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Cultură

La ibogaína me salvó de la metadona

Si vas a intentarlo que sea bajo la supervisión de tu médico de confianza.

Los adictos a la heroína de Glasgow, Ian y Paul se someten a un tratamiento extenuante de ibogaína durante la película.

En 2003, después de tomar metadona y ocasionalmente heroína por 20 años, David Graham Scott decidió que esto era la peor manera de pasar tu vida. Aunque esa cosa se aferra con fuerza, entonces ¿qué se supone que debe hacer un adicto? David utilizó ibogaína en un intento por deshacerse de su dependencia de una vez por todas. La ibogaína es una sustancia que derivada de una planta de un arbusto africano llamado Tabernanthe Iboga, que se conoce por sus atributos psicodélicos y se utiliza en ceremonias espirituales africanas. Hay quien afirma que utilizarla es un “milagro” para curar de la noche a la mañana la adicción a las drogas opiáceas con síndromes de abstinencia mínimos. Dice la teoría que después de un viaje largo y fuerte de ibogaína ya no quieres un toque de alguna droga tan desesperadamente.

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David documentó haberse deshecho de su adicción con la ibogaína en su película anterior, Detox or Die (Desintoxícate o muere). La siguiente película, Iboga Nights, ganó en la categoría de Mejor película de Reino Unido en el Open City Docs Fest el mes pasado. En ésta hizo una lista de la experiencia de otros consumidores de drogas mientras intentan salirse de eso usando la ibogaína. En ciertas ocasiones es algo deprimente a la vista, en especial cuando un sujeto se inyecta heroína en la ingle. Hay algo extrañamente alentador al ver esta película que en definitiva hace que nunca, nunca quieras meterte heroína, que también lo es de las personas que intentan dejar esa droga.

Decidí hablar con David acerca de Iboga Nights, de su experiencia con la ibogaína y de sus planes.

VICE: Hola, David. ¿Qué te hizo probar la ibogaína?
David Graham Scott:He estado consumiendo metadona por casi 20 años y estaba a punto de cumplir 40. Sólo tomaba una cantidad pequeña, como 25 ml., pero no podía dejarla. También llegas a un punto en el que te enojas por tener que ir al doctor y que también te traten como ciudadano de segunda clase.

¿Puedes hablarme un poco sobre tu adicción a las drogas?
Empecé a meterme heroína de vez en cuando cerca de 1984. La primera vez que la probé fue en Aberdeen con un tipo que parecía un poco como un drogadicto culto, es decir relax para mí. Me mudé a Edimburgo en el ‘85 con el propósito de no hacer nada, al menos por un rato. Era un drogadicto muy chafa y al principio pasaba mucho tiempo vomitando. Seguí insistiendo mucho y al final me uní al culto clandestino del que tanto deseaba formar parte. Esa es la verdad más que nada y no dudo que también hubiera algo malo en mi salud mental que me orillaba a tomar esas decisiones. Si quieren echar un vistazo a mi estilo de vida en ese tiempo tal vez quieran ver la película experimental que grabé entre 1986 y 1987 llamada Opus Morphia. Apenas logré evitar la epidemia de sida que plagaba a Edimburgo a mediados de los años 80s. Me mudé a Glasgow por el ‘88 y obtuve un trabajo que en realidad me hizo sentir peor que consumirme siendo un drogadicto.

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¿Cómo es ser un consumidor de metadona?
Una vez me metieron en una celda de la policía por un cargo que inventaron y al día siguiente llevaron a Rentokill a fumigar la celda por que creyeron que yo tenía sida. También el consejero de salud y medio ambiente me aconsejó irme de la ciudad y no tener sexo con ninguna mujer. De hecho la libré sin contagiarme de sida, tuve mucha suerte.

¿Cómo te enteraste acerca de la ibogaína?
Por mi hermano. El sujeto que la descubrió era un adicto a la morfina y tomaba ibogaína simplemente como una droga más que probar y se dio cuenta que cuando la tomaba ya no tenía las mismas ansias o el mismo deseo de usar la morfina al día siguiente, ya no tenía síndrome de abstinencia. Mi hermano difundió esta información y yo fui a una conferencia en Londres en 2001 para reunirme con el proveedor de ibogaína que aparecería en mi película, Detox or Die. Durante el siguiente par de años estuve pensando en esto e investigando pero habían algunas muertes, entonces no estaba muy seguro al respecto.

¿Qué es eso exactamente?
La Tabernanthe ibiga es un arbusto africano que posee una raíz psicodélica y que usan los pueblos nativos en ceremonias rituales.

