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Cultură

La Guía VICE para sobrevivir a ese corredor de la muerte llamado Guadalupe-Reyes

Cómo sobrevivir este periodo en que nos entregamos a la vorágine del alcoholismo y sobrealimentación para olvidarnos de lo nefasto y poco interesante que ha sido el año y lo siniestramente anodino que será el año por venir.

Lo que para la mayoría de los niños son vacaciones de invierno, significa para muchos adultos una racha de días festivos que se conoce como el corredor de la muerte Guadalupe-Reyes. Esto se refiere a los festejos que inician desde el 12 de diciembre (cuando se le apareció el fantasma de la Virgen de Guadalupe a un cholillo en el cerro), y no paran hasta el 6 de enero (Día Nacional del Chocolate y la Embaucación para el Año en Curso), pasando por el 24 de diciembre (el nacimiento del único punk de la historia que se ha cuidado la barba), el 31 de diciembre (Día Internacional de A la Mierda con Todo) y todas las posadas, reuniones y cenas navideñas en las que ves a tus amigos que todavía te importan un poquito como para ponerte un pedón con ellos pero no tanto como para verlos el resto del año.

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Es en este periodo en que nos entregamos a la vorágine del alcoholismo y sobrealimentación para olvidarnos de lo nefasto y poco interesante que ha sido el año y lo siniestramente anodino que será el año por venir. Pero no temas: aquí te damos algunos consejos sobre comida, bebida y etiqueta para poder ponerte hasta la madre sin tener que pagar ominosas consecuencias.

Foto de 'Calificamos algunos de los chupes más baratos de México'.

Dinero

Ya no estás en edad de esperar a ver qué te trae el Niño Dios o los Reyes Magos para cambiar tus juguetes por luces de bengala y palomitas, pero si tu plan es empedarte 26 días seguidos, lo mejor que puedes hacer es tratar de gastar lo menos posible cada día. Así que ahorra lo más que puedas de tu presupuesto. Recuerda que en estas fechas tenemos más tiempo libre, lo que en muchos casos puede significar, menos dinero.

Te recomendamos que mientras no estés de juerga hagas cosas gratuitas como leer, ver por segunda vez las películas que tienes en casa o verlas en línea y coger. El concepto de Netflix and chill es una gran opción para estos tiempos de paz, amor y frío.

Si tu Guadalupe-Reyes incluye fiestas y posadas, por lo general lo mejor es hacer una vaquita entre todos y comprar alcohol, así se evitará en la mayor medida posible a las gaviotas que llevan una caguama que dejan en el refri para empinarse el whisky que te regaló tu papá de cumpleaños. Si tus fiestas navideñas más bien se reducen a piyamas y una caja de kleenex, puedes comprar botellas y racionarlas por varios días. En cualquier caso, recuerda que beber bien no necesariamente significa beber caro.

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Foto de 'Bienvenido al infierno navideño'.

Posadas

En este tipo de reuniones siempre hay gente imbécil que te va a preguntar cómo te ha ido esperando que le digas que vas saliendo del tambo. Para estas personas, prepara un discurso que puedes memorizar o tener a la mano en el que le digas lo fabulos@ que eres por no vaciarle un vaso de sidra con restos de pollo rostizado en la jeta.

Sólo espera un poco. El alcohol tiene la cualidad de juntar a los piedrosos y a los pendejos. Para cuando termines de cenar, los odiosos de la fiesta se irán descalificando uno por uno para que puedas platicar a gusto con tus compas o acercarte a la chica que tanto miraste mientras comía ensalada de bombones.


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Cuando llegue tu turno —de ser tu versión del borracho odioso— siempre puedes escabullirte a algún cuarto, irte a dormir al carro o de plano hacerte bolita en el sillón. Juntar sillas para hacerte una camita dejó de ser una opción desde hace 30 años. Si ya estás muy borracho o drogado evita iniciar conversaciones, en especial si las personas están más sobrias que tú. Y hagas lo que hagas no manejes.

Imagen de 'Las bolsitas de cocas de 'Los Zetas en Torreón'.

Drogas

Como bien dijeron nuestros padres y sus padres antes de ellos, está cabrón aguantar el Guadalupe-Reyes sin trucos ni pastillas. Pero tampoco se trata de que bailes como maniaco en tu fiesta familiar. Aquí una pequeña lista de ideas sobre cómo y para qué ocasiones funcionan diferentes drogas.

Metanfetaminas. No tienes que quedarte pegado al foco en el baño de tu casa paterna toda la Noche Buena. Sólo que a veces te hace el paro para espabilarte poquito. Si practicas los meses previos a las celebraciones, podrás comer y dormir sin problema, sólo con una rayita o dos de este elíxir.

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Coca. Es la mejor para convivir con tus tíos abuelos y primos segundos, de quienes no sabes nada más que comparten el gen del loquerón contigo.

