Estéreo Picnic 2014: Round 2: Viernes 4 de abril

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Música

Estéreo Picnic 2014: Round 2: Viernes 4 de abril

¿De Savages a Empire of The Sun pasando por Pixies, Cut Copy, Vampire Weekend y Red Hot Chilli Peppers en un mismo día? A pesar de un par de lugarcitos, lo de ayer en Estéreo Picnic estuvo salvaje.

Maldita sea. ¿De Savages a Empire of The Sun pasando por Pixies, Cut Copy, Vampire Weekend y Red Hot Chilli Peppers? Lo de ayer estuvo salvaje.

Salvajísimo.

Para comenzar: Savages. ¡Qué bandototota! Cuatro chicas rudas pero elegantes que recogen lo mejor del legado shoegaze, post punky y gótico a la Siouxsie para disparar ráfagas de ruido darky y poesía antimacho y poner en su lugar a cualquier varón ("Next song is called 'Fuckers'… que significa… ¡hijoputas!", dijo la comandante antes de su última canción). En cuanto a Monsieur Periné, que arrancaba en el otro escenario después, se vio tan enredada en inconvenientes técnicos que a la final, un show que pudo haber sido mágico, recargado con tres percusionistas y mucho condimento latinoamericano, se fue al carajo. La imagen de su invitada Natalia Lafourcade intentando cantar en un micrófono que no sonaba una canción que, por demás, no se sabía (y que, decepcionantemente, llevó escrita en un papel), fue la postal perfecta para resumir un concierto que, fácilmente, podría ser el peor de su brillante carrera… y aquí uno se pregunta, a manera de reflexión: ¿por qué les pasan estas cosas a las locales en estos escenarios? Una lástima. Después por ahí vino Pixies y entonces hubo reivindicación. A pesar de que en el bus no se montó Kim Deal, la vaina salió adelante como debía y el respetable pudo sacar el grito que llevaba atragantándose por casi dos décadas, al tiempo de Frank, con todos sus 14 cañonazos incluyendo "Where is my mind?", "Debaser", "Gouge away" y un larguísimo etcétera. Gran pico de la noche. ¡Y qué belleza! Al otro lado, a eso de las 9, arrancaban los australianos de Cut Copy, que a pesar de abusar de todo tipo de maromas de recreación y de la fórmula sonora del house noventero (grito de negra y sintes a lo "Ritmo de la noche"), lograron un show decente. No tan decente, eso sí, como el tema Zoé, la banda más sobrevalorada de toda hispanoamérica. Sí, sabemos que León Larregui es un tipo muy querido y que, por lo mismo, hace años es el consentido de la organización del festival, pero, ¿poner a su banda encima de Pixies en el cartel? ¿A las 10 de la noche? ¿Y promocionando un disco de mierda? ¿Y con un songlist de canciones de cuna? ¡No jodás! Por fortuna lo que venía nos despertó, porque los mexicanos sí que son expertos, desde hace siglos, en mandarnos a los colombianos a dormir en sus recitales. Llegó Vampire Weekend y sus saltitos juguetones, por momentos medio champeteros. Gente enloquecida con la canción esa que arranca como la del Marinero de las Almas. Cojonudísimo. Luego Red Hot Chili Peppers cobró un millón de dólares por venir a hacer un set con mitad de canciones nuevas y Flea usando la camiseta del Santa Fe. Tremenda banda a la que, sin embargo, habría que recordarle que no es precisamente un acto que el público respete por sus innovaciones presentes. Que acepten, como Pixies, que son un acto de nostalgia, toquen sus clásicos, se lleven sus secos de dinero y chao. Pero eso sí: bandota. Josh Klinghoffer (Y NO FRUSCIANTE, COMO MANIFESTAMOS TORPEMENTE EN LA PRIMERA VERSIÓN DE ESTE ARTÍCULO)*, venenoso. Flea cabrón. Chad coloso. Kiedis cerdo. Y por ahí atrás un percusionista que le dio a la vaina muchísimo sabor. Y luego Empire of The Sun. ¡Y qué show! ¿Con qué se alimenta esta nueva generación de músicos australianos? Metidos hasta el fondo en su fantasía de ciencia ficción, los manes se montaron un show ALUCINANTE con todos los juguetes de un espectáculo Disney pop. Bailarinas extraterrestres, vestuario que haría mear a Gaga, video y humo y luces de miniteca intergaláctica e himnos poderosos para el corazón, como aquel "Alive" con el que cerraron. Como 10 mil cristianos gozaron con uno de los shows más contundentes que se ha visto en esta tierrita. Tremendo.

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Y bueno, lamentablemente, por cuestiones de tráfico hartamente conocidas por todos y por aquello de que no contamos con helicóptero, no pudimos asistir a los conciertos previos, entonces que disculpen. Y por demás, pues aquí solo hablamos de música porque referirse a cualquier otra cosa que se suceda al interior del festival sería hablar de alguna experiencia de marca. Y valga la aclaración: no estamos aquí para hacer publicidad… o al menos no gratis.

Gran sábado de Picnic. Y hoy domingo, sigue el hambre.

*¡Burros! MIl disculpas, pero de verdad pensamos que el viernes era Frusciante quien estaba al mando de la guitarra de los Peppers y no. Trolleo 100% merecido. Insultos justos y necesarios. 

Camilo Parra de Monsieur Periné, banda a la que no le sonó la flauta en el festival. Lástima.

Cata, el corazón del Mesié, invocando los espíritus de Chavela, Mercedes, Andrea y compañía.

El viejo Frank: MAESTRO.

La nueva bajista de Pixies se parece bastante a Kim Deal. Incluso tiene el mismo color de voz.

"Where is my mind?"

El joven Dan de Cut Copy, gran reciclador de clichés musicales.

Uno de los chiquillos de Vampire Weekend rasgando la guitarrita con sus clásicos toquesitos juguetones. Bandota.

De nuevo el chiquillo de Vampire Weekend. El mismo que quizás se robó los primeros acordes de ese clásico de las 1280 Almas para componer su sencillo más famoso.

Al parecer nuestro fotógrafo se enamoró de este man.

Empire of The Sun. El gran climax de la noche.

Durante el concierto nos preguntamos varias veces cuánto se gastan estos imperialistas en costura y confección.