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Música

Cómo un monje del siglo XVIII inventó la música electrónica

Únicamente construyó un prototipo de su invención y ahora está perdido en la historia.

Dom Prokop Diviš, un erudito checo nacido el 26 de marzo de 1608, disfrutaba provocar shocks en las personas, tanto en el sentido literal como figurativo.

A menudo tomado como la contraparte europea de Benjamin Franklin, ya que los dos inventaron de forma simultánea e independiente los pararrayos, Diviš quedó fascinado con la electricidad al trabajar como teólogo en una parroquia moravia de Přímětice, ganando reputación de loco por parte de sus contemporáneos gracias a su interés en las plantas de tratamientos de shocks y por construir "maquinas climáticas" DIY" su propiedad.

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Hoy en día, sin embargo, se le considera como uno de los primeros visionarios de la música electrónica, una forma de arte que normalmente no se asocia con el siglo XVIII.

Como regla regular monástica, la teoría musical y el diseño eran una parte importante de la vida profesional de Diviš. Para 1730, sus intereses duales en la música y la electricidad se habían fusionado en una única obsesión con la creación de un instrumento musical mejorado a través de la electricidad. En algún momento entre 1730 y 1762 –los informes históricos varían ampliamente– Diviš reveló su obra maestra, la cual llamó "Denis d'or", o Dionisio de Oro.
El Denis d'or era un instrumento basado en un teclado equipado con 790 cuerdas de hierro posicionadas para ser golpeadas como un clavicordio en lugar de punteadas como una guitarra. De acuerdo a la Introducción de Cambridge a la música electrónica, "se decía que (en muchas combinaciones) su sistema ingenioso y complejo de paradas […] imitaba un impresionante número de instrumentos, incluyendo, supuestamente, los aerófonos", o instrumentos de viento. Algunas fuentes sugieren que el Denis d'or era capaz de hacer los sonidos de instrumentos de punteo de cuerdas incluyendo arpas y laúdes.

Para llevar aún más lejos el rango de la acústica del instrumento, Diviš equipó sus cuerdas de hierro conductoras para que pudieran aguantar una corta descarga eléctrica. No se sabe exactamente cómo galvanizaba las cuerdas, pero pudo haber usado algo como una botella de Leyden, el primer condensador desarrollado en la historia, y que Diviš empleaba con frecuencia en sus experimentos.

Los historiadores usualmente difieren qué tanto modificaba la calidad del sonido el electrizar las cuerdas, y muchas fuentes sugieren que Diviš más que todo hackeó el Denis d'or para poder gastarles bromas a los que lo tocaban.

"El Denis d'or fue el primer instrumento musical que implicada electricidad, aunque esa probablemente no fuera una parte esencial de su funcionamiento", expresó el musicólogo belga François-Joseph Fétis en su libro de Biografía universal de los músicos, de 1974. "Diviš aseguró que el músico podía "recibir tantas descargas como lo quisiera el inventor".
En otras palabras, Diviš hizo honor a su reputación de bicho raro fantástico, y el Denis d'or fue, como su inventor, algo verdaderamente original; únicamente se construyó un solo prototipo de este instrumento en la historia. Se dice que luego de la muerte de Diviš en 1765, el instrumento fue vendido a Viena, y desde entonces se perdió en la historia. Ni siquiera pude encontrar ningún diseño o boceto de él.

Sin embargo, su legado como el primer artefacto musical en integrar la electricidad en su hardware continúa viviendo en cada interpretación en el theremín, cada solo de guitarra y cada festival de EDM. Brindemos porque un día el Denis d'or resurja en una tienda de segunda mano o en el sótano de una iglesia en algún sitio, listo para electrizarnos una vez más.