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Música

Estuvimos en las 20 primaveras de Cultura Profética en Bogotá

Dulzura, resistencia, amor y ponqué en la celebración de las dos décadas musicales de los boricuas.

Se podría decir que sobre Cultura Profética en Bogotá ya todo está escrito. Se han montado dos veces a hacer historia en Rock al Parque; una vez en el Estéreo Picnic, una vez en el Jamming Festival y dos veces más en el Downtown Majestic. Sin embargo, en ninguna de esas ocasiones se vivió algo similar a lo que sería la celebración de sus 20 años de trayectoria musical.

La ocasión ameritaba asistencia obligatoria al Royal Center y la tuvo, horas antes del evento se anunció sold out de la boletería en redes sociales. Y es que claro, no todos los días se cumplen dos décadas de apostarle a la música para vivir, para transmitir un mensaje, para trascender. En el intento se han quedado muchos, y lo que se veía venir, más que una de las bandas más importantes de reggae en América Latina, era un sinónimo de resistencia sobre la tarima.

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Besitos apasionados, suspiritos en la nuca, baile suave pero pegadito, canciones irresistiblemente coreadas, calor, uno que otro discurso largo de parte de Willy Rodriguez y el olor dulzón a ganjah, fueron protagonistas sin importar hacia dónde se mirara. En tarima, antes de iniciar la noche, estuvo temprano el colectivo de DJs de Casa Babylon como abrebocas de la noche. Más adelante el plato de entrada fue La 33 que, aunque no muchos lo notaran, cambió su alineación original y se montó con el inquieto Edgargo Garcés, conocido como el “Guajiro” quien también canta en Sidestepper y hace parte de Ghetto Kumbé.

Serían las 11:57 p.m. en el reloj, cuando poco a poco fueron montándose a la tarima los boricuas y, durante un poco más de dos horas, pusieron a cantar a todo el mundo sus canciones, de la primera a la última, todas como verdaderos himnos. Aún cuando muchos de los asistentes rasparon sus gargantas coreando canciones como “La espera”, “La complicidad”, “Rimas pa’ seducir” o “En la oscuridad”, que hacen parte de esa etapa romanticona que inició en 2010 con el lanzamiento de su disco La Dulzura, muchos otros desfogaron pasión con las canciones más contestatarias y los mensajes más contundentes de la banda en toda su historia, razón por la cual canciones como “Fruto de la tierra” y “Nadie se atreve” no podían faltar, como tampoco sus dos últimos lanzamientos “Saca, prede y sorprende” (una de las más coreadas de la noche) y “Le da igual”.

Acompañamos a la banda desde los vinitos y las selfies del camerino, hasta la tarima en la que, con ponqué, bombas y papelitos plateados, se celebró como era debido las dos de muchas más décadas de música de los puertorriqueños.

¡Larga vida Cultura Profética!

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Bogotá fue la primera parada de un Tour que pasará por Cali, Medellín y Barranquilla. Síguele los pasos a Cultura Profética por acá.