Recordando Medusas: el primer club de música electrónica en la CDMX

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Recordando Medusas: el primer club de música electrónica en la CDMX

Aquí empezó la época dorada del mega club en México.

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A finales de los años 80 en la Ciudad de México, la escena clubber electrónica como tal no existía, espacios que sin haber estado enfocados por completo a los beats y a las secuencias, se fueron abriendo a esta tendencia. Foros como el legendario Bar el 9, Dynamo Garage, Pericos y Tutti Frutti, incorporaron a su propuesta música electrónica.

Años más tarde, a principios de la década de los 90, al sur de la Ciudad, estaba por irrumpir el que para muchos fue el primer club en México dedicado enteramente a la música electrónica: Medusas.

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La figura del club dentro de la escena de música electrónica en el mundo, ha jugado un papel significativo en el nacimiento, crecimiento y consolidación del género. En Chicago, el house cobró vida en gran medida gracias al club Warehouse; en Berlín, Tresor contribuyó al desarrollo del techno, mientras tanto en Liverpool, el club Cream fue responsable del estallido de la música electrónica por todo Reino Unido. En México sería Medusas, el motor que impulsaría desde su trinchera la electrónica underground nacional e internacional.

Dicho espacio sería conceptualizado por Ricardo Silva, mejor conocido como DJ Akme y por el empresario Rafael Rojo de la Vega.

"Para poder abrir en Medusas tuvieron que suceder muchas cosas que fueron fortuitas: Se incendia la discoteca Metropolis Jubilee. Jubilee iba mal en los números, pide Rafael Rojo de la Vega un préstamo en el banco. Éste préstamo lo utiliza para remodelar, mete fibra óptica, lo más nuevo en luces, metió nuevo equipo de sonido Meyer Sound. Inauguramos y ¡fue un trancazo! y a los 15 días se incendia el lugar. No tenía Rafael ni dinero para volver a comenzar, estaba asegurado todo pero el seguro no quiso pagar, alegaba que el incendio había sido a propósito, que había sido premeditado. Teníamos todos los días acreedores yendo a cobrar al lugar, queriendo llegar a embargar, fueron como tres meses espantosos" recuerda Ricardo.

Rafael Rojo de la Vega a manera de pago le ofrece a Ricardo que tome algo del equipo del club a cuenta, ya que sus finanzas se encontraban en números rojos y no había dinero para finiquitar lo que se le debía. Ricardo en lugar de aceptar esa primera propuesta le pide prestado tres miércoles seguidos de lo que quedaba del club, para organizar una fiesta llamada: La Noche de la Medusa.

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Rojo de la Vega lanza una contra propuesta, explica Ricardo: "me manda llamar Rafael y me dice: Ven, te quiero proponer algo acerca de tus fiestas. Imagínate que tus fiestas no van a ser fiestas, vamos a hacer un nuevo lugar, vamos a hacer un nuevo concepto, ¡vamos a darle en la madre a México!, ¡vamos a hacer algo diferente!".

Son pocos los que saben que el primer gran club de música electrónica en México, al que televisoras nacionales e internacionales le dedicaran sendos reportajes, arrancó con un presupuesto raquítico, con un decorado surgido desde los escombros y que gracias a la visión y al entusiasmo de Ricardo Silva y Rafael Rojo de la Vega, se logró echar a andar.

"Cuando se hace Medusas, se hace con lo último que tenía de ahorros Rafael, yo le pregunté ¿cuánto dinero tenemos para hacerlo?, 20 millones de pesos (que son 20 mil pesos de ahora). ¿Qué haces con eso? ¿Qué vamos a hacer? Pues hay que hacer cosas falsas", contestó Rafael.

"Hicimos un pasillo que era todo hecho en tabla roca primero. A la tabla roca le hicimos unos agujeros, le metimos unos ventiladores industriales y atrás un foco, cuando entrabas veías como se proyectaba en el piso con el ventilador industrial. Le daba un aspecto de que estabas entrando a una fábrica. Subías unas escaleras, las escaleras igual las tuvimos que maquillar. En la parte de arriba hicimos unas escaleras que bajaban hacia el interior, haciendo una especie como de brazos. Quitamos todas las mesas, no había dinero para reparar mesas ni nada, dijimos: ¿Qué vamos a hacer? Pues parados todos, ¡total!".

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Llegaría la tan esperada noche de apertura de Medusas, "y así nos aventuramos a inaugurar el jueves 20 de mayo de 1993. Recuerdo tener en la cabina todo el tiempo a Rafael Rojo angustiadísimo por los nervios de que no funcionara un concepto de música electrónica", cuenta Ricardo.

