Los sintetizadores que dieron forma a la música moderna

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Música

Los sintetizadores que dieron forma a la música moderna

Los sonidos del ayer y los pioneros que los hicieron grandes.

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Si eres productor, seguro tus días en el estudio involucran abrir una versión, pirata, de Ableton Live, cargar un instrumento VST, pirata, y simular el sonido de algún sintetizador legendario que algunas décadas atrás te habría costado miles de pesos poder adquirir. Un razón por la cual los menosprecias tanto.

Sin embargo, los pioneros de la electrónica que tuvieron que gastar los ahorros de su vida en adquirir las piezas reales, definitivamente les sacaron provecho y crearon con ellos innumerables álbumes que inspiraron a otros artistas a utilizar los mismos instrumentos.

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Ya sea por épocas o por ritmos, cada sintetizador dejó su marca en algunos de los mejores trabajas de la industria musical que han existido. Por ello, el sitio Fact reunió 14 de los sintetizadores más emblemáticos que dieron forma a la música moderna.


Moog Minimog

Lanzado en 1971 a un precio original de $1495 dólares.

El reverenciado Minimog de Bob Moog fue el primer sintetizador completamente integrado y como tal, marcó uno de los desarrollos más importantes en la música electrónica. Los primeros Moogs eran grandes y casi imposibles de llevar en una gira. Fueron construidos, ordenados y vendidos como "equipo de audio profesional", en lugar de cómo instrumentos, y como tal, fueron considerados fuera del alcance de musicos y estudios. En contraste, el Minimoog fue construido para ser portable y era comparativamente simple de usar, con una amigable sección de perillas y switches que remplazaban los torpes cables y parches de sus predecesores.

La capa inicial de términos del Minimoog ("Filtro", "Oscilador", etc), confundió a las tiendas de música, que no estaban seguros de que los músicos serían capaces de entender estos nuevos instrumentos, pero el hecho de que el Minimoog siga en producción cuatro décadas después habla por sí sólo.

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Yamaha CS-80

Lanzado en 1976 a un precio de $6900 dólares.

Amado por coleccionistas de sintetizadores y no sólo por su precio, el Yamaha CS-80 fue la primera contribución japonesa sobresaliente al mercado de los sintetizadores. Con abrazaderas profundas y alarmantemente inusuales y con un paquete de sonidos que simplemente no emanaban de otros instrumentos similares, el CS-80 era un instrumento deliciosamente de lujo. Además de ello, el alto precio y peso del CS-80 (te rompía la espalda con 220 lbs de peso), lo hizo difícil de vender y al igual que muchos sintetizadores de la época, era notoriamente difícil de mantener a tono.

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Cuando el CS-80 tuvo que competir con el Prophet-5 de Sequential Circuits y el Polymoog de Moog en los años siguiente, fue difícil convencer a los estudios de pagar extra por lo que parecía, al menos en la superficie, ser un instrumento inferior. El pobre CS-80 fue condenado con sólo 26 presets no programables en una época cuando tener grandes bancos de sonidos y el ser capaz de guardar los tuyos se comenzaba a volver un pre-requisito.

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Korg MS-20

Lanzado en 1978 a un precio de $750 dólares.

El relativamente portable MS-20 de Korg no estaba muy lejos del poderoso 2600 de ARP, con una mezcla similar de conexiones y parches. Fue parte de la segunda generación de mono-sintetizadores de la compañía (junto a su hermano menor, el MS-10) y mientras su dominadora apariencia atrajo a muchos usuarios, muchos músicos estuvieron decepcionados de encontrar que no sonaba ni pequeñamente similar al Minimoog. En lugar de ello, el MS-20 era pequeño y complicado de controlar y si no sabías exactamente lo que estabas haciendo te quedabas en el lodo. Los MS-20 y MS-10 fueron la clase de sintetizador que eras capaz de encontrar a finales de la década de 1980 e inicios de los noventas acumulando polvo en tiendas de cosas usadas y en ventas de garage.

Fue quizá su disponibilidad la que provocó el renacimiento del sintetizador y tras su gran uso a mediados de la década de los noventas, el precio del MS-20 se disparó. Ha sido alto desde entonces, ganándose una versión en software (con un controlador completamente funcional) y su respectiva re-edición.

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Prophet-5 de Sequential Circuits

Lanzado en 1978 a un precio de $4495 dólares.

Un sintetizador polifónico que era fácil de manipular (y cargar) como el popular Minimoog. El Prophet-5 de Sequential Circuits rápidamente se convirtió en un estándar de la industria. Lo que dio un impulso al Prophet fue que incluía un parche de memoria, algo que le faltaba a su competidor directo, el Yamaha CS-80, el cual le permitía a los usuarios almacenar sus propios sonidos en lugar de depender de los presets o de escribir las posiciones de cada switch y perilla en hojas impresas. Tenía a su hermano mayor, el Prophet-10, pero lo que la máquina ganó en cuanto a polifonía lo perdió en confiabilidad, ya que fue conocido por sobre calentarse a mitad de las sesiones. Logró mucho más popularidad su hermano pequeño, el Pro-One.

Tristemente, la compañía de Dave Smith, Sequential Circuits, cerró a finales de la década de 1980, conforme los sintetizadores digitales comenzaron a dominar el mercado, pero la leyenda del Prophet-5 continúo creciendo. Smith reinició su línea estableciendo Dave Smith Instruments en el 2002 y celebró el 30 aniversario del Prophet-5 en el 2007 con una aclamada nueva versión, el celebrado Prophet '08.

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Conoce más detalles y consulta los 14 sintetizadores en Fact.

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