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Todo lo que debes saber si piensas mezclar MDMA con antidepresivos

La MDMA te subirá más lentamente que a tus amigos, he aquí algunos consejos.
Hannah Ewens
London, GB
MA
traducido por Mario Abad

Este artículo fue publicado originalmente en Vice.

ISRS (inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina) y MDMA, dos siglas que no se llevan muy bien. Si te han prescrito los primeros para tratar la depresión, lo más probable es que no puedas disfrutar de la segunda.

"Antes tomaba MD cada vez que salía", explica Nilu, de 27 años, "pero desde que empecé a tomar ISRS —a los 23 años—, ya no consigo colocarme. La primera vez que tomé pastillas estando con tratamiento de ISRS, tenía muchas dudas sobre si funcionaría o si sería malo mezclar. Muy de vez en cuando tomo un poquito, pero nueve de cada diez veces no me hace nada".

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A Charlotte, de 31 años, le ocurre más o menos lo mismo. "Llevo un tiempo tomando ISRS a intervalos, y me cuesta mucho que me ponga la droga. Cuando era joven e impaciente, a veces duplicaba o incluso triplicaba la dosis y empezaba a sentir los efectos como una hora después que los demás, y a veces ni eso", explica. "Es bastante frustrante que todo el mundo a tu alrededor esté puestísimo y tú esperando a notar algo".

"Antes tomaba MD cada vez que salía, pero desde que empecé a tomar ISRS ya no consigo colocarme" — Nilu

Cabe decir que no es nada buena idea hacer eso; los problemas vienen precisamente cuando te metes una pastilla de MDMA entera. Ahí es cuando la noche se te puede torcer por completo, o tal vez acabes en el hospital o, peor aun, en la morgue. Empieza siempre tomándote media pastilla y espera a que te haga efecto antes de tomar más, y deja un mínimo de dos horas entre cada dosis.

Aquellos a los que las pastillas no les hacen efecto deben saber que la culpa la tiene la serotonina, un neurotransmisor que desempeña un papel clave en la regulación de los estados anímicos, el sueño y el apetito, y que se produce en abundancia en el cerebro cuando tomamos sustancias como la MDMA.

El doctor Russell Newcombe, investigador especializado en drogas y en reducción de daños, se sirve de una analogía con una piscina para explicar cómo afectan el MDMA y los ISRS al sistema de serotonina del cerebro.

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"Los ISRS actúan principalmente intensificando el bloqueo de la recaptación, es decir, evitan que el nivel de serotonina descienda sin aumentarlo, lo que previene las recaídas del estado de ánimo", explica. "Es el equivalente a una alberca, en la que el nivel del agua se mantiene constante gracias al sistema de reciclaje del agua.

La MDMA actúa en tres fases de neurotransmisión: bloquea la recaptación, pero también potencia la liberación de serotonina por parte de la célula presináptica —que sería el agua que entra en la alberca— y mejora la recepción en dicha célula. En resumen, el impacto en la serotonina del consumo de MDMA durante la sinapsis es como un piscina en la que se estuviera bombeando más agua con todos los desagües bloqueados. Resultado: el agua acaba rebosando".

Los problemas vienen precisamente cuando te metes una pastilla de MDMA entera. Ahí es cuando la noche se te puede torcer por completo, o tal vez acabes en el hospital o, peor aun, en la morgue

Entonces, sus efectos se anulan mutuamente. Pero ¿supone algún riesgo combinarlos?

Newcombe afirma que no supone "ningún riesgo en especial", pero que podría restar intensidad a los efectos del MDMA. El doctor Ben Sessa, psicólogo especializado en investigación psicofarmacológica, coincide con Newcombe.

"La regla general es no combinar ISRS con MDMA", señala, y añade que, para empezar, no sabemos demasiado sobre cómo ambos fármacos interactúan, y en segundo lugar, las reacciones pueden tener un carácter muy idiosincrático y ser difíciles de predecir.

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"Lo ideal si tomas MDMA es que no tomes ningún otro fármaco", apunta. "Circula el mito de que si tomas un medicamento como prozac y luego consumes MDMA, el sensación es más potente, pero es totalmente falso. De hecho, los ISRS reducen los efectos de la MDMA".

El consumo de las dos sustancias juntas conlleva una serie de riesgos muy poco frecuentes. "La sobredosis de MDMA e ISRS puede causar lo que se denomina síndrome de secreción inadecuada de ADH, que causa trastornos en el metabolismo de la sangre y, en los casos más graves, puede resultar tóxico. Esa es una buena razón para no mezclar ambas sustancias", afirma Sessa.

Pero el verdadero peligro es cuando estas personas intentan ponerse a la altura de sus amigos que no toman antidepresivos y ya están colocados.

"Tomando más cantidad no vas a conseguir los efectos psicológicos y de euforia que quieres, pero sí acentuarás los fisiológicos: mayor presión sanguínea, aceleración del ritmo cardiaco y aumento de la temperatura, lo cual es una faena", afirma Sessa. "No son síntomas peligrosos; el MDMA es una droga relativamente segura. Lo sabemos porque mucha gente la toma sin consecuencias. Sin embargo, en dosis excesivas y combinada con los efectos de los ISRS, sí hay cierto riesgo".

Lee el articulo completo en: Vice