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Música

“Paris is Burning” y su influencia después de 25 años

Cakes Da Killa, Ghibli, y más nos cuentan sobre como el documental de 1991 de Jennie Livingston impactó en sus vidas y en la comunidad LGBTQ.
Jennie Livingston

*Este texto originalmente se publicó en THUMP Canadá.


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Al ritmo en el que la cultura pop mainstream ha estado yendo en las últimas décadas, los primeros representantes gay underground deberían tener una montaña de facturas por todas las veces que su cultura ha sido tomada prestada sin ser reconocidos.

Es difícil pasar por alto la importancia de "Vogue", de Madonna, en el campo de la historia de los clubes nocturnos, ya que fue este hit atemporal el que trajo el vogueing a una esfera más comercial. Aunque desconocido por muchos de los que la idealizan, esta canción carece de una narrativa cuya esencia se remonta a los 60, cuando la escena ballroom de Harlem les dio por primera vez a los queers latinos y africanos un refugio seguro para crear sus primeros proyectos de identidad y presentación. Incluso al diseccionar el trabajo de FKA twigs, una artista cuyos homenajes a la escena en sus sets en vivo están en la delgada línea entre la apropiación y el reconocimiento, podría argumentarse que sus acciones prolongan la continua mancha de las historias y el simbolismo de las personas queer de color para el consumo blanco.

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Aunque no importa cómo lo veas, la temática y la jerga gay considerados ahora como modernos, no son para nada algo nuevo. Casi todos estos elementos son adquiridos de looks, frases y legados icónicos expuestos por la directora Jennie Livingston en su documental de 1991, Paris is Burning. Filmado en Nueva York durante los 80s, el controversial documental aclamado por la crítica relata la vida de miembros prominentes de la escena ballroom, abarcando temas de raza, género y sexualidad, y trayendo al mismo tiempo trofeos y éxitos a sus respectivas "casas".

No se puede negar el impacto perdurable a nivel cultural, político y socio-económico de Paris is Burning en la cultura pop mainstream y, lo más importante, en la comunidad LGBTQ. Para los artistas queer con ideas moldeadas a partir de pioneros como Octavia Saint Laurent o Willi Ninja, este filme jugó un papel importante en la formación de sus carreras en desarrollo. A propósito de la celebración del aniversario número 25 del filme esta semana, hablamos con cinco artistas de ciudades y orígenes diferentes sobre cómo Paris Is Burning ha influenciado su expresión creativa y ayudado a moldear sus opiniones personales y a sus comunidades.

Mister Wallace, rapero con base en Nueva York y miembro de Banjee Report:

"Cuando estaba en la secundaria, mi primer encuentro con la cultura ballroom y el voguing fue por clips que encontré en un ahora difunto canal de YouTube. Mi primo, que estaba entonces activo en la escena de Atlanta, me envió clips de chicos vogueando en Atlanta y Nueva York, con lo que inmediatamente me sentí identificado. Como un negro queer creciendo en los suburbios blanqueados de Chicago, ansiaba tener cualquier tipo de visibilidad o representación. El baile y la cultura que encerraba a los balls eran magnéticos y fue solo unos pocos años después de la secundaria que me encontré desfilando como [miembro] de la Casa de Ultra Omni en la escena de Chicago.

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Hasta el día de hoy, uno de mis videos favoritos es uno de voguing estilo sureño, en el que se presenta uno de mis bailarines favoritos, mi mentor, Shaun J. Wright. "IT GIRL", mi nuevo single, samplea el track cásico de Masters At Work, "The Ha Dance", y su video cuenta la historia de un chico de la calle cuya ambición los lleva a emperifollarse y hacer su acto. Mi vida y las vidas de otros negros queer han sido influenciadas por esta cultura y, por consiguiente, por Paris Is Burning, así que ten por seguro que sé que el mundo se está quemando y los negros queer son tanto la antorcha como la llama".

Bryndon Cook, Starchild & The New Romantic y guitarrista de Kindness y Solange Knowles:

"Mi familia es del sur, así que no es necesario decir que la escena ballroom de Nueva York parecía un poquito lejana a la cultura eclesiástica de Mississippi. Lentamente supe lo fuerte que era la conexión entre el espíritu del baile, la libertad y el ser un negro queer, aunque fuera silenciosamente. Pasaron Paris Is Burning en BET, en un pequeño televisor en la habitación de mi primo, en McComb alrededor de 1996. En ese momento escuché voces angelicales, tanto suaves como fuertes, diciendo algo foráneo pero cercano a mí. Lo vi estando solo y esas imágenes nunca me abandonaron.

Conforme fui creciendo y me mude a Nueva York, me di cuenta de cómo el espíritu y la experiencia de esa simbología se había deslizado dentro de la conciencia de mis colegas músicos Dev Hynes, Solange Knowles y Adam Bainbridge, influenciando nuestra propia libertad. Quiero que la gente entienda lo importante que es tener ese documento real, que para mí es parcialmente como un certificado de libertad y una declaración de independencia. Fue una parte de la historia que mucha gente necesita ver y de cuya preservación estamos a cargo. El lugar del documental en el panteón de la conectividad negra es tan potente porque no se presenta como parte ni del pasado ni del futuro, sino como un monolito a sí mismo".

