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Tecnología

La historia del sintetizador que cambió la música pop para siempre

Investigamos por qué el Roland Juno-60 es uno de los sintetizadores más importantes de todos los tiempos.

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Este artículo se publicó originalmente en THUMP Reino Unido.

John Fox tenía uno. Igual que A-ha, Billy Idol, Berlin, Eurythmics y A Flock of Seagulls. No, no estamos hablando de sus peinados sostenidos con una gran cantidad de spray y de lo mucho que dañaron las capas de ozono, sino de algo que fue icónico a inicio de los ochentas—un sintetizador polifónico que, en los últimos años, ha experimentado una clase de resurgimiento con las bandas de electro e indie. De hecho, están probando ser tan populares que obtener uno en eBay te costará varios cientos de dólares. Piensa en todo lo que podrías comprar por ese dinero.

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Pero en lugar de terminar con un montón de Stella Artois, estarías en posesión de un Roland Juno-60, el héroe anónimo de la electrónica. En un mundo obsesionado con lo digital, el Juno-60 tiene un poco del toque analógico de las bandas pasadas y los artistas siguen usandolo hasta nuestros días.

Antes de que vayamos a lo principal, una pequeña lección de historia: Roland desarrolló el Juno-60 por tres años a inicios de los ochentas. Se vendía como un alternativa económica de otros sintetizadores analógicos que estaban disponibles en esos días y fue su relativa facilidad de adquisición lo que lo llevó a las masas. El sintetizador previo de Roland—el Juno 6—estaba cabeza a cabeza con el Korg Polysix y Korg estaba ganando la guerra de los teclados. Roland tenía que contraatacar. Así que agregaron un banco de memoria más grande y mejores herramientas de programación a su hardware y el Juno 60 nació. La única diferencia real entre el 6 y el 60 era la memoria RAM más grande, capaz de almacenar 56 sonidos programados. Aunque eran muy parecidos—tomando en cuenta que eras capaz de tocar teclas—es cálido con sus salidas, algo que los sintetizadores digitales no logran alcanzar. Básicamente es un instrumento hecho a mano, lleno de capacitores, resistencias y efectos. Todo lo bueno llega a su fin y la producción del Juno 60 terminó en febrero de 1984, para ser reemplazado por el Juno 106.

Pero 30 años después, se ha convertido el sintetizador de elección de actos contemporáneos que buscan aprovechar un sonido analógico único. Todos desde Oneohtrix Point Never hasta Tyler the Creator, Animal Collective y Neon Indian son fans. ¿Por qué las bandas lo aman tanto? Le preguntamos a varias personas lo que pensaban y sobre el sintetizador analógico polifónico y qué tan dependientes son del Juno-60.

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Joseph Mount, el líder y cerebro detrás de Metronomy, uno de los actos británicos pop más amados de los últimos años, es alguien que tiene un loco amor por los sintetizadores de los ochentas. Él explica como gracias a la influyente banda Late Of The Pier, se dio cuenta que "si era suficientemente bueno para ellos, era suficientemente bueno para nosotros", cuando fue de compras por nuevo equipo. Hasta hace poco, era un sintetizador accesible y por esa razón, tenía sentido que la banda usara el Juno. ¿Y qué tan duradera es la calidad del instrumento?

"¡El primero que compramos costó £400 [aproximadamente $10,000 pesos] e incluía un case para viaje!" explica Joe. Parecía demasiado para mi, pero pensé en que el case para viaje por si sólo valía 80 o 90 libras. Necesitábamos algo para salir de gira que fuera versátil y que pudiera almacenar presets y el Juno-60 era la única opción. Sigue siendo un teclado fantástico para bandas de gira, pero para mi ya no es una opción accesible. Imaginó que hemos inspirado a otros grupos a usarlo también".

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Joseph continúa, explicando varias cosas respecto a los instrumentos analógicos, "literalmente, ya no hacen sintetizadores como este". Y con el nuevo álbum de Metronomy por salir en julio, Mount señala lo mucho que le deben al Juno-60:

"Es muy importante. En el nuevo álbum realmente quería usar sintetizadores modernos, para ayudar a que algunas canciones tuvieran un toque moderno, pero al final regresé a los viejos, incluido el Juno. De hecho tiene mucho que ver con el 'espacio' en un track; los nuevos sintetizadores nunca quedan bien con instrumentos 'reales'. Los viejos conocen su lugar. Sólo basta con que escojas su equivalente moderno para darte cuenta de lo vacíos que están. Ni siquiera es algo referente a la tecnología o ser geek, mi papá podría decirte que los analógicos suenan mejor. La mayoria de los nuevos no son analógicos."

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Claire Harrison de The Sterling Roswell Band es una mano experimentada en todo lo que tiene que ver con sintetizadores. De usar toda clase de diferentes sintetizadores y teclados en bandas, Harrison describe el Juno-60 como "EL SINTETIZADOR DE LOS 80s". Ella también da crédito al Juno como gran colaborador del sonido único del house de Chicago en sus inicios. "¡Puedes perderte delirantemente en los sonidos de ensueño y texturas musicales de la polifonía!" menciona Claire. "Metales, cuerdas, órganos, bajos, ricos arpeggios. También tiene un gran almacenamiento de patches, un arpegiador simple y hermoso también. Tienes los clásicos filtros high pass y low pass analógicos de Roland, los cuales dan forma a esas texturas cálidas que encuentras en el Roland Jupiter 8 y Jupiter 6. Además el oscilador sub y el coro analógico te mandan al paraíso de los pad con mínimo esfuerzo".

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¿Y por qué es el Roland Juno-60 tan amado por músicos del pasado y presente?

"Es un gran sintetizador", menciona Claire. "Es tan fácil de usar y programar y produce los sonidos analógicos más cálidos, clásicos y poderosos. Tengo amigos que aún tienen el suyo que lo compraron cuando era completamente nuevo en los ochentas y que funcionan magníficamente, ¡aún! A la larga, puedes garantizar que siempre obtendrás un buen sonido de él. El Roland Juno-60 es una pieza probada atemporal y sónicamente extraordinaria para sus limitaciones. Quiero decir, ¿quién nunca ha bailado junto a The Cure y cantado tanto sus letras como tarareado sus sintetizadores?

Entre muchos, gente como Joe Mount y Claire Harrison igual que muchos otros músicos, man el Juno-60 por su simplicidad, fiabilidad y lo "accesible" que es. Mientras el tiempo y la tecnología avanza, algunas cosas permanecen atemporales. En un mundo cada vez más digital, los sintetizadores analógicos ponen el estándar.

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