Ese jueves de inauguración, Medusas convocaría a alrededor de 800 asistentes. El viernes llegarían unas 300 personas. Finalmente la noche del sábado se romperían todos los pronósticos congregando a unos 3200 asistentes. En la inauguración se presentaría como acto estelar y a petición de Ricardo, el legendario LLT, que para entonces ya tendría en su haber una trayectoria de aproximadamente cuatro años como Live Act y un disco llamado Techno Ritual. LLT lo conformaba Hilda Acevedo, mejor conocida como Merlina y el experimentado Mauricio Rojas, Dj Klang.

"Rafael estaba en la cabina, se asomaba, veía a la gente, veía que bailaban, estaba súper nervioso. A final de cuentas no se le hizo siquiera buena idea que hubiera llevado a LLT. Ellos inauguraron, fueron como la cereza en el pastel. Siempre tuve la idea de que un concepto de vanguardia tenía que ver con bandas en vivo que hicieran y que pudieran reproducir su música. Yo no lo veía como un concepto de algo que se viera bonito, ¡no! Yo no tenía esa idea, yo tenía la idea de hacer un lugar de a de veras, que fuera un motor de artistas, que fuera un motor de géneros, que fuera un motor de tendencias, vivir lo que se estaba viviendo en otros lados", afirma Ricardo.

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"Cuando nos invitaron ya teníamos a LLT. El primer disco ya estaba sonando, ya había gente que nos seguía, la inauguración fue una noche fuera de lo común. Cuando me enteré que ya venía este concepto, cuando nos invitaron me prendí luego, luego y dije: ¡Por supuesto!. Aquella noche me llamó la atención que se había generado como un nuevo punto de encuentro de toda una generación que estaba buscando donde poder expresar sus gustos musicales, donde poderse juntar, donde poder escuchar lo nuevo. Fue interesante porque a nosotros no nos ubicaron en el dancefloor, sino en una especie de escenario arriba, ahí nos instalamos y fue algo muy curioso porque nos tocó ser parte del momento en el cual inició el Medusas. Dentro de todos los clubes, Medusas se convirtió en un punto de encuentro interesante", recuerda Mauricio Rojas, Dj Klang.

Medusas fue considerado como el club que marcó la pauta, una factoría de ideas, un parteaguas en la incipiente vida nocturna y cultural del entonces Distrito Federal. Si bien, para ese momento ya habían aparecido otros espacios dedicados a la música electrónica, la mayoría de ellos retomaban el concepto y la propuesta de Medusas.

"En ese momento Medusas era el club que estaba marcando la tendencia en vanguardia musical, de hecho fue el primero que trajo a DJs extranjeros; el primero que introdujo el performance como una parte de la fiesta y el primero que programó trance y techno en una noche normal de club en la Ciudad de México", declaraba Benjamín Hernández, B-Jay a la revista DJ Concept.

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Antes de Medusas ningún otro club había integrado a su propuesta el performance. La noche en Medusas daba inicio con música muy en la línea del postpunk y el synth pop, entre otros géneros. Lo mismo se escuchaba a Kraftwerk, The Smiths a The Cure o Siouxie & the Banshees, que a Depeche Mode. Posteriormente se abría pista y a partir de ese momento la música electrónica se apoderaba de la noche.

Pioneros en performances en vivo en el club.

Justo en el llamado openning, los bailarines iniciaban su participación como parte del concepto que integraba diferentes expresiones multimedia que ofrecía Medusas, haciendo uso de jaulas y de la pista de baile que tenía la peculiaridad de elevarse. Leslye Ivonne Gamma Quijano, ex bailarina en tardeadas de Medusas, aporta más detalles al respecto, "se elegía una canción, se ensayaba, se ponía la coreografía, también dependiendo de la canción era lo que se interpretaba. No era nada más bailar por bailar, se trataba de crear una historia que tuviera que ver con la canción. Había un escenario alto, estaban las jaulas y la pista que se elevaba, se hacía una producción lo mejor posible, no era de que hiciéramos algo nada más al vapor."

Continua Leslye, "había un performance que hacía con otros chavos con una canción de Jam & Spoon llamada Ángel, en donde se hacía referencia a esa energía de luz que es un Ángel, un Ángel que iba cayendo para aliviarlos, para hacerlos sentir bien. Para ese momento ya habían puesto la decoración neón y había una parte en donde totalmente el escenario se apagaba y dejaban únicamente encendidas las luces negras. Yo estaba elevada en una mesa, representando que estaba en otro plano a diferencia de los terrenales y cuando apagaban las luces y dejaban todo lo neón, yo vaciaba una copa de cyalume, la ofrendaba, me la aventaba encima y también al resto de bailarines los rociaba de cyalume, los protegía, los iluminaba, les daba luz para que no se perdieran en el camino".

