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Música

Vangelis: el músico griego que dejó su huella en la electrónica

Un alma mater del género electrónico.
Vangelis FB

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Cuando hablamos de la música de Grecia, lo primero que se nos viene a la mente es Zorba, el griego, pero difícilmente pensamos en una banda o músico del país europeo. Aunque esto se puede generalizar con cualquier género musical, existe un músico que ha logrado la fama mundial gracias a sus producciones de grandísima calidad, él es Evangelos Odysseas Papathanassiou, mejor conocido como Vangelis.

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Al inicio de su carrera musical a finales de los 60s, el músico griego decidió formar una banda llamada Aphrodite's Child. Este grupo tuvo cierto éxito, lograron grabar tres discos y hacer una gira por el continente europeo. Sin embargo, por problemas entre los miembros y los proyectos alternos de los integrantes, hizo que la agrupación llegara a su fin.

No pasó mucho tiempo para que Vangelis comenzara su carrera como solista y empezara a escribir su propia historia. A inicio de los años 70, el artista griego compuso soundtracks para varias películas y documentales, entre ellos: Sex Power, L'Apocalypse des animaux e Ignacio: Do you hear the dogs barking? En estos discos decidió hacer canciones enfocadas al ambient para que fueran de la mano con la temática de la narrativa, la cual eran historias sin mucha acción. Estos primeros trabajos fueron hechos enfocados a un tema por lo que el músico no explotó su lado creativo en su totalidad. Pero esto cambió en 1973 cuando dio a conocer su primer disco, titulado Earth, donde mostró su talento al fusionar música clásica con electrónica. Posteriormente, en su segundo disco, Heaven and Hell de 1975, volvió a seguir la misma fórmula, por lo que llamó la atención de la industria musical. Lo que más llamaba la atención era la combinación de los instrumentos de una orquesta, producidos por sintetizadores, junto con un coro y música hecha con teclados. Lograba crear un balance entre ambas ramas musicales que dejaba a todos los escuchas con un buen sabor de boca.

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Después de estos dos discos, Vangelis optó por dejar a un lado la música clásica para enfocarse solo en la electrónica. Su primera producción que fue enfocada en éste género fue Albedo 0.39 en 1976, el cual tiene como temática hacer honor al valor del albedo de la Tierra y al espacio. Esta relación entre su música, la búsqueda de un sonido referente al universo y con un toque futurista hizo que el artista usara la misma fórmula en sus siguientes discos. Cabe destacar, que el productor trató de adaptar sus trabajos con esta temática futurista-espacial del momento, donde destacan las películas Alien y Star Wars.

Spiral (1977), Hypothesis (1978) y Beauborg (1978) fueron los álbumes que tenían el mismo toque electrónico-futurista, los cuales no tuvieron tanto impacto como su predecesor. La mayoría de las críticas no fueron muy favorables y esto hizo que Vangelis buscara otros sonidos para su siguiente producción, la cual fue China y salió en 1979. En este disco, el compositor griego se enfocó en que su música tuviera la esencia de la cultura china y que con sólo escuchar sus tracks, te transportara al país oriental. A diferencia de los trabajos anteriores, China tuvo bastante éxito y esto permitió que varios cineastas decidieran contratarlo para que hiciera el soundtrack de sus filmes.

A principios de los 80s, el músico fue el encargado de musicalizar varias películas, entre ellas Chariots of Fire (1981), Blade Runner (1982), Missing (1982), Antartica (1983) y The Bounty (1984). Gracias al éxito de estos filmes, Vangelis ganó más fama alrededor del mundo y pudo hacer uso de diferentes estilos. Entre los que se puede mencionar: incluir otros instrumentos, como el saxofón, en sus tracks, incluir sonidos del ambiente y hacer cambios de ritmos en algunas canciones. Todos estos cambios fueron gracias a los nuevos géneros que surgieron en esa época, como el new wave y synthpop, a los cuales supo adaptar su trabajo pero sin dejar al lado su toque experimental.

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Gracias a este cambio en sus producciones, el artista griego decidió que en sus siguientes discos haría uso de estos nuevos estilos.

Ante estas innovaciones, la carrera de Vangelis tuvo un segundo aire y sus próximas producciones siguieron tuvieras críticas positivas. Con Soil Festivities (1984) e Invisible Connections (1985) siguió utilizando sólo el género electrónico pero la idea era que ambos transmitieran un contexto en específico. El primero enfocado a la naturaleza y el segundo a las primeras computadoras, lo cual el productor logra sin problema alguno. Por otro lado, volvió a hacer un disco donde mezclaba música clásica con electrónica, llamado Mask (1985), en donde se puede apreciar un estilo más movido.

A finales de los 80s y principios de los 90s, el compositor griego volvió a experimentar con otro estilo, en donde ahora pone diálogos en algunas de sus canciones. Direct y The City son los discos donde utiliza esta temática. Ambas producciones están enfocadas al ambient, pero con la letra que aparecen en los tracks, cambian la dinámica completamente. No es la típica canción con su respectiva letra. Las diferentes frases no tienen nada que ver con el nombre del track, sino que crean un contexto diferente de acuerdo a lo que interpretan los hablantes.

Este estilo fue algo nuevo para la música electrónica, ya que rompía el esquema de que la letra fue parecida al título de la canción. Incluso varios artistas siguieron este estilo para hacer algunas de sus producciones.

Ya en los 90s, los nuevos álbumes de Vangelis no tuvieron mucho éxito. Voices y Oceanic tenían la misma fórmula que sus anteriores producciones, por lo que no causaron impacto. Los nuevos artistas y géneros populares en ese momento, como el house y techno, acaparaban los reflectores, mientras que todos sus predecesores ya no llamaban la atención. Incluso en el nuevo milenio, volvió a ser el compositor de los soundtracks de las películas Alexander y Mythodea, pero debido a la poca popularidad de estos filmes, el músico no logró volver a ganar la fama que tuvo en los 80s.

Aunque en los últimos años Vangelis ha reeditado varios de sus discos más famosos, entre ellos el soundtrack de Blade Runner, también ha hecho nueva música. En el 2012 musicalizó la película Trashed y este año dará a conocer su nuevo disco, que lleva por nombre Rosetta.

Puede que la música del productor griego ya no sea tan relevante como lo fue hace unos años, pero el enfoque experimental-futurista, el uso de distintos sintetizadores para crear sonidos de otros instrumentos y la adaptación que ha tenido su trabajo en diferentes épocas es digno de enmarcar. No es por nada que él sea considerado como uno de los músicos más influyentes en la escena electrónica y que haya sido la inspiración para varias bandas como Spandau Ballet, Erasure y OMD.