LGBT
Foto de portada: Impulse.
Identidad

¿Qué les queda por aprender a los medios mexicanos sobre la cobertura de temas LGBTQ+?

Genaro Lozano, ganador del premio Impulse LGBTQ+ Awards en la categoría “Personalidad LGBTIQ+ en medios de comunicación tradicionales”, habla sobre cómo fue hacerse un espacio para hablar de género en medios de comunicación.

El domingo 29 de noviembre Impulse Group transmitió, de manera virtual, la primera edición mexicana de Impulse LGBTQ+ Awards. El evento tuvo como principal objetivo conmemorar el primero de diciembre, Día Mundial del HIV y Sida, y reconocer el trabajo de personas, organizaciones y acciones que, durante los últimos años, marcaron la diferencia en cuanto a derechos de la comunidad LGBTQ+.

En la gala de premiación se vieron categorías como: "Personalidad LGBTQ del año", "Personalidad LGBTQ Revelación", "Personalidad Internacional LGBTQ del año", entre otras más. La conducción estuvo a cargo de Roberto Carlo, Daniela Magún y otros co conductores como Ray Contreras, Polo Morin, La Bruja de Texcoco, Pepe y Teo.

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Uno de los premios fue otorgado a Genaro Lozano, en la categoría de “Personalidad LGBTIQ+ en medios de comunicación tradicionales”. Este reconocimiento fue fundamental para llamar a los medios a dar la información sobre la población LGBTIQ+ de manera adecuada, sin clichés o prejuicios.

Genaro es politólogo y activista abiertamente gay. Ha formado parte de varios colectivos a favor de los derechos de las personas LGBTQ+, fue presidente de la Asamblea Consultiva de CONAPRED (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación) e integra la junta de gobierno del COPRED (Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México). Escribe para el periódico Reforma y modera las mesas de debate “Sin Filtro” y “Punto y Contrapunto” en ForoTV

Comenzó a trabajar en medios de comunicación en 2001. Los temas internacionales que sucedieron durante ese año fueron claves para el ascenso de su carrera profesional: el 11 de septiembre, la intifada palestina, la crisis económica en Argentina, el golpe de Estado en Venezuela. Su cobertura lo posicionó dentro del ámbito periodístico y fue entonces cuando comenzó a poner otros temas sobre la mesa: el lugar de las mujeres en el poder, las uniones civiles en distintas partes del mundo, el VIH. “¿Cómo empezar a dar espacio a esos temas en las planas?”, se preguntó en ese entonces. 

Conversamos con él sobre cómo hizo para crear un espacio LGBTQ+ en los sitios donde trabajó y cuáles son los errores que todavía, algunos periodistas y medios de comunicación, siguen cometiendo al cubrir temas de género. 

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VICE: ¿Cómo acercaste las temáticas de género a Reforma?

Genaro Lozano: Empecé a proponer suplementos especiales y coberturas cuando veía que comenzaban a aprobarse una serie de leyes relevantes para la comunidad LGBTQ+ en distintas partes del mundo. El problema era que yo proponía y mis jefes me decían: “son temas marginales”, “a la gente no le va a importar”. Ahí empecé a darme cuenta de que había cierta resistencia. Me preguntaba: ¿por qué les molestaba tanto hablar de esto? Yo vivía abiertamente mi orientación sexual, mis compañeros de la redacción lo tenían presente, pero claro, les parecía divertido salir a bailar conmigo, pero no poner esos temas en los periódicos.

 En ese momento los medios todavía cubrían las marchas del Orgullo bajo estereotipos de muy mal gusto, con feos titulares y muchas veces con terminaciones ofensivas; era algo que me molestaba. Me di cuenta de que había que hacer un trabajo súper fuerte de concientizar a mis colegas, de levantar la voz cuando en una junta editorial usaban mal los términos, cuando confundían travesti con trans, por ejemplo. Digamos que mi forma fue esa, empecé a levantar la mano. Me involucré seriamente con la discusión de uniones civiles en México, hice estudios de postgrado donde me especialicé en temáticas referidas a movimientos sociales y de género, y todo eso se convirtió en una obsesión académica y profesional. 

¿Tardaron en darte el espacio adecuado para hablar sobre estos temas?

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Bastante. Mi trabajo siempre había sido editor de noticias internacionales y analista político. Cuando empecé a escribir sobre estos temas un director me mandó a decir que mejor me limite a escribir de los temas de mi expertise, que serían los temas internacionales. Y la verdad es que yo sentía por un lado que el movimiento LGBTQ ya era uno de mis temas de expertise y aparte también era un tema internacional, después del 2005 empecé de a poco, y aún así me cancelaron columnas, me quedé sin algunos espacios para publicar. 

¿Cómo reaccionaba la audiencia cuando lograbas publicar algo respecto a la población? 

 Recibía muchos comentarios homófobos, me deseaban un contagio de VIH, me deseaban la muerte, me insultaban, me decían de todo. Ahora lo veo más trabajado, aunque todavía hay muchos, pero hoy sí noto que por cada comentario hay unos cinco o seis que defienden mi trabajo o se enojan con ese comentario homofóbico. Este cambio ha sido en los últimos diez años, y creo que se debe a la visibilidad en muchos temas relacionados con la comunidad, a que llegó la identidad de género, a que llegó el matrimonio igualitario, a que hay un avance en el mundo, no solo en Latinoamérica, hoy vemos a presidentes tomándose fotos con la bandera.

¿Qué tipo de estigma notás que hay todavía en los medios a la hora de contratar personas LGBTQ?

 Creo que por un lado es necesario visibilizar y nadie mejor que personas de la diversidad para que lo hagan, pero también me parece importante dejar en claro que también podemos hablar de todos los temas. Es importante no estigmatizar. Es fundamental saber que una persona LGBTQ no necesariamente es un periodista de espectáculos o comediante. Entendamos que una persona trans puede hablar de política, una mujer lesbiana puede hablar de terrorismo y seguridad internacional. 

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¿Qué avances notas entre tus colegas heterocis? 

 Creo que en los últimos años muchos colegas han sido más incluyentes y han trabajado adecuadamente sobre algunos temas de manera respetuosa y con un trabajo profesional serio. Se han dedicado a entender, se han mostrado inquietos y curiosos, han investigado por ejemplo sobre cómo abordar los temas en relación a la población trans, buscan expertos y expertas antes de publicar cualquier cosa y han notado cómo la audiencia se ha vuelto exigente. Cuando algún colega emite algún comentario homofóbico o transfóbico sabe que la represalia va a ser durísima en redes sociales, así que lo piensa dos veces, salvo que sea un troglodita y pretenda ser un trending topic por su estupidez.

 
¿Cuáles son los errores más comunes que todavía ves en los medios en México cuando cubren asuntos sobre la población LGBTQ+?

 Cada vez que hay un crimen de odio de alguna mujer trans muchos medios todavía siguen poniendo el nombre propio que utilizaba previo a la transición. Es decir, no utilizan el nombre que esa persona eligió como definitivo luego de transicionar. Eso está mal. Otra que todavía sigo viendo es la utilización del término “crimen pasional” en lugar de “crimen de odio”. También creo que todavía existe mucha confusión en los temas de orientación sexual e identidad de género, por ejemplo, muchos creen que una mujer trans no puede ser lesbiana. Queda mucho por aprender, pero seguro puedo afirmar que todavía la cuestión trans es un tema difícil de digerir para la mayoría de los medios de comunicación.