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Estas drogas están ayudando a la gente a mantenerse sobria

Algunos prefieren añadir algunas alternativas a los famosos 12 pasos de Alcohólicos Anónimos.

Este artículo se publicó originalmente en Tonic, nuestra plataforma dedicada a temas de salud.

Desde que fue establecido en 1935, no es de sorprenderse que algunos de los mensajes de Alcohólicos Anónimos estén un poquito pasados de moda. Cinco de los 12 pasos del programa explícitamente mencionan a Dios, lo que puede ser un poco duro para los ateos y agnósticos de digerir. Y luego está ese capítulo completo en su biblia, The Big Book, titulado "A las esposas", que está lleno de gemas como "Nuestra recomendación es que nunca debes decir lo que debe hacer en relación a su manera de tomar. Si él comienza a pensar que eres una regañona tu oportunidad lo lgrar cualquier cosa se reduce a cero."

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Pero hey, "funciona si lo haces funcionar", ¿no?

Bueno… tal vez. No hay precisamente mucha información o investigaciones que digan que el programa es efectivo. En un periódico de 1990, investigadores compilaron encuestas de membresías y encontraron que 81 por ciento de los asistentes dejaron de ir después de un año. Solo un 5 por ciento de aquellos encuestados habían ido a todas las juntas por más de un año. Algunos expertos consideran que el verdadero rango de éxito de los AA es como del 5 al 8 por ciento, según mencionó The Atlantic en 2015.

Así que ¿cuál es la alternativa?

No hay una solución rápida obviamente y AA puede funcionar para algunas personas. Pero si no eres una de ellas, hay muchas otras medicinas que pueden ayudarte a tratar el alcoholismo –medicinas que los doctores no te han recetado por miedo a reemplazar una droga por otra.

"Uno de los problemas aquí es que no hay un buen entendimiento de que hay tratamientos relativamente efectivos a base de drogas disponibles", dice Peter Yellowlees, un profesor de psiquiatría en la Universidad de California Davis. "Están dramáticamente menospreciados en este país".

Para John, quien prefiere usar solamente su primer nombre, el conocer la Naltrexona no vino de su doctor sino de un artículo de revista. El recientemente divorciado estuvo tomando mucho y decidió dejarlo, así que entró a un programa de desintoxicación de tres días.

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La Naltrexona es una de las tres drogas de prescripción que pueden ser usadas para tratar el alcoholismo. La más vieja de estas en la Disulfiram o la Antabuse que fue aprobada por la FDA en 1951. La manera en la que funciona no es increíblemente placentera –la tableta diaria esencialmente resulta en una horrible cruda– misma que Yellowlees dice que tiende a ser muy efectiva en que "te hace tener un poco de miedo a seguir tomando" Si de repente tomas una mientras estás con estas pastillas, los efectos secundarios van desde dolores de cabeza, fatiga y náusea, vomito, visión borrosa y en algunos casos, paro cardiaco. (Esto significa que los pacientes tomando Disulfam deben evitar los enjuages bucales, el vinagre y cualquier otro alimento que tenga la más mínima cantidad del alcohol. )

Dos drogas más recientes –Naltrexona (que también es utilizada para tratar la dependencia a los opiáceos) y Acamprostate –combate el alcoholismo un poco diferente sin vómito y náuseas. En lugar de eso, trabajan al encubrir la necesidad de alcohol. A diferencia del antabuse, todavía puedes tomar mientras estás tomando estas dos medicinas. "Y mucha gente lo hace", explica Yellowlees, quien dice que el prescribe Naltrexona a sus pacientes con mucha frecuencia. PEro al ver sus estudios, el ha encontrado que los continuan tomando lo hacen en una cantidad mucho menor.

Un realista, Yelowleer no neceariamente espera que todos sus pacientes que luchan contra el alcoholismo van a dejarlo por completo. The Big Book dice que la gente que no puede hacer el programa son aquellos que "no se entregan completamente a este simple programa", pero él no está completamente seguro de que este programa de todo o nada funcione. "Es un enfoque particularmente americano– esta suerte de blanco o negro, ebriedad-sobriedad", dice Yellowleer, quien ejerció en Australia por 20 años antes de moverse a Londres.

Mientras no cabe duda de que algunos pacientes necesitan recuperar la sobriedad, quitarse el alcohol completamente podría no ser la mejor solución. ¿Dónde queda la linea entre un tomador que es lo suficientemente disciplinado para tomar un par de cheves y uno que necesita dejarlo por completo y necesita seguir unos pasos para lograrlo?, Yellowlees dice. Las necesidades individuales difieren, claro está y él remarca que incluso un plan de total sobriedad tampoco funciona para todos. Pero es importante que cuando alguien quiere alejarse del alcohol reciban el consejo y servicios psicológicos que necesitan.

John está de acuerdo. Para él la Naltrexona es una herramienta en su caja de herramientas – algo que lo ayudó a su grupo de 12 pasos. Juntos, en combinación, parece funcionar mejor. Ha cambiado su dosis de 50 mLs a 25 y aún no tiene deseos de tomar. No ha pasado ni un año pero él quiere dejar claro que la píldora por sí sola no va a curarte.

Mantenerse en control es crucial, justo como en cualquier adicción. John dice, "puedo tomar la píldora, y ayuda, pero aún así tengo que hacer lo correcto", dijo. "Aún puedo comprar alcohol. Todavía puedo tomarlo, así como todavía puedo comer hamburguesas e ir al Five Guys tres veces al día."