Coronavirus

Una pareja se ha saltado el confinamiento para follar en un fotomatón del metro de Barcelona

Ocurrió en Barcelona. Al ser descubiertos por un segurata el chico dijo que "se estaban haciendo una foto, bueno, varias".
sexo fotomaton metro barcelona
Imagen vía Pxfuel/CC 0

Ha llegado el momento de reconocerlo. Estamos más salidos que un bonobo. Todos. Unos lo reprimimos más y otros menos. Unos tenemos el teléfono petado de nudes y otros visitan compulsivamente páginas de vídeos porno. Los hay a quien ya no les da vergüenza el dirty talking y quienes están empezando a preguntarse cuántas pajas son demasiadas pajas. Y el que más y el que menos ha planeado en su cabeza una estrategia de huida cuya única finalidad es la de practicar el acomplamiento. Una huida que no ha cumplido o bien porque es un cagón o porque es un ciudadano ejemplar, normalmente por lo primero.

Publicidad

Pero lo de esta pareja de Barcelona es otro nivel. Resulta que en la tarde de ayer, un vigilante de seguridad andaba haciendo su trabajo en el metro de la Ciudad Condal cuando reparó en que en el fotomatón del suburbano había unas piernas desnudas, con los pantalones bajados por debajo de las rodillas. Los movimientos sísmicos de la cortina y los ligeros jadeos le hicieron sospechar lo que allí dentro sucedía: dos personas habían decidido saltarse el confinamiento y ponerse a follar en la cabina.

Entonces el segurata tosió ligeramente, que es lo que imagino que había visto en las películas que hay que hacer cuando uno pilla a alguien follando, toser ligeramente, pero al ver que era ignorado, con mucha educación, les dijo: "Perdona…", a lo que el hombre que estaba llevando a cabo la cópula le respondió: "Estamos haciendo una foto, hombre. Bueno, más de una". Bastaron un "sí, claro" y un "sal rápido, no me toques los huevos" para disuadirlos y que se empezaran a vestir para largarse. Se marcharon sin multa, o al menos no consta en el registro del TMB.

Indudablemente estos tórridos amantes a los que se la pica lo del distanciamiento social y lo del estado de alarma se han ganado el premio honorífico a ciudadanos de la semana, por delante del canario que se saltó la cuarentena porque recibió órdenes de Dios y el llamamiento del Altísimo le acabó costando 720 euros de multa, de los chavales gallegos que salieron a echarse unos porrillos porque en su casa les pillaban sus padres fumando y del fantasma de Valencia, un hombre que, cuando fue detenido, presumió ante los agentes de haberse saltado ya la cuarentena cuatro o cinco veces porque se aburría y les dijo que no pensaba pagar ninguna multa.

Seguiremos informando porque seguirán existiendo, mientras dure el estado de alarma, ciudadanos ejemplares, personitas incapaces de sucumbir a sus instintos, ya sean darle a los canutos, obedecer a la llamada de Dios o echar un casquete, como los fornicadores del Metro de Barcelona.

Sigue a Ana Iris Simón en @anairissimon.

Suscríbete a nuestra newsletter para recibir nuestro contenido más destacado.