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Música

Una villa en Ibiza que se dedica a la enseñanza del DJ

Todos quisiéramos haber tenido esta oportunidad.

La rápida evolución de la música ha hecho que se vuelva cada vez más difícil destacar entre un mar de producciones que salen día con día. Todos tenemos la posibilidad de producir nuestro track, remixear, o de hacer un mixtape y subirlo a Soundcloud de manera inmediata. Se vuelve complicado para la gente entender quién sí es un buen DJ y quién no, a tal punto donde todos pensarían que ya cualquier lo es, y sí, cualquier podría hacerlo, pero no cualquiera puede ser un verdadero artista.

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Desde hace ya tres años, Burn encontró una gran oportunidad en el mundo de los DJs, ya que al crear un proyecto que lleva por nombre, Burn Residency, lograron combinar su filosofía de energía intensa con la de este género de música. ¿Qué decidieron hacer? Una clínica de aprendizaje intenso para que sólo algunos seleccionados tuvieran en verdadero honor de recibir clases en manos de los mejores DJs del mundo, que no siempre es que sean los más comerciales, sino los más legítimos en una industria. ¿Dónde había que hacerlo? No hay otro lugar en el mundo que se compare con Ibiza, la isla que está anclada a los sonidos electrónicos y que tiene por templos grandes clubes.

Los concursantes de la #burnResidency preparando sus mezclas. Fotografía de Valeria Anzaldo.

La dinámica general de esta experiencia se trata de encontrar al siguiente gran DJ, mismo que será impulsado por todo un año en compañía de Burn. Es bien importante enfatizar que no se trata de un concurso que se quede con sólo presentar mixtapes en línea, sino también de estar abierto a la crítica y aprender nuevas lecciones. Muchos de los DJs que estuvieron en esta residencia, sobre todo el de España, Rumania, México y Rusia, me comentaban que no era casualidad estar allí, justo este año sentían que todos se habían conocido antes sin siquiera haber tenido un contacto previo. El buen rollo que se generó entre los participantes y

"No es casualidad, todos nos ayudamos. Somos del mismo patrón. Todos han estado muy involucrados conmigo", me decía Javi Row, originario de España y quien nos contaba sobre cómo ya había vivido antes en Ibiza como un DJ, pero no había conseguido tener mucho éxito en la isla, pues la vida es dura ahí cuando quieres sólo vivir de la música, y no por la falta de oportunidades, sino porque en verdad, la competencia es fuerte.

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Javi Row preparando su selección musical. Fotografía cortesía de Burn.

Incluso para nuestro compatriota, Dani Shuk, le era familiar esta sensación de tener que competir por demostrar que su talento valía. Él está acostumbrado a que en México nadie te enseñe nada, por miedo a que puedas destacar antes que tu vecino, lo cual claro, se vuelve en una barrera para todos a la par. Por ahora no hemos visto el nacimiento de una gran estrella de la música electrónica en México, alguien del nivel de Carl Cox, no lo hay aún, pero Dani está seguro que estar en ese campamento lo ha ayudado a aprender mucho más de lo que esperaba. "Estoy aquí con todo, estoy muy abierto a lo que me tengan que enseñar", comenta Dani, quien algo nervioso, nos decía que su esposa le ayudaba mucho a estar conectado con toda la experiencia. Ha sido ella quien más lo ha apoyado y quién le enseñó sobre la Burn Residency. Es ella quien lo mantiene al tanto de las actividades y su desempeño. Esto, es sin duda uno de los mejores soportes que puede tener un artista, el respaldo de un ser querido, algo muy importante para seguir conectado con la tierra ante las mieles que ofrece un camino lleno de gloria.

Dani Shuk, amante del psyco. Un mexicano que busca el verdadero sueño en Ibiza. Fotografía cortesía de Burn.

Uno de los grandes premios que todos recibieron, no fue sólo en especie, sino la enseñanza de uno de los grandes. Todos se sintieron avasallados por la presencia de Carl Cox en la villa, quien desde el momento que pisó la entrada, llenó de buena vibra todo el entorno de Ibiza.

Carl Cox nos explicaba la importancia de ser un DJ y un productor. Fotografía de Valeria Anzaldo.

Carl Cox es más que una leyenda del house y del techno en el mundo. Para Ibiza, Carl es como un personaje con el que todos se sienten identificados, pues su dedicación a la música y la construcción de la escena que ha hecho allá le ha ganado de manera natural, el reconocimiento inmediato de todos y cada uno de los que viven allí. Esta conexión tiene una razón de ser, Carl es uno de los pocos DJs que quedan en la industria con los pies tan en la tierra, porque no sólo es eso, sino que él está desde las raíces de todo el movimiento.

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Al preguntarle a Carl ya en la residencia, cuál había sido su mayor aprendizaje en sus más de 20 años como DJ, sin chistar me respondió, "No ser un idiota. En serio, no sean unos idiotas. La gente quiere que los motives, para ellos eres un ejemplo, alguien que les inspira. Si eres un idiota y no te paras a darles una foto o un autógrafo, eso los marcará el resto de sus vidas. Tal vez para ti pudiera ser fácil ignorarlos, y lo olvides, pero ellos nunca lo olvidarán, y puede que se lo tomen con rencor. Yo siempre quiero que la gente se sienta motivada y pueda salir adelante".

Los participantes necesitan terminar algunas pruebas para poder llegar al gran premio: ser apoyados por todo un año junto a los 100 mil dólares que se les inyectarán en sus carreras. Eso sin dejar a un lado los meses que vivirán en Ibiza para ir puliendo su técnica en los clubes hasta poder manejar con absoluta confianza los templos del sonido. ¿Quién será el verdadero ganador? Ya les estaremos contando más adelante.

¡Qué ganas de regresar ahí a sentir el pulso de la escena electrónica!

Pueden seguir la información minuto a minuto a través de Burn en Facebook // Twitter

** Aquí pueden ver el reto colaborativo que tuvieron los participantes en Ibiza.