Foto o no Pasó: Underground Realm, el máximo paraíso musical

Fotografías: Julio López

Tenía ya un tiempo sin percatarme del poder de la luz. La gama de colores que había en los reflectores del escenario de Undergorund Realm era infinita. Desde que salió Machinedrum y hasta que la última vibración musical de Green Velvet se esfumó, todos los que estuvimos cerca de la pista de baile entramos en un estado de perplejidad absoluta. Esos espectros visuales verdes, rojos, azules, morados, arcoíris se adueñaron de nuestros cuerpos por más de cinco horas.

Cuando por fin pude recuperarme. Cuando la gente comenzó a buscar la salida y los meseros dejaron de servir chela, sentí como mis músculos estaban cobrándome la fiesta. Quisiera poder dar más detalles sobre lo que ocurrió esa noche pero mi cerebro se ocupó únicamente en generar dosis inmensas de oxitocina y el área experta de los sesos en generar memoria quedó bloqueada. Recuerdo únicamente los beats elegantemente marcados de la música de Matthew Dear, el ritmo aceitoso e irreverente de Green Velvet y los sonidos alucinantes de reggae de Machinedrum.

Para los que verdaderamente aman la música electrónica, y al igual que yo, tuvieron el privilegio de estar el viernes en House of Vans, saben perfectamente de lo que estoy hablando: un paraíso musical del que nadie quería salir nunca.