En el futuro, los esqueletos van a dominar la escena electrónica

Este artículo se publicó originalmente en THUMP UK.

El cuerpo humano es una cosa increíble. Es una máquina autorreguladora que nos permite disfrutar de los muchos esplendores de la vida. Podemos nadar en mares azules, beber vinos finos, y ver el amanecer sobre el almacén Axminster Tools & Machinery sin tener que pensar en ello. Nunca tenemos que preocuparnos acerca de cómo mantener la sangre fluyendo en nuestras arterias obstruidas, tampoco nos quita el sueño el averiguar como mantener nuestra respiración mientras dormimos. Tener un cuerpo es una cosa fantástica de hecho.

Lo que es un poco menos fantástico, sin embargo, es el pensamiento de lo que se encuentra debajo del pelo y la piel y los músculos y las fibras y el relleno gelatinoso que está debajo de nuestros poros. Debajo están los huesos fríos, duros y rígidos. Llevamos con nosotros 206 huesos que podrían romperse en cualquier momento. Una cáscara del plátano dejada en el suelo podría resultar en el hueso de tu brazo rompiéndose y saliendo fuera de su bolsa protectora de la piel. Ese hombre en Helsinki que intenta dos y medio giros durante los 1,5 segundos que transcurren desde que se lanza de la plataforma de 10 metros y en lo que entra en el agua a 40 mph. La inmersión no ocurre de acuerdo al plan y su cuello golpea varios lugares. Eso, después de todo, es todo lo que somos. Yo soy huesos. Ustedes son huesos. Kim Kardashian, León Trotsky, Oona King, John Inverdale, Stacey Dooley, Peter Stringfellow, Jo "Supernanny" Frost-son todos sólo una colección de huesos.

Dado eso, estarías totalmente en lo cierto al argumentar que los DJs son sólo huesos. El mezclar –podría decirse después de dos rápidos tragos con los muchachos en un viernes a la hora del almuerzo en el pub a la vuelta de la esquina del trabajo– es sólo un saco de huesos que se utiliza para manipular las cosas que otros huesos diseñaron con herramientas hechas por más conjuntos de huesos. Eso es todo lo que han sido, todo lo que alguna vez fueron. Eran mejores ocultándolo antes. Ahora las cosas están cambiando. Ahora los esqueletos son el futuro del os DJs.

Probablemente pensaste que el futuro de los DJs implicaría mejores leyes de copyright y un mejor sentido de cooperación entre clubs y artistas. Pero estás equivocado amigo. Van a ser solamente y literalmente, esqueletos. Los DJs van a ser los primeros seres humanos que sean lo suficientemente valientes para deshacerse de sus opresores huesos y carnes. Debes de estar orgulloso de tu pubis, ellos dirán, aunque la falta de lengua, labios, pulmones y otros órganos lo hagan técnicamente imposible.

Vamos a decirte exactamente porqué y cuándo va a ocurrir este cambio, pero primero, aquí hay tres razones por las cuales el ascenso del DJ/esqueleto va a beneficiar a la cultura club, haciéndola tan importante como la familia elrow, o algún tipo que conociste en el backstage de una conferencia con Andy Peyton, Barely Legal, y el fantasma de Larry Levan .

Primeramente, el DJ esqueleto va a ser increíblemente rentable, debido a su falta de necesidades fisiológicas, como comer. Esos ahorros –que se van a derivar de la negación total al opulento sistema que actualmente rige donde el DJ puede exigir varios platos de comida y bebidas– va a ver una fuerte reducción de gastos en los clubes, eso llevará a un mayor impacto, lo que significa que los promotores pueden hacer más festivales. Nunca más un hombre, mujer o niño tendrás que pasar más de dos días sin ver a The Black Madonna tocar "It's Raining Men" mientras se sientan a comer una hamburguesa.

En segundo lugar, el DJ tendrá ahora una vida útil limitada, lo que significa que habrá una mayo rotación de talentos. Como esqueleto puro, el DJ es más propenso a las lesiones que sus contemporáneos de cuerpo entero. Sin la capa protectora de grasa para amortiguar su dedo índice, las lesiones son mucho más probables. La falta de sistema nervioso significa que no habrá dolor asociado al daño, pero planteará problemas prácticos. Un número mayor de ascensos y descensos de DJs reforzarán una industria basada en esperanzas, sueños y expectativas.

En tercer lugar, ya que todos los esqueletos parecen iguales, los fiesteros ya no pasarán sus noches mirando al DJ. Mirar al DJ es similar a cometer un crimen de guerra aparentemente, así que cualquier cosa que podamos hacer para erradicar esta amenaza al clubbing es bienvenida. La novedad de ver un esqueleto DJ -que, según recuerdo no tienen sentido de la audición o de la vista–con el que podamos perdernos en la pista. ¡Al fin!

La respuesta a por qué será que los DJs –en lugar de las enfermeras o barmans o escultores– se convertirán en los primeros de nosotros en trascender del cuerpo humano normal es simple: Los DJs son presumidos y anticuados. Se muestran, nos hacen voltear, así que presumen aún más para mantener nuestra atención. En pocos años, habrán quedado sin tácticas de choque. Los pasteles se habrán tirado. Las máscaras se habrán puesto y quitado. No hay suficientes lásers en el mundo para mantener a los DJs como un show interesante por sí solos, en su cuerpo actual durante más de diez años o así.

Y es entonces cuando ellos, uno por uno, comenzarán a despegar su piel. Las habitaciones traseras de los clubes de todo el mundo se convertirán en depósitos de carne desgarrada. Las cabinas se llenarán de despojos. La sangre saldrá de los techos, atomizada en los acondicionadores de aire. Por supuesto, las muchedumbres lo amaran, moviendo la cabeza con un abandono temerario, drogados con los humos de los restos humanos calientes.

El DJ seguirá siendo una figura chamánica, capaz de obligarnos a movernos en formas que no creíamos posibles. Seguirán mandando cantidades absurdas de atención y dinero. Seguiremos atados a ellos. Excepto que ahora, serán esqueletos.