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Ghibli, productor con base en Edmonton y fundador de Manicure Records:

"Como mucha gente que nació después del lanzamiento del filme, mi conocimiento de la cultura vogue y ballroom es súper específico en algunas partes y totalmente inexistente en otras. También el vivir lejos de Nueva York y otros centros de la cultura vogue dificulta el mantenerse al corriente. Sin embargo, como con muchas subculturas, documentar y grabar la historia es de extrema importancia, especialmente cuando se hace por miembros activos de la escena y no por intrusos. Después de ver presentaciones en internet por años, asistir al Vogue Knights [de Nueva York] por primera vez hace dos años fue probablemente una de las mejores y más influyentes noches de mi vida; sentí algo semejante a lo que los católicos sienten cuando van a una misa al Vaticano.

Creo que la cultura vogue y la cultura ballroom es importante para mucha gente porque muestra y se centra en el tipo de actitud agresiva a lo "jódanse todos, yo soy el mejor" que los marginados necesitan usar para poder sobrevivir el día a día. Viene de la necesidad de formar una comunidad para mantenerse juntos, probándole a tus semejantes que sí mereces tus puntajes de 10, y luego enfrentándote a ellos para ver quién es verdaderamente el mejor. Para sobrevivir como una persona queer en este mundo, necesitas tener esta maldita agresividad dentro de ti, y presentarse en los balls es una manera de expresar ese fuego interno de manera sana, incluso si no eres agresivo en tu vida cotidiana".

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Cakes Da Killa, rapero y miembro de Qween Beat:

"La cultura ballroom es una importante manifestación física de los obstáculos y triunfos a los que se enfrentan las personas gay y trans de color al sobrevivir en una sociedad heteronormativa. Esta celebración de resistencia y creatividad le da un toque de magia a una vida llena de crítica diaria y traumas; los jugadores claves se convierten en individuos que influencian la cultura mainstream, pero a los que raramente se les reconoce el impacto que causan. Nuestra historia es constantemente blanqueada para poder llegar a los consumidores mainstream, así que verlo en su esencia dicho desde los propios labios, sudor y shade juguetón de los pioneros en el documental, es poderoso.

Como muchas reinas butch, el estilo ballroom ha tenido una enorme influencia en mi música y en mi autoconfianza. Fueron comentadores de ballroom como Kevin JZ Prodigy y Gregg Evisu quienes me hicieron enamorarme de rapear sobre un beat. Tengo que agradecer a Paris Is Burning por presentarme a la cultura. Siendo miembro de Qween Beat, un colectivo fundado por MikeQ, trabajo para mantener el sonido y el legado del ballroom vivo y progresivo. Nosotros hicimos nuestro álbum debut, Qweendom, para traer el sonido del ballroom a más personas, manteniendo las raíces en el legado de Paris Is Burning, y los pioneros que sentaron las bases de la escena".

Shaun J. Wright, DJ basado en Chicago y exmiembro de Hercules & Love Affair:

"De alguna manera, Paris Is Burning me dio claridad en ciertos aspectos de la cultura ballroom cuando era un adolescente que lo veía secretamente en la habitación de mi mejor amigo, antes de siquiera desfilar en un ball. Colarme en clubes negros queer [en Chicago] como el Generator y Prop House a una edad tan temprana me hizo valorar más la cultura, pero el documental fue la primera vez que presencié una verdadero reflejo de mí mismo en los medios populares, de la gente que conocía, y una jerga muy similar a la que utilizábamos. Sin embargo, estaba consciente de que el documental no era en sí la cultura, sabía que sólo era una pequeña ojeada a una cultura que llevaba décadas y que era demasiado compleja como para ser capturada en un filme, porque la cultura aún estaba floreciendo a mi alrededor".

Para integrarme a la Casa de Escada, desfilar en la categoría de "Butch Queen Voguing Like a Femme Queen" fue un prerrequisito. Estudié a las leyendas y las estrellas actuales de performance a través de cintas de VHS compartidas por las redes underground de amigos y miembros de la casa. Las cintas evolucionaron en DVDs antes de que YouTube revolucionara la forma en la que la cultura ballroom era diseminada. A la vanguardia del acto de compartir contenido de ballroom está Ballroom Throwbacks, un equipo que ha sido de suma importancia en la difusión mundial de la cultura de una forma sin precedentes creando al mismo tiempo una forma original de entretenimiento. En cuanto a los artistas actualmente, cuando presencio el arte conmovedor en el más reciente video de Kiddy Smile, "Let A Bitch Know", o "It Girl" de Mister Wallace, recuerdo las formas en las que la cultura ballroom ha mutado desde sus raíces en NY, al fenómeno queer diaspórico.

Max Mohenu está en Twitter.