. Se va la timidez. Puedes decirle cualquier cosa alocada a la chica que está sentada al lado”.

El reemplazo ideal reproduciría tantas cualidades positivas del alcohol como fuera posible. Actuaría como un lubricante social al reducir inhibiciones. Produciría sentimientos de euforia. Los consumidores podrían controlar su nivel de embriaguez limitando su consumo. Por último, se integraría a la perfección en la estructura social que existe­: servido en forma de una bebida en los bares y en otras reuniones junto a las bebidas alcohólicas tradicionales.

Al mismo tiempo, el reemplazo ideal no sería adictivo ni tóxico y sería fácil de metabolizar. No produciría deficiencia sensomotriz. Mejor aún, vendría con un antídoto incluido que, al ingerirse, regresaría al consumidor a su estado normal de consciencia.

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Teniendo estos criterios en mente, me senté con el experto en drogas psicoactivas y el colaborador de VICE Hamilton Morris. Quería saber: ¿Podemos encontrar otras maneras de reproducir los efectos deseados del alcohol?

“Lo primero que tienes que entender es que el alcohol tiene una farmacología increíblemente complicada”, explicó Morris. “Su efecto principal es gabaérgico, podría decirse que es un efecto tipo Valium. Pero también se comporta en menor medida como un antagonista NMDA, un efecto tipo Ketamina. Realiza tantos ajustes a nivel neurológico que incluso hoy no entendemos por completo cómo funciona. Aunque existen muchas otras drogas que producen efectos similares al alcohol, entonces creo que un reemplazo es posible al menos en teoría. La pregunta más importante para mí es: ¿Lo aceptará la gente?

En lo primero que pensó Morris cuando se le pregunto por candidatas fue en la benzodiazepina , una clase de droga con calificación de 15 en la escala de daño producido por alcohol en Reino Unido. Muchos estadunidenses las ingieren en forma de medicamentos recetados como Xanax, Valium y Klonopin. La benzopiazepina imita el mecanismo primario que realiza el alcohol en el cerebro.

Del mismo modo que el alcohol, estas drogas producirían un efecto eufórico y reducirían la ansiedad pero la razón de su uso terapéutico es por que son muy funcionales. Podrías tomar una benzodiacepina e ir a una reunión importante y, con una dosis razonable, estarías bien. Incluso rendirías mejor en la reunión porque te sentirías relajado. La información que se tiene acerca de cómo la benzodiazepina afectaría el funcionamiento motriz es equívoca, pero al parecer hay potencial de que la benzodiazepina o compuestos relacionados a ella produzcan relajación sin una pérdida dramática de coordinación. No hay carga metabólica, metabolito tóxico ni deshidratación, por lo tanto no hay resaca. Aunque, de cierto modo, en realidad eso podría ser malo. Cuando se pierde esa toxicidad también se pierde una razón principal de por qué no usar esa sustancia en exceso. La benzodiazepina sigue siento adictiva y aún produce síndrome de abstinencia después de su uso continuo.

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Hablamos sobre una serie de posibilidades adicionales: éter dietílico, gas xenón, NSBT, 2-metil-2-butanol, 1-etinil-1-ciclohexanol, oxitocina, catha. Cada una tiene sus beneficios y sus inconvenientes.

“Supongo que si tuviera que escoger la mejor candidata”, reflexionó Morris finalmente, “es probable que sea el cannabis. Casi no es adictiva y proporciona gran parte del alivio del estrés y la desinhibición que la gente busca en el alcohol”.

Es una desinhibición que, como insiste el comandante Neill Franklin quien fue agente de narcóticos, vuelve dócil al consumidor. “El alcohol y la violencia van de la mano”, aseguró. “Como policía en la calle, en toda mi carrera, nunca tuve un altercado con alguien que sólo hubiera consumido mota. Cuando se trataba de llamadas por violencia doméstica siempre la causa fue el alcohol.

La docilidad que mejora la sociabilidad es una de las razonas por las que la mariguana tiene tan baja puntuación en la escala de daño en Reino Unido (con 20 puntos). Aún así, la droga no carece de problemas. Las investigaciones sugieren que también puede disminuir la motivación y causar pérdida de la memoria a corto plazo, aunque un estudio reciente demostró que si se toma ibuprofeno como medida profiláctica es posible prevenir algunos de los problemas de memoria.

Mencioné la conversación que tuve con Morris a otro investigador de drogas, quien prefirió permanecer en el anonimato. El hizo su propia sugerencia de un sustituto para el alcohol: 4-ACO-DMT. El químico poco conocido es comparable a la psilocibina alucinógena, la sustancia valorada como la menos dañina en el estudio sobre drogas en Reino Unido. Con una puntuación de 6, la psilocibina por el momento ofrece resultados prometedores como tratamiento para una gama de condiciones clínicas que van desde la ansiedad a la cefalea en racimos hasta el trastorno por estrés postraumático.

“Compre mucho 4-ACO-DMT a una empresa china hace unos años”, me dijo el investigador. “Está prohibido según el Acta contra el abuso de drogas de 1986 pero técnicamente aún se puede comprar mientras no sea para consumo humano. Fue mi opción como lubricante social por años. La tomaba e iba a bares y hacía lo que iba a hacer. Si tomas una dosis muy pequeña todo se vuelve hermoso. Todo es un poco más nítido de lo normal y un poco más presente. Todo es un poco más vivo y más brillante. Te sientes seguro. Te sientes calmado y total control de tus facultades mentales, totalmente articulado. La consumí muchas veces y manejé sin ningún problema”.

En mis conversaciones con la comunidad de expertos en drogas se mencionó otra droga una y otra vez: el MDMA. Se conoce comúnmente como éxtasis o Molly y produce un estado de euforia acompañado por sentimientos de intimidad y empatía. Su puntuación de daño de 9 en el estudio en Reino Unido fue tan baja que el arquitecto del experimento David Nutt declaró que es más segura que montar a caballo. Una afirmación que causó de manera rápida su despido como principal consejero científico del gobierno Británico.

Sin dejar que esto lo desanime, Nutt juró continuar con la investigación para encontrar un substituto más seguro para el alcohol. Por el momento está realizando estudios en sustancias sin nombre debido a su habilidad para dirigirse a sistemas cerebrales relacionados con el alcohol específicos. El estupefaciente final se venderá como un coctel y se promocionara como un producto exclusivo para las personas que quieran tomar de manera responsable”. Él espera tener listo un prototipo en los próximos años. “Puede ser que para el año 2030 todos estemos bebiendo eso en las tabernas”, sugirió en una página de opinión para The Guardian.

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