La cura de los zafiros tenía sentido al principio, cuando su proyecto se llamaba: "Carne Zafiro", un juego de palabras y un viaje que intentaba conjugar estos dos elementos: lo visceral y lo orgánico de estas preciosas piedras milenarias. O algo así. Una etapa adolescente pues.En primera instancia su sonido actual me remontó al bass moderno de Fade to Mind pero creado en un contexto claramente distinto, que evoca un ecosistema selvático ligeramente perturbador. Sin embargo, las composiciones de Lechuga Zafiro tienen un trasfondo más heterogéneo y próspero. Va más allá de los elementos Latinoamericanos que los productores del continente (y algunos extranjeros) están comenzando a agotar.Las influencias e ingredientes que utiliza le otorgan un nimbo de autenticidad, un tanto extravagante y lúdico. El sonido que hoy maneja está fuertemente afectado por el productor Neana y la movida de Lisboa (Príncipe Discos, P.P.D.G., CDM producciones), algunos productores de Sudáfrica y los tambores afromontevideanos del candombe. En sus tracks te saltan a la cara, en los momentos menos esperados, sampleos de ranas, gritos desesperados de Shinji Ikari, gritos de la jungla, todo es como un salvaje cortometraje futurista de ciencia ficción rodado en una selva sudaca.¿De qué va tu trabajo? Creo que se podría resumir en tres cosas: tambores, bebés ¡y sapos! Pero quizá estaría mejor definido si digo que se trata de: trabajar con lógicas rítmicas de regiones poco exploradas (como el candombe de Uruguay, el choubi de Irak, la plena de Puerto Rico, la electrónica de gueto de Lisboa, etc) y que esa matemática detone sonidos que me interesan (samples de ciencia ficción, grabaciones de tambores, sonidos animales) para llevarlo a un contexto electrónico de Club.¿Por qué la música?La mejor manera de pasar el rato.¿Qué estás haciendo actualmente? Actualmente estoy experimentando con todas las grabaciones que hice el año pasado de tambores de candombe (en estudios profesionales, en la calle) y mezclándolos con mis composiciones con samples de máquinas de ritmo y de películas. A su vez, tengo varios tracks en proceso con amigos de otros países, como ZUTZUT o Peco.¿Qué viene próximamente? Poder publicar todo este trabajo mencionado en la pregunta anterior.¿De qué me estoy perdiendo?Nadie que no conozcas creo.. Hay un brasilero que tiene un track muy loco que siempre toco, llamado Som Peba, el chileno Imaabs está haciendo cosas chidas, también está el ecuatoriano de Los Ángeles que tiene buenas producciones, YNGN.¿Cuáles fueron tus proyectos favoritos del D.F?Ya conocía varias cosas antes de ir. El Siete Catorce me voló la cabeza cuando lo escuché, Lao cuando lo vi en vivo me encantó y también me gusta su EP, con el ZUTZUT hice una genial conexión, me gusta lo que hace. Kryone me gusta mucho también.¿Qué es este track que nos estás dando?Este es un track que hice cuando estaba en el D.F., impulsivo y espontáneo donde la plena puertoriqueña (ritmo muy presente en los bailes populares de Uruguay) convive con sonidos tecno-orgánicos de Evangelion, Avatar o Transformers.Conéctate con Lechuga Zafiro en:SoundcloudFacebookTwitterWebsite
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A continuación el riguroso cuestionario por el que todos nuestros invitados tienen que pasar, y esta vez, en lugar de un mixtape, Lechuga Zafiro nos proporcionó un magnífico track en donde hace alarde de sus exóticas influencias.¿Quién eres? Lechuga Zafiro, productor y DJ radicado en Montevideo, Uruguay. Empecé a hacer música desde que tengo 14 años. Recién a los 19 ó 20 comencé a tocar en un grupo experimental llamado Fiesta Animal, y a la par edité un par de EPs de manera independiente como Carne Zafiro. En el correr de estos años, me fui enfocando en producir música para bailar, cosa que hoy hago como Lechuga Zafiro.¿Cuándo y cómo fue tu primer acercamiento a la música electrónica?En la adolescencia. Leyendo páginas dedicadas a la música y a través de conocidos llegué a discos de Bjôrk, Kraftwerk, Radiohead y Aphex Twin. Pero no fue hasta que descubrí los softwares de edición de audio que me quise dedicar a eso.
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