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Tecnología

Llevé a Jeff Mills a un observatorio para ver de cerca los planetas que han influido su música

Una mirada a las estrellas con la leyenda del techno.
Rebecca Camphens

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Este artículo se publicó originalmente en THUMP Países Bajos.

"Wow, esto es una locura", dice la celebridad del techno, Jeff Mills. Se encuentra parado en unas escaleras destartaladas en el observatorio de la Universidad de Amsterdam, mirando el Sol a través de un telescopio. "Puedo ver muchísimos destellos solares. ¿Qué tan lejos están?", pregunta.

""Probablemente a miles y miles de millas de distancia", responde el astrónomo Lucas Ellerbroek. "Fácilmente podrían ser tan grandes como todo el planeta Tierra". Ellerbroek guía por los rincones del observatorio a Mills y su esposa/manager, Yoko, quienes absorben ávidamente toda la información que está a su alrededor. Tal como un estudiante curioso en una excursión, Mills no hace más que preguntar y remarcar hechos.

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Si le has dado aunque sea un poco de seguimiento a la carrera de la leyenda del techno, sabrás que Mills es un gran nerd del espacio, como también es un futurista confeso. De la misma manera en que los escritores de ciencia ficción incorporan los últimos descubrimientos científicos en sus historias, Mills lo hace con nuevas revelaciones astronómicas en su música. A lo largo de los últimos diez años, el universo ha sido un tema recurrente en sus producciones musicales; ha hecho discos sobre Alfa Centauri y Próxima Centauri, y composiciones sobre astronautas, así como ha conceptualizado shows en vivo sobre la idea de viajar en el tiempo. Esta noche, presentará The Planets, su pieza inspirada por la composición homónima de Gustav Holst, en el Royal Concert Hall de Amsterdam, razón por la cual pensé que sería divertido visitar el observatorio con Mills –Y por suerte, accedió.

Lucas Ellerborek estaba igual de entusiasmado con la idea y decidió acompañarnos. El astrónomo publicó recientemente un libro llamado Plantenjagers –o "Cazadores de planetas", en español– que trata sobre la búsqueda de planetas parecidos a la Tierra. No fue sorpresa que Mills estuviera emocionado por conocerlo.

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"Siempre, desde que era un niño, me ha gustado mirar las estrellas", dice Mills. "Crecí en Detroit, donde hay demasiada contaminación como para tener una buena vista del cielo, pero mis padres me llevaban frecuentemente de vacaciones. Para mí, la idea de poder mirar un cielo oscuro y despejado, era algo para emocionarse por meses". Además de eso, la cultura popular ayudó a incrementar su apetito por la astronomía. "Crecí leyendo y coleccionando historietas –los tenía todos, desde Marvel hasta un poco de DC", explica. "Eso era lo que más me gustaba, y luego vinieron las series de TV y las películas. Aprendí sobre Alfa Centauri cuando veía la serie Lost in Space, que es sobre un equipo que intenta alcanzar esa estrella, pero se pierde. Por eso a los cinco años ya sabía del universo, gracias a una serie de TV".

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Todas las fotos han sido tomadas por Rebecca Camphens

A su juicio, Mills cree que el arte, la música, y la ciencia ficción pueden ayudar a que el tipo de investigación abstracta que hacen Ellerboek y sus colegas, sea más fácil de digerir, y pueden servir como ejercicio mental sobre lo que el futuro podría depararnos. "Lo que más me gusta ver son las exploraciones espaciales, los planetas y la posibilidad de colonizarlos", dice. "Cuando estaba en la escuela, nunca fui bueno para las matemáticas o ciencias, pero pensaba, '¿y si pudiera traducir esas ideas a la música electrónica, para así desdibujar un poco las líneas?' Espero educar a mi audiencia, aunque sea un poco".