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En dichos actos de baile y performance es importante destacar la participación de la multipremiada Compañía de Danza Contemporánea: Delfos, fundada en 1992 por Claudia Lavista y Víctor Manuel Ruiz, quienes según la revista Proceso, audicionaron para bailar en Medusas pero fueron rechazados en un primer intento. Tiempo después se integrarían al equipo del club, luego de audicionar una segunda vez con la pieza: Trió y Cordón.

"Nosotros nos estábamos planteando buscar espacios alternativos para trabajar, habíamos bailado en un lugar de Plaza Loreto y pensábamos que podía ser interesante para la gente acercarse un poco a la danza contemporánea. Tomamos la decisión de presentar la coreografía Trío y Cordón, con la cual ganamos Claudia Lavista y yo el Premio Nacional de Danza UAM-INBA en 1992, y el montaje Primer Piso. El primer día el público estaba desconcertado, se quedó con la boca abierta y la ovación fue maravillosa. Lo han aceptado mucho.", explicaba a la revista Proceso, Víctor Manuel Ruiz.

A principios de los años 90, la música electrónica bailable encontraría su escaparate natural en la escena clubber y en las fiestas rave. Lamentablemente al rave le tocó la peor parte, siendo objeto de la persecución del gobierno y de la satanización de los medios de comunicación más conservadores, las redadas y las cancelaciones por parte de las autoridades, se volvieron cotidianas. Así es como los raves ven disminuida su actividad, beneficiándose de forma indirecta la escena clubber.

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"En Europa, sobre todo en Inglaterra empezaron a prohibir los raves, como aquí en México, simultáneamente en la misma época. Medusas nació un poco después y casi a la par del movimiento raver en México, con la prohibición de las fiestas rave, que se hacían en espacios por lo regular clandestinos o con esa sensación. La gente empezó a emigrar de vuelta a los clubs, fue entonces que Medusas agarró un gran apogeo, pues era casi el único lugar de música electrónica en toda la ciudad establecido en una discoteca con todos sus permisos en regla. Ese es el gran aporte de Medusas, de ser el primer súper club electrónico de todo el país. Aparte se hicieron muchos eventos en ese lugar, infinidad de fiestas, con muchos DJs tanto nacionales como extranjeros, realmente era un gran espacio", afirma Martín Parra, DJ, productor y organizador de los primeros raves en México.

A lo largo de los siete años de existencia de Medusas, sucedieron situaciones por demás curiosas. Hay un pasaje en particular en la historia del club que involucra al famoso DJ y productor alemán Paul Van Dyk y que llama poderosamente la atención. A mediados de los 90s, Martín Parra y Ramiro, quien posteriormente se asociara con Cookie, organizaron un rave en una fábrica abandonada de 5000 metros cuadrados, teniendo como DJs estelares al ya mencionado Paul Van Dyk y a Keoki. Minutos después de haber iniciado el evento y con más de 4000 personas a las afueras del lugar, esperando entrar, dos camiones repletos de granaderos, llegaron inesperadamente y suspendieron la fiesta. Al no poderse presentar los dos DJs internacionales, Xochitl West telefonea a Ricardo Silva, triangulando una presentación exprés de los dos artistas en Medusas. El DJ alemán era el más molesto por la fallida presentación. Lo que sucedió aquella noche, Ricardo Silva lo narra en el siguiente relato:

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"Llegó Paul Van Dyk y Keoki. Veo a Keoki que trae una cara de hartazgo a más no poder porque Paul Van Dyk, no sé ahora, pero era muy racista. Llegó diciendo pestes: ¡Es que de camino me sucedió esto…!, ¡pinche señora!, diciendo groserías, todo en inglés, todo era ¡fuck, fuck, fuck, fuck!. Él está platicando con Xochitl y de pronto escucho que dice que nosotros los mexicanos éramos unos "perros bastardos", cuando eso sucedió yo volteo a ver a la gente que estaba conmigo en la cabina, me le quedo viendo a Xochitl West y se me queda viendo también como diciendo: ¡oh!, ¡oh!, volteo a ver a Keoki, y veo como Keoki avienta sus cosas, se lleva las manos a la cabeza como diciendo: ¡Qué desgraciado!".