¿Hay alguna diferencia entre la iboga e ibogaína?
Las dos vienen de la misma planta. De la planta iboga sacas la iboga misma, que es la forma pura, y luego está la ibogaína que tiene un alcaloide particularmente fuerte dentro de la planta cuando se aísla. Es más o menos como pasar del opio a la morfina y después a la heroína, está cada vez más refinada. Primero tomé ibogaína y luego la corteza de iboga se puede usar para complementar los efectos con el tiempo.

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¿Cómo fue tu experiencia con la ibogaína?
Fueron como 36 horas del viaje pero es diferente en cada persona. Después de como siete horas o algo así empecé a estar más lúcido y entender quién era yo. Te puedes salir tu sólo del viaje y comunicarte con la gente.

¿Tuviste algunas visiones?
Tuve una experiencia visionaria intensa. Parecía como viajar en el tiempo; estaba manejando una nave espacial que iba en un patrón tipo red en el espacio. También tenía que ver con la evolución pero no puedo recordar mucho porque fue muy bizarro y caótico. A veces me sobrepasaba, sabía que me estaba diciendo algo pero no podía entenderlo. También había líneas negras en continua ondulación frente a mis ojos lo que no me dejaba ver las cosas tan fácilmente. No es un viaje sencillo de ninguna manera. Es un viaje muy, muy duro.

David Graham Scott

¿Lo disfrutaste?
Algunas de las visiones eran muy reveladoras pero vi muchas cosas que me perturbaron. La ibogaína tiene muy poco potencial como droga adictiva porque no mucha gente querría experimentar esto de forma frecuente.

¿Cómo te sentiste después?
Hubo un poco de síndrome de abstinencia pero fue breve y yo estaba así de: “Oh no, no funcionó, no puedo creer que pasé por ese infierno”. Pero después se redijo por completo hasta el punto en el que pensé: “Bueno, esto definitivamente funcionó”, y dejar la metadona fue soportable.

¿Cómo te ayuda a dejar los opiáceos?
Hay dos niveles para esto. Es una experiencia muy intensa de observar tu interior y ver cómo puedes avanzar. Las drogas opiáceas son substancias muy aisladas así que no te das cuenta de desorden que es tu vida mientras las usas, no ves lo mierda que está tu habitación con ceniceros a punto de desbordarse y jeringas llenas de sangre botadas por todos lados. Te abre los ojos para que puedas ver tu vida como es en realidad y que puedas cambiarla de forma positiva. El otro nivel es donde en verdad actúa en tu cerebro, lo que aplaca el síndrome de abstinencia. Al parecer funciona muy bien opiáceos pero no tanto con otras drogas.

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¿Cómo la consumes?
La ibogaína es una cápsula. Hay muchas clases de maneras diferentes en que la gente lleva sus tratamientos. Un protocolo es dar una gran dosis de ibogaína con dosis mas pequeñas de iboga. Sólo para disminuir las probabilidades de tener una mala reacción. Esto por que hay una posibilidad de que el corazón falle porque el ritmo cardiaco baja mucho.

En la película no estabas seguro sobre cómo te sentías con respecto a la ibogaína. ¿Ahora ya te decidiste?
Me siento dudoso. Tengo que mantenerme al margen un poco. En la película se muestran los dos lados, te concientiza de la probabilidad de muerte. Pero no creo que la cantidad de muertes sean de un nivel significativo tan alto comparadas con el número de personas que la consumen. Además las personas que han muerto mientras la usan padecen problemas de salud subyacentes.

David con una cápsula de ibogaína. 

Con esto e mente, ¿qué le recomendarías a las personas que quieren tomar ibogaína?
Investiguen mucho y háganlo con ayuda de un proveedor, alguien que sabe lo que hace. Cuando la tomen consigan ataxia porque hace que se sientan como si estuvieran increíblemente borrachos y entonces es muy difícil que estén en movimiento constante. Para mí es muy difícil sentarme y decir “No lo hagas, no lo hagas, podría matarte”. En definitiva vayan a que les revisen su estado de salud, yo fui a que me revisaran el corazón y a que me hicieran otras pruebas de salud vitales. También iba al gimnasio y tomaba suplementos y jugos para proteger mi sistema inmune.

¿Hay otros psicodélicos que supuestamente funcionan para otras drogas?
Sí. Por ejemplo, la ayahuasca al parecer ayuda con la adicción a la cocaína. Hay muchas substancias psicodélicas que salen de las culturas tribales y estamos descubriendo que tienen beneficios inmensos para los problemas de salud mental en occidente.

¿Entonces esperas que haya más investigación al respecto?
El doctor Ben Sessa, un psiquiatra e investigador de drogas psicodélicas que sale en la película, espera que muy pronto se lleve a cabo más investigación sobre la ibogaína. Yo no soy científico. Sólo soy alguien que cree que existe un potencial en esto y sí me mantengo al margen hasta cierto punto. Hay peligros. Tenemos que se cuidadosos pero sí creo que hay algo ahí.

Gracias, David.

@chemsquier