Mientras tanto, nos movemos de un telescopio solar a uno que los científicos usan para mirar las estrellas. Ellerbroek nos da una visita guiada a través del universo usando la aplicación de descarga gratuita, Stellatium. "¡Miren, algo se está moviendo!", dice Mills, señalando la pantalla. "Ah, eso debe ser un satélite". Lento, pero seguro, Mills se ve más relajado. "Me encantaría tener un telescopio como este en mi techo", dice. "O sea, tengo uno pequeño, pero nada como esto".

Ellerbroek usa la aplicación para mostrarnos cuáles planetas extrasolares –planetas en otras galaxias– ya han sido descubiertos. "El primero apenas se descubrió en 1995", dice. "Fue el comienzo de un nuevo afán científico: la búsqueda de planetas semejantes al nuestro. ¿Has oído que se descubrió el primer planeta cercano a Próxima Centauri? Si alguna vez se pudiera llegar tan lejos, sería el primer planeta al que viajaríamos. Eso es muy emocionante".

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Señala a una pequeña mancha en el cielo, una que el Kepler Space Observatory ha estado señalando por cinco años y donde los científicos sospechan que hay miles de planetas. "Y este es solo la punta del iceberg". Dice Ellerbroek. "Esto nos dice que hay más planetas que estrellas. ¿Se imaginan?".

Solo con pensar en tantos planetas, comienzo a sentirme mareado; es difícil de entender, y Mills concuerda. Comienza a tartamudear "Wow… eh… qué… ¿la gente cree que no hay vida fuera de nuestro planeta? O sea, tiene que haber en ese lugar. Desde un punto de vista de ciencia ficción, es interesante pensar en qué nos está mirando desde esos planetas; ¿acaso los alarma el hecho de que los estamos buscando? Tal vez puedan sentirlo".

Ellerbroek comienza a hablar con entusiasmo de la película Contact. "Tan pronto como los extraterrestres en esa película entran en contacto con la Tierra, envían un fragmento de las primeras ondas radiales que la humanidad lanzó al espacio", dice. "Son grabaciones de Hitler en la radio. No es raro pensar que tal vez hayan creaturas en el espacio que estén recibiendo esas ondas radiales en este momento".

Pero antes de que siquiera comencemos a pensar en viajar a planetas en otras galaxias, Mills dice lo interesante que es el solo explorar los planetas de nuestro sistema solar –algo que asegura, forma el foco central de su pieza, The Planets. "Me inspiré en Gustav Holst, quien hace cien años escribió una pieza orquestal de siete movimientos sobre los planetas", dice. "Pero mientras él se enfocó en la mitología griega, yo lo hago en la ciencia, las propiedades físicas de los planetas y cómo podrías moverte alrededor de ellos".

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Mills continúa, describiendo las formas específicas en las que la ciencia influenció su opus más reciente. "Es fantasía y ciencia ficción, pero basado en la ciencia real", dice. "Justo antes de la primera presentación se descubrió que había agua en Plutón, así que a última hora pusimos motivos similares en la composición de la Tierra y de Plutón. Saturno es el que gira más rápidamente, así que esa pieza tiene el tempo más rápido. Hasta hay un pequeño pasaje con flauta bajo y cuerno que está dedicada a la luna de Saturno, Titán. La idea es que si escuchas The Planets, puedas entender mejor los planetas".

Mills ha investigado por su cuenta. Antes de hacer The Planets, habló tendidamente con Mamoru Mohri, el primer astronauta japonés, quien fue lanzado al espacio en 1992 y 2000. Mills hasta hizo una pieza sobre él, Where The Light Ends, y desde entonces ha usado sus aportes en muchas piezas musicales más. "Le pregunté cómo era ir al espacio, cómo luce el sol al ojo descubierto, lo que se siente el estar en completa oscuridad", dice Mills. "Pero también qué pensaba que era el universo; le dije que tenía la idea de que era este tipo de organismo viviente, un organismo gigante del que todos formamos parte. Él estuvo de acuerdo. Al final, todos somos producto del universo, y lo más importante en la historia de la humanidad es entender de dónde venimos y hacia dónde vamos; es increíblemente importante encontrar esas respuestas".

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