Los debates de la música dance que se supone te deben de importar y por qué a nadie le importan

Preocuparse de algo es muy cansado, ¿o no? Como si realmente tuviéramos que formular una opinión, constantemente asumiendo que tienes un punto—es agotador. Honestamente, tras un duro y largo día sentado en el trabajo tratando de darle importancia a Jeremy Corbyn y el futuro de la industria de la construcción naval y la privatización de los trenes y Mary Berry y el cambio climático y las transmisiones en vivo de Tom Jones y Brendan Rodgers y la economía griega y el precio de las bolsas de plástico, estoy listo para colapsar y mandara a la chingada todo lo que no tenga que ver con encontrar un buen streaming de las primeras series de Night Night y alimentar mi rechoncho rostro con biscochos.

No tengo la energía para preocuparme estos días. Me estoy volviendo viejo: me duele donde ante sentía placer, paso la mayor parte de mi domingo ojeando los suplementos de The Observer y me gustaría inscribirme a una caminata vacacional por montes Apeninos. El asunto es que, me tengo que preocupar. Me debo mantener de frente al tema—o al menos pretender que lo hago. Debo surfear el incesante espíritu de la época cada día. Me jode hasta las rodillas, pero aquí vamos.

Escribir sobre un área especializada significa enfocarme en argumentos especializados e ideas que signifiquen mucho para la gente involucrada pero significativamente menos que mandar a la mierda lo que haya dicho cualquier otra persona en el mundo. Así que te encuentras hundido en madrigueras de conejo súper especificas, saliendo sólo ocasionalmente a tomar aire. Y entonces, un día, te das cuenta que puedes liberarte de este proceso de preocupación continúa formulando una inmediata y perfecta opinión sobre algo que, de verdad, no te interesa.

Aquí hay un montón de argumentos relacionados con la electrónica que no te deben preocupar. De verdad, no te preocupes.

Por qué se supone que te debe importar: Existe la noción errónea -base de prácticamente toda la música dance- que dice que la autenticidad a) existe, y b) significa algo. La gente se acalora discutiendo sobre qué usan los DJs para tocar, porque aparentemente vale la pena hacer comentarios sobre qué usan los DJs para tocar.

Por qué no te debería importar: Literalmente no hay nada interesante que decir sobre el tema. Puedes tocar un maldito kazoo si quieres. Si a ti o a alguien a quien conozcas le importa qué usa Todd Terry o Todd Edwards o Todd Terje cuando tocan, entonces ten una larga y ardua conversación con ellos o contigo mismo. A los que tienen opiniones fuertes sobre este tema probablemente les importa que los restaurantes le sirvan comida a la gente en alternativas no convencionales en lugar de platos y que retuiteen regularmente a @GetInTheSea, y es probable que vistan playeras verde oliva y tenis café.

Por qué se supone que te debe importar: El EDM –un término que no importa en lo absoluto en el 2015 pero que todavía tiene alguna especie de caché cultural antitético y con frecuencia se piensa que es una suerte de señal pudrecerebros de condena que va a destruir la música dance real para adultos de verdad que nos gusta al resto, y que va a maldecir una generación entera de chicos de fraternidad y hermanas de sororidad llenos de Adderall a una vida de puños en el aire sin sentido y de tragar sustancia de glowsticks, un proceso de embrutecimiento que destruirá seguramente la música dance para siempre porque es completamente imposible que las dos cusas puedan existir al mismo tiempo –es malo, güey. Muy malo.

Por qué no te debería importar: ¿Eres uno de esos americanófilos que ocasionalmente ensucia el centro de Londres en domingos específicos, envuelto de pies a cabeza con indumentaria de la NFL? ¿Ves Saturday Night Live? ¿Tienes opiniones sobre Conan O'Brien? ¿Tuiteas sobre Little Debbie Cakes y los debates republicanos? ¿No? Bien. Gracias a Dios por eso. Tampoco tienes que preocuparte por el EDM. Es algo que –como la varicela, los jugos prensados en frío o Barry Manilow– simplemente existe, y no tienes que pensar en eso en ningún punto de tu vida. Relájate. Inhala. Relájate. Exhala. Relájate.

Por qué se supone que te debe importar: Los vatos aburridos de todo el mundo te dirán que si un club no tiene un sistema de sonido impresionante entonces no vale la pena ir, y da lo mismo escuchar la música en un radio despertador sumergido 5 metros en el agua.

Por qué no te debería importar: ¿Sabes qué, güey? A la verga la calidad del sonido. Que chingue su madre. Me alegra escuchar un mp3 medioso a través de una papa si la canción es buena, güey. Porque así soy yo: Me gustan las buenas canciones, güey. Las rolas y yo tenemos algo bueno, güey. Son buenas conmigo y yo con ellas, güey. Tíldame de hippie si quieres, güey, pero es verdad, güey. En serio, güey. La mayoría de los sonidos en los clubes son una mierda, pero igual puedes divertirte en ellos porque, ya sabes, son clubes nocturnos, no sucursales de Richer Sounds. Güey.

Por qué se supone que te debe importar: Supuestamente, es de una importancia vital o que pelees FEROZMENTE por los derechos del underground nominal y simultáneamente ABORREZCAS el prospecto pavoroso del éxito comercial –¡Asco, Disclosure! ¡Guácala, Avicii!– o abrazar sinceramente todo lo grande, atrevido, popero y popular, y hacerle malas caras a esos que lo intentan demasiado y se masturban en las carátulas interiores de los 12" de Perlon y se rehúsan a entrar a ningún club del que podrían ser miembros.

Por qué no te debería importar: Es el 2017. Nada importa. En lo absoluto. Especialmente que no te guste Bassnectar cuando se supone que te deba gustar Barnt.

Por qué se supone que te debe importar: En algún momento de la historia, aparentemente, debes estar absolutamente seguro todo el tiempo de que todo es increíblemente increíble u horrorosamente de la verga.

Por qué no te debería importar: La idea de que cualquier período de tiempo es mejor o peor para cualquier forma de arte que otro período de tiempo es como creer que comer cinco frutas al día tiene algún impacto real en tu salud: una maldita falacia. Es una narrativa que construimos para hacernos sentir una sensación de superioridad no ganada e innecesaria, con el propósito de… No. No hay propósito. Cada año salen discos buenos y malos. Todos los años tocan DJs buenos y malos en clubes. No hay puntos bajos más bajos. Nada cambia en realidad. Nada mejora inmensamente. Nada empeora inmensamente. Alégrate con el charco estancado en el que nos encontramos chapoteando. Nada entre las algas y plantas con tanto placer como sea posible. Sumérgete en la calma de volverte despreocupado.

Es agradable aquí abajo. Honestamente. Únete.

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