Fotografía de auroramixer
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Todos los que somos DJs hemos tocado gratis en algún punto de nuestras vidas. De manera voluntaria o involuntaria, nos hemos visto en este escenario, donde cuando uno comienza, lo que quiere es la oportunidad de ser escuchado, o cuando es cumpleaños de un buen amigo, lo haces como un regalo simbólico, pero, ¿qué pasa cuando se trata de ser warm up en algún evento? O la favorita de todos y que ha estado muy de moda, ¿por qué los festivales y clubes no pagan al talento nacional?
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El intruso en escena
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Existen individuos que más que apasionados, son necios y mañosos. Estos personajes se disfrazan de DJ porque es conveniente serlo, al final, al ver la vida que tienen artistas como Calvin Harris, Tiësto, Martin Garrix, o del lado contrario, Richie Hawtin, Dubfire, Carl Cox, Sasha, Paul van Dyk, todos ellos, al hacer lo que hacen, son muy bien remunerados, a escalas muy diferentes, pero es muchísimo más de lo que pudiera ganar un empleado promedio que se sienta a diario en una oficina. Esto pago fácil e inmediato forma parte de la ferviente necesidad de salir adelante de una vida que no se escoge muchas veces. Para algunos es la forma más fácil de salir adelante y pisar a quien sea necesario, con tal de quedarse con el espacio disponible en alguna noche.Los promotores están cansados de escuchar recomendaciones del tipo, "mi primo es muy buen DJ, dale chance, te juro lo hará bien", y al dar esa oportunidad, por creer más la palabra del otro, al ver al famoso primo en consola, se dan cuenta que era una estafa, pero al final, ya qué más da, ni le tuvieron que pagar y la gente que entró al evento, o al club, no le interesa muchas veces, porque lo que quieren es ver salir al artista internacional en un espectáculo de CO2, luces y sonido en alto volumen.
Esta pasarela de falsos representantes de la escena, no es nueva, ni dejará de existir, porque siempre hay maneras más audaces de verle la cara al cliente, o la gente, para hacerles creer que en verdad, son muy buenos. De hecho, es algo que ha pasado desde hace mucho tiempo donde la moda era tener tu banda y siempre han habido las que dicen ser muy buenas, pero sabemos que no lo son.
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El talento oculto y subestimado
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