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Este artículo se publicó originalmente en THUMP Colombia.El mundo se está yendo a la mierda, todos lo sabemos, pero aún tenía una esperanza, una que ya no existe, ¡puf! se esfumó. Sépanlo: el productor irlandés Matador me arrebató las ganas de vivir.Es que en el universo de la música electrónica existen ciertos personajes que se niegan rotundamente a dejar que los momentos bonitos sigan siendo eso, bonitos. Productores sin ideas nuevas que recurren a tácticas indeseables, innecesarias y, como se dice popularmente, quemadas.Ojo: la más visible de estas estrategias viles: intentar remezclar tracks insignias, símbolos sonoros que marcaron una época.El más reciente caso se dio esta semana, precisamente teniendo como protagonista al productor irlandés Gavin Lynch, mejor conocido como Matador. Este torero del techno, ligado en los últimos años al sello Minus de Richie Hawtin, subió un video a su cuenta de Facebook en donde exhibe con orgullo su reinterpretación del famoso tema de Oxia, "Domino". Este corte cobró relevancia a comienzos de 2006, en tiempos donde el minimal techno reinaba con más fervor que nunca. Casi 11 años después, el track referente delSpeicher 34 lanzado en Kompakt Extra, pasó a manos de un par de masajistas convocadas por Agoria y su sello Sapiens.Si tuvieron la valentía suficiente para observar el anterior video, seguramente notarán que el resultado final no se aleja tanto de un revoltijo compuesto por los gritos de Justin Bieber, algunos restos de acordes plagiados de Derrick May y un espeso caldo condimentado por la sustancia "Domino".Mejor dicho, todo mal, muy mal. Este intento de remix, honestamente, me hizo perder la fe en todo. Además ver a la gente de en la fiesta gozándose el tema me hizo tocar fondo. Dios mío, ¿seré yo el que está muy mal?
Este artículo se publicó originalmente en THUMP Colombia.El mundo se está yendo a la mierda, todos lo sabemos, pero aún tenía una esperanza, una que ya no existe, ¡puf! se esfumó. Sépanlo: el productor irlandés Matador me arrebató las ganas de vivir.Es que en el universo de la música electrónica existen ciertos personajes que se niegan rotundamente a dejar que los momentos bonitos sigan siendo eso, bonitos. Productores sin ideas nuevas que recurren a tácticas indeseables, innecesarias y, como se dice popularmente, quemadas.
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