Mariguana. A menos de que quieras salir del clóset como pacheco con trayectoria o la celebración sea en campo al aire libre y haya suficiente carne asada como para disimular el olor, no lo hagas: es bien apestosa y jamás podrás ocultar el olor de tus tías chismosas. Mejor piensa a futuro: en la mañana que estés llorando por no seguir nuestros consejos para la cruda, el toque que guardaste la noche anterior te va a alivianar como un abrazo frío en desierto de la deshidratación. Finalmente, es mejor estar pacheco que crudo.


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Tachas. En general no consumas tachas. Son tan agradables como un batazo en la frente.

Bezodiazepinas. Te ponen bien a gusto, nada está mal, alejan al espíritu del Partido Verde de las reuniones familiares y quieres abrazar a todo mundo. Nomás que no se pase la mano (evita consumir más de media al día) porque corres el riesgo de sentirte tan bien que puedes gritarles a todos lo que verdaderamente piensas de ellos, orinarte sobre la cena y no recordar nada de eso en las próximas semanas. Son las drogas navideñas por excelencia.

Tabaco. Es una buena época para dejar de fumar, ¿no crees?

Alcohol. Lo que te dicen siempre: no combines (sólo toma whiskey, mezcal, tequila, vodka, gin, cerveza o vino tinto [¿en serio te vas a aventar la cruda de esa porquería sólo por ligar?]). Y procura tomar agua entre copa y copa, eso te va a salvar del día siguiente.

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Serotonina. De esto se trata la navidad, generar felicidad sin pastillas. Si se puede por medio del sexo, hazlo. Si no, puedes ponerte a gritar como mandril "Feliz año nuevo" y correr desnudo por la calle.

Foto vía.

Sexo

Oficina. Son lugares llenos de adultos, dicen, donde la maldad y el desmadre ejercidos en la escuela encuentran su cúspide. Llenas de niños que trabajan para hacer lo que sus papás les prohibieron, las fiestas navideñas de oficina son la versión adulta de las primeras fiestas mixtas, sólo que con alcohol, drogas, comida, remordimientos, y una cruda existencial y solitaria en la que te arrepientes de haberte besuqueado con la persona que se sentará frente a ti los siguientes 365 días hasta que llegue la siguiente posada y lo repitas con alguien más. No te agüites y no te claves; para qué crees que se hicieron las posadas de todas maneras.

Amigos. A algunos de ellos ya los conoces (en el sentido bíblico de la palabra). Así que no hay problema. A los que no, estas fiestas son una gran oportunidad para ganar a un fuck buddy. Recuerda que con cada amiguito con quien coges, es una tensión sexual resuelta y así podrás funcionar más y mejor en las actividades que tu amigo y tú suelan hacer regularmente como beber caguamas y ver la tele.


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Familia. También se llama incesto. Y está penado. Pero si realmente son tus primos en tercer o cuarto grado, no hay problema (todos lo somos). Aquí la cosa es esconderse bien de las tías fisgonas y de los mocosos. Si no hay muchas opciones de escondites, descarten de inmediato los carros y los baños, son los sitios donde terminan las historias más penosas de Navidad.

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Foto de 'Esta triste generación no sabe cuándo parar la fiesta'.

Cruda de 25 días

Debes saber lo siguiente: el trabajo es para pagar las borracheras y para crudear. Si en tu oficina no te dan más que los días festivos para descansar, tendrás que dominar el oficio de fingir que trabajas mientras mantienes tu vómito en el esófago controlando tu respiración.

Pero no tiene que ser tan malo. Antes de irte a dormir, empínate medio litro de agua, un Alka Seltzer y un Electrolit (de coco; si tomas de fresa tu vómito hará que un día mueras de deshidratación por no querer probar electrolitos nunca más). Durante la borrachera procura comer algo, así no tendrás que vomitar únicamente jugos gástricos que te quemen la laringe.

Cuando te levantes come, así tengas náuseas. Si en tu casa es de ésas en las que hacen pozole, ya la hiciste, porque un recalentado de pozole es lo más delicioso del mundo. Los caldos son tus amigos. Come proteína y chile. Eso te hará mierda el estómago pero tu alma estará rebosante de regocijo. Y qué diablos, para eso son estas fechas.


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Evita el paracetamol. Luego de beber y fumar tanto, tu cabeza intentará asesinarte con la migraña más terrible de todos los tiempos, pero nunca tomes paracetamol para mitigarla: te arruinará el hígado y acelerará su camino hacia la pasarela para el concurso Miss Insuficiencia Renal 2016. Ya bastante chinga le has metido con los tragos coquetos. Una aspirina es mucho mejor que una píldora de ésas.

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Si te dan vacaciones en estas fechas, no seas llorón. Abre una cerveza y suda la cruda hecho un tamal en tu cama mientras ves Mi pobre angelito y recuerda que hay personas que se sienten igual que tú pero frente a una computadora.

Foto vía 'Las malditas postales navideñas'.

Aprovecha todo el tiempo posible para descansar y hacer cosas que nunca puedes hacer

Como no eres un patán grosero también estaría suave que fueras a visitar a tu abuelita.

¡Y con eso estarás listo para chingarle un año más!