El Telediario de La 1 parece de la época de Franco

"España, España, bandera a bandera", como canta Tony Lomba. Eso es lo que nos llevamos después de ver el Telediario de La 1. O, el parte oficial del Gobierno de Rajoy. Como cada uno quiera llamarlo. Hemos pillado un programa al azar y el presidente es protagonista absoluto. Es verdad que era el día que en que por fin decidió hablar ante los periodistas. Sin plasma de por medio, se entiende. Que también era el día que se disolvían las Cortes. Pero eso da igual. Cualquier día el Telediario es el parte oficial de Mariano. Del presidente y de sus ministros. Y de la unidad de España (eso con lo que se les llena tanto la boca). Hay que exprimir el máximo, hasta el último suspiro, estos cuatro años que ahora acaban.

Después de un tiempo siguiendo el espacio más clásico de la hora de la comida, hemos descubierto cuál es su estructura más o menos estable. Información oficial, poca bola a la oposición (la mínima posible), una ensalada de sucesos truculentos, un poco de patrioterismo (hay bastante presencia del Ejército), el diario oficial del Rey, algo de información internacional (con enviados especiales sacados del baúl de los recuerdos) y deporte. Mucho deporte. Con los triunfos de nuestros deportistas y, además, las imágenes de la Liga, que para eso han (hemos) pagado los derechos. Vamos a ver la secuencia de los acontecimientos y, sobre todo, total respeto para los que lo hacen, que tampoco tienen la culpa.

La cabecera: poca innovación aunque la cambien. Parece el boceto inacabado de los créditos iniciales de Juego de Tronos.

Mariano, Mariano y más Mariano. Nos tragamos su intervención ante los periodistas casi entera, incluido un chiste sobre su cabeza (que dice la tiene sobre los hombros). Integridad política y humanidad.

Lo de Cataluña: pues eso, que se constituyen las Cortes y España se lanza al precipicio. Lo cuenta en directo esta señora.

Lo de Cataluña (y II): para compensar, el trinque de los Pujol y el agujero de Convergencia. Justo pegada a la noticia del nuevo Parlament. ¿Casualidad?

Más Máriano: un hombre muy serio, con un logo muy feo detrás, explica cómo se ha selecccionado (con mucha limpieza) a la gente que luego por la noche va a preguntar al presidente en un especial. Transparencia.

Diario de viajes Real: hoy, Euskadi. Como sacado del No-Do de la época de Franco. Folclore, bailes regionales y política en una misma pieza.

Las Fuerzas Armadas. Aunque esta vez sea por una mala noticia. Pero no pueden faltar en el parte de Rajoy.

Enviados especiales. ¿De dónde los han sacado? ¿Dónde estaban escondidos antes de desperdigarse por el mundo?

La presentadora es Pilar G. Muñiz. Lorenzo Milá y Fran Llorente, os echamos de menos. De verdad.

Autobombo. Un poquito de hablar de uno mismo. Anuncio de los dos nuevos programas de tarde. El de salud promete mucho delirio psicotrónico.

Sergio Sauca, muy serio, da paso a los deportes. Son el otro eje del Telediario. Por cierto, ¿cuántos años lleva haciendo esto Sergio Sauca?

España ya se rompe menos. Todos con Márquez, Valentino es satanás. Lo dicen los periodistas, los que saben de motor y hasta los italianos (nosotros vamos con Rossi, que conste).

Coño, Lorenzo. Hace justo un momento nos acordamos de ti. Te han mandado a vivir Roma y hoy te dan unos segunditos para hablar de Márquez. Qué suerte.

Créditos finales. Al más puro estilo José Luis Moreno. Montaje con imágenes del fin de semana deportivo con una insufrible música de fondo. Fin de la cita.