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Música

Cinco actos británicos de electrónica que triunfaron en América

Aquí hay un puñado de artistas que hicieron de la invasión británica una realidad.

Desde que Elvis Presley apareció en las pantallas blanco y negro de nuestras sombrías fronteras y envió a una nación de ahora geniales abuelos a apoplejías de sensual emoción/celos, cada acto británico que se respete ha soñado con hacer lo que los cuatro chicos de Liverpool hicieron algunas décadas atrás, irrumpir en América.

Hacerlo no es fácil. De hecho, es excepcionalmente difícil. Ir de las agradablemente cercados alrededores de las islas británicas, con relativamente pequeñas cantidades de medios influyentes y una población considerablemente pequeña, a los vastos cielos abiertos de los países más grandes del mundo y tener éxito por tu cuenta parece tan complicado como para muchos de nosotros es dominar los cubos rubik o leer todas las novelas de Karl Ove Knausgård en noruego o empatar correctamente los calcetines tras una gran carga de lavado.

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Puede hacerse. Honestamente, puedes encontrar tus calcetines de forma satisfactoria. ¡Sólo bromeo! Ya en serio, destruir América es totalmente factible. Estos son cinco actos que dejaron su pequeña y amada isla para destruir Minnesota y más allá.

Calvin Harris

Cómo: Calvin Harris, ese pequeño tipo nerd con terrible gusto por la ropa y un corte de cabello aún peor, estaba destinado a los escenarios de más baja asistencia en los festivales mediocres por años. Era una vergüenza. Pero decidió cortar su cabello, dejó de tratar de sonar como un James Murphy escocés, cambió su estilo pop por EDM de estadio amigable con la multitud y ahora es más rico que Bill Gates o algo así. Harris es la prueba de que cada perro tiene un gran día.

Nivel de destrucción: Jodidamente enorme. América le pertenece.

Disclosure

Cómo: Dos agradables hermanos británicos con rostro de bebé decidieron hacer deep house popero con un vocalista que se volvió masivo y, bueno, si, adivinaste, ellos también se volvieron enormes. Disclosure es innegablemente inmenso. Las adolescentes probablemente lloran en sus presentaciones. No tengo prueba de ello pero imagino que lo hacen. Son la prueba de que los americanos aman la música no amenazadora interpretada por hombres no amenazadores en festivales donde lo más amenazador que puede ocurrir es Chad de UCLA bebiendo una Strawberrita hasta quedarse dormido a mitad de un set de Kygo.

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Nivel de destrucción: Awww, míralos. Cualquier cosa que hayan destruido seguramente lo arreglaron rápidamente y dejaron una nota de disculpa y algo de chocolate.

Jamie xx

Cómo: Jamie xx es ese chico tranquilo de la escuela que le va exasperantementebien en todo porque es tan inofensivo y educado que te es imposible odiarlo. Es humilde, parece apreciar que nadie le meta la cara al escusado a la hora del recreo. Los americanos aman lo educado, un buen hombre inglés. Jamie xx, entonces es: el Hugh Grant de la música dance.

Nivel de destrucción: Ver Disclosure. Excepto que Jamie probablemente dejó un chocolate tan bueno que todos estarán hablando de él por años.

The Prodigy

Cómo: ¿Te acuerdas de 1997? ¿Vagamente? Blair estaba en boga y nuestros padres probablemente vestían sombreros de cubo y reían con TFI Friday. De muchas formas, esos fueron días felices. Blair traicionó una nación, los sombreros de cubo regresaron y de inmediato se volvieron una basura y Chris Evans es ahora uno de los hombres más odiados del mundo. Sin embargo, de vuelta a 1997, The Prodigy hacía más que fumar churros y babear como tontos: estaban invadiendo América. Ese año vendieron una tonelada de discos, ganaron incontables premios y probablemente se divirtieron mucho. Los chicos de Essex hicieron bien en la tierra de la libertad.

Nivel de destrucción: Destruyeron todo confortablemente, como alguien de Romford adicto al Bacardi con un bate de baseball en una tienda china.

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Paul Oakenfold

Cómo: Oakey, como a él le gusta que lo llamemos, como el tío que es para nosotros, es una figura extraña. Básicamente él inició la revolución balear que alimentó el acid house que alimentó gran parte del futuro de la cultura club y la música electrónica, pero raramente, él es irremediablemente ordinario. De una forma divertida. Pero igual ordinario. Tras cansarse del progressive house que él comenzó a vendernos, se mudó a América para iniciar de nuevo. En el 2000 Oakey tocó para 80,000 personas en Cyberfest, así que básicamente a él lo podemos culpar del EDM. ¡Gracias Oakey! ¡Gracias!

Nivel de destrucción: Jodió a los Estados Unidos tan fuerte que los Estados Unidos le jodieron a todos la música electrónica.

Para encontrar más británicos invadiendo los Estados Unidos, ¿por qué no miras nuestro nuevo documental Brit Invasion? Acá lo tienes completo.