"La verdad es que sí, el chavo se pasó, estaba enojado. Pero habló de más, entonces yo me enojé y agarré mi radio y les dije a los de seguridad: '¡por favor suban!, ¡acompañen al señor afuera con sus cosas y se queda afuera del lugar!', voltea Xochitl y me dice: '¡Pero es Paul Van Dyk!' y le contesto: '¡Me vale madres quien sea!, ¡pa' fuera!'. Lo acompañaron los dos señores de seguridad con sus cosas, le sacaron sus cosas a la calle y se quedó afuera".

Otro pasaje muy peculiar es lo sucedido en torno al extinto grupo Factor X en 1995. Integrado entonces por el mismo Ricardo Silva, Nelly, Jonathan Berman y Oscar Ortiz, responsables de dar vida a aquella canción llamada La Tacha. Dicho track que nació en una sola toma sin haberla planeado previamente en la cabina de Medusas, los llevó inusitadamente a grabar un disco con la disquera Peerless y a salir de gira por todo México y el extranjero. Lo mismo se presentaron en los programas más vistos entonces de la televisión mexicana, que tocados de forma constante en la radio.

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La Tacha de Factor X, uno de los himnos noventeros clásicos que sonaban en tiempos del Medusas.

Por otro lado, es de destacar el papel que jugaban los DJs y productores mexicanos en Medusas: No existía el llamado warm up, es decir, el DJ que únicamente cumple la función de calentarle la pista de baile al artista extranjero y que en la actualidad es una práctica cotidiana en la mayoría de clubes de nuestro país. Medusas era la música. El culto a la personalidad no aplicaba, daba igual si tocaba un DJ nacional o internacional. De ello no dependía el ambiente o la atmósfera festiva que se experimentaba noche a noche. La forma de organizar los tiempos de actuación de los DJs nacionales y extranjeros era muy flexible. Se compartían las tornamesas entre unos y otros, en una especie de B2B, dejando de lado las supuestas jerarquías, las formalidades, los horarios rígidos y reducidos que comúnmente son destinados a los artistas nacionales.

Medusas se convirtió en punto de convergencia para aquella primera generación de DJs y productores mexicanos, lo mismo que para artistas internacionales que tocaban en nuestro país por primera vez. Algunos de los artistas nacionales e internacionales que se presentaron en Medusas fueron: LLT, Década 2, Transceiver, Expotecno, Síntoma, Tini Tun, Quecho, DJ Klang, Maurizio Zendejas, Chrysler, Martín Parra, Light, Xavier Fux, Cosmic Baby, Sven Vath, Richie Hawtin, DJ Duke, Seb Fontaine, Robert Miles, Keoki, Jam & Spoon y Goa Gil.

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A finales de 1996 Ricardo Silva dejaría Medusas luego de tener diferencias con Rafael Rojo de la Vega, su lugar sería ocupado por Benjamín Hernández, B-Jay, creador de los conceptos MásNescafé-EMPO y que lamentablemente perdiera la vida en un accidente carretero en diciembre de 2010.

"Medusas fue creciendo, se abrió como un club más grande y entonces la idea fue tener variedad en cuanto a los géneros de la música electrónica. De esa forma yo traté de darle otro matiz y empecé a programar house. A la par de esto fue cuando se nos ocurrió y se nos dio la oportunidad de hacer el disco de Medusas, el Eurohouse, que contenía lo que realmente se programaba ahí", afirmaba B-Jay.

Ricardo por el contrario opinaba lo siguiente respecto a los cambios que se hicieron al concepto original que tenía Medusas, "Cuando entra Benjamín Hernández, B-Jay como parte de la cabina, ya traía una agenda de su disquera en BMG de sacar sus discos, de sacar compilaciones mezcladas, un estilo musical completamente ajeno al que se había manejado en Medusas, con una totalidad en un solo género, ya no era como antes, rico en un montón de géneros que podías tocar".

Medusas cierra sus puertas en el año 2000 y con ello se acaba un capítulo trascendente y excitante en la historia de la música electrónica mexicana. Atrás quedaron las noches intensas de techno, house, ebm, trance… y demás estilos que hoy en día están asimilados, pero que en su momento marcaron la memoria colectiva de toda una generación.

"La gente tiene que ir a un lugar a divertirse pero a vivir su presente, a ser parte de su presente, eso es lo que sucedió en Medusas. No tuvo que haber sido gogo dancer o DJ, no tuvo que haber sido gerente, ni bartender, simplemente con el hecho de que se paró ahí y bailó como todos, con todos y que fuimos todos una sola persona, fuimos parte de eso, y así fue con toda una generación", concluye Ricardo Silva.

Mix de B-Jay, DJ Taz y DJ Shula de 